(El Mercurio) Dos son las prioridades del Ministerio del Medio Ambiente para los primeros 100 días de gobierno. El envío del proyecto de ley que crea el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas, con el objetivo de fortalecer estas zonas y regular las actividades que se permiten en su interior, y la declaración de Zonas Saturadas y Latentes de comunas como Tocopilla, Chillán y Los Ángeles, entre otras.
Pero, en paralelo, el ministro Pablo Badenier lidera un equipo que se ha propuesto fortalecer la institucionalidad del sector, en particular del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA). Como afirma desde un comienzo la autoridad, «este ministerio va a tener un patrón de conducta, que es hacer cumplir la institucionalidad ambiental, independiente de que se tomen decisiones impopulares o compartidas».
Uno de los desafíos del actual titular será elevar la calidad de los procesos del SEIA, cuestionado tras los casos de Freirina y Barrancones.
A juicio de Badenier, «en los últimos cuatro años ha habido una obsesión por disminuir los tiempos de tramitación de proyectos en el marco del SEIA. Esa disminución de plazos en la tramitación ha significado una merma en la calidad de la evaluación de esos proyectos». Según la autoridad, los errores en esta materia han sido uno de los factores detrás de la judicialización de proyectos aprobados ambientalmente, por lo cual aspira a que el análisis de estos sea más completo.
Para cumplir con este desafío, se buscará aumentar el presupuesto de los servicios regionales de Evaluación Ambiental (SEA), además de una integración de los más de 30 organismos públicos encargados de aprobar las iniciativas.
La idea del equipo ambiental del gobierno de la Presidenta Bachelet apunta, desde su perspectiva, a no repetir decisiones como las que tomó la administración anterior. «La evaluación ambiental del proyecto Barrancones tuvo un triste final, que dañó de una manera importante la institucionalidad (…) Creo que jamás se debería volver a repetir un Barrancones», sostiene.
Sin embargo, Badenier reconoce avances en la gestión ambiental del gobierno anterior, particularmente en nuevas normas de emisión.
El titular de Medio Ambiente destaca de manera especial los avances de la iniciativa de normas de emisión de fundiciones, que será publicada este año. «Al igual que las termoeléctricas, las fundiciones van a tener una norma que cumplir, y la superintendencia tendrá que fiscalizar el cumplimiento de esta. Es una norma ya conocida por los regulados, y es la que se merece Chile», dice.
Finalmente, en medio de la incertidumbre energética que enfrenta el país, Badenier indica que las actuales autoridades no cierran las puertas a proyectos como centrales termoeléctricas o hidroeléctricas. Para el secretario de Estado, «es injusto decir a priori qué proyecto se va a aprobar o se va a rechazar. Por algo existe un proceso de evaluación ambiental».
No obstante, descarta el desarrollo de plantas nucleares. «No está en el programa, no hay una decisión política favorable y tenemos brechas y condiciones naturales que lo hacen prácticamente imposible».