(Pulso) Dice no tener pasajes de regreso a España, su tierra natal, y que por ahora sus hijos -tiene seis, una de ellas nacida en Chile- retomarán en marzo sus estudios en el país.
Ignacio Antoñanzas Alvear, todavía gerente general de Enersis –presentó el martes su renuncia al cargo, la que se hará efectiva el miércoles de la próxima semana- dice que la evaluación de los ocho años desde que llegó al país es “más que positiva”, en lo profesional, pero sobre todo en lo personal.
Su salida forma parte de los cambios que el grupo italiano Enel, que decidió gestionar de manera directa sus activos en América Latina, anunció esta semana, que incluyeron la llegada de ejecutivos de la primera línea del conglomerado internacional a Chile. Entre ellos, el CFO de Enel, quien reemplazará a Antoñanzas en la gerencia general de Enersis.
En entrevista con PULSO, apenas un día después de conocerse su renuncia, Ignacio Antoñanzas repasa sus ocho años en el país, los aciertos -entre ellos, el principal, el crecimiento exponencial que tuvo el grupo bajo su gestión- y también lo que quedó pendiente.
¿Cuál es su evaluación de estos ocho años en Enersis y particularmente en Chile?
Yo diría que la evaluación, empezando por lo más importante que es la parte personal y familiar, más positiva no puede ser. Al final han sido ocho años maravillosos, mi familia prácticamente ha crecido aquí, vine con niños pequeños y ya algunos están en la universidad. Tengo una hija chilena también y la verdad es que no me he podido sentir más acogido por esta sociedad chilena, de la que siempre me habían dicho que era una sociedad cerrada, pero más a gusto no he podido estar.
¿Y en términos profesionales?
En la parte profesional, yo diría que la satisfacción de que al final entre todos, entre todo el equipo, pues a mí sólo me ha tocado liderarlo, hemos conseguido que Enersis crezca de manera importante.
Ha pasado de US$2.300 millones que tenía de Ebitda a más de US$4.500 millones el año pasado. Hace ocho años Enersis representaba el 27% ó 28% de lo que era el grupo Endesa entre España y América Latina, y ya el año pasado fuimos incluso mayores que España, llegando al 51%. Hemos crecido tanto que el grupo Enel ha decidido gestionarla directamente sin pasar por Endesa España y, por lo tanto, estoy muy orgulloso de lo que hemos conseguido.
¿Cómo siente que ha cambiado el país en estos ocho años?
Mucho ha cambiado. Pero los cambios siempre son para bien. El dinamismo que tiene el país es muy superior.
Es cierto que ahora estamos viviendo un momento un poco conflictivo en las relaciones entre lo que es gobierno y oposición y entre lo que es gobierno y empresariado, y en ese sentido me gustaría que volviéramos a los años cuando yo llegué. Entonces, en 2006, la verdad es que la convivencia permitía un empuje común.
Yo creo que es importante que ojalá el gobierno mande señales al empresariado de que por supuesto que va a hacer cambios, porque se necesitan muchos cambios, pero que éstos no serán a costa del empresariado sino que con el empresariado. Y el empresariado a su vez debe mandar señales al gobierno de que por supuesto que quiere colaborar. Si volvemos a sumar fuerzas, Chile volverá a retomar la zona de crecimiento, sin duda alguna.
Usted en 2010 advertía de grupos de presión que estaban atacando los proyectos, que esa era una batalla que venía. ¿Cómo resultó esa batalla?
No sé si están ganando la batalla, pero sí tengo claro que estamos perdiendo todos en Chile. Es lógica la defensa de los ambientalistas, es lógico que quieran que haya estándares y exigencias mayores, pero no es lógico que tengamos una parte muy importante de todos los proyectos, ya no sólo en el sector energético sino que en muchos otros sectores, que está prácticamente paralizada. Y eso evidentemente hace daño, le hace daño a Chile porque este país necesita crecer.
En lo que respecta a energía, la correlación que existe entre crecimiento económico y energía es lineal, es uno a uno y, por lo tanto, si no conseguimos más energía y sobre todo más energía competitiva, lamentablemente Chile se va a ir quedando atrás. Y esperemos que eso no ocurra.
En ese contexto, ¿cómo evalúa no haber podido materializar el proyecto hidroeléctrico HidroAysén?
Al final, en todos los años que uno lleva al frente siempre hay aciertos y errores. Lo que está claro es que HidroAysén ha sido un proyecto conflictivo, eso no se puede negar, y lo que estamos haciendo como grupo es desarrollar otros proyectos. Estamos ahora mismo iniciando la central Los Cóndores, pero también hay que recordar que HidroAysén fue aprobada por las autoridades de gobierno. Entonces, si se hubiera frenado desde el principio nadie hubiera seguido. Si lamentablemente a uno le dan luz verde para seguir, también es sorprendente que se paralice, además, cuando el país necesita energía.
[Tribunal Ambiental de Santiago ordenó acumulación de causas interpuestas por HidroAysén]
¿La Agenda Energética aporta de verdad soluciones para la problemática energética del país?
Absolutamente, es fundamental para el desarrollo de Chile. Lo he dicho muchas veces: Chile necesita de la Agenda Energética, de la colaboración. Chile necesita que al final todos sumemos y todos los puntos que están en la Agenda Energética van a la línea de desarrollar nuevos proyectos y, sí, fortalecer el tema de la necesidad del agua.
Los cambios que hizo el grupo Enel, ¿los comparte? ¿Cómo los evalúa?
Los cambios obedecen a una estrategia, a una nueva forma de organizar el grupo Enel que claramente se sustenta en dos pilares: las regiones y los países, en las cuales quedan en lo local las actividades que están centradas en aquello que es más local, que es el cliente, las regulaciones, las relaciones institucionales, etc. Y aquello que es más commodities, que es aquello que es más tecnológicamente común a todos los países como la generación o la distribución, se lleva por lineamientos que son más verticales y transversales a todas las regiones. Y en ese sentido es lógico los cambios que se ha producido en los directores de Chilectra y Endesa Chile, en las cuales los directores generales del grupo de esas líneas de distribución y generación están al frente de estas compañías.
¿Tiene ganas de seguir en el país?
Mire, todavía es pronto para decirlo. Lo que sí es claro es que el cariño que le tengo a Chile es enorme y desde luego mis hijos el año que viene comienzan el curso aquí en Chile.
¿No tiene pasajes de regreso a España?
No, no tengo los pasajes todavía…