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Andrés Rebolledo sobre ERE: «no es necesario ese mecanismo para acelerar la transición»

Dic 30, 2020

El ex ministro de Energía del gobierno anterior considera que esta figura "altera las condiciones de competencia en el sistema eléctrico", por lo que plantea su revisión, "sobre todo cuando hay suficiente oferta en el sistema".

Andrés Rebolledo fue el ministro de Energía durante el gobierno anterior, siendo uno de los actores que estuvo a cargo de iniciar al actual proceso de descarbonización de la matriz energética, con el retiro de las unidades generadoras a carbón, lo que actualmente se ha acelerado con la salida de centrales en la Regiones de Valparaíso y del Biobío.

Es así como el actual consultor analiza con ELECTRICIDAD el avance de este cronograma, destacando la señales positivas que implica la salida programada de estas centrales, aunque considera que el Estado de Reserva Estratégica (ERE) no es un mecanismo adecuado para acelerar la transición energética.

Avance

¿Cómo ve el avance del proceso y que perspectivas tiene para los próximos años?

Efectivamente es un proceso que de manera voluntaria permitió llegar a un acuerdo entre las empresas y el gobierno inicialmente a principios de 2018, al que luego se le dio continuidad en este gobierno, estableciendo un plazo con un cronograma completo a 2040 y un cierre adelantado de carboneras.

A mí me parece que son buenas señales desde el punto de vista de la transformación del sector energético en Chile, con la incorporación masiva y necesaria de energías renovables, por lo que las decisiones que las empresas han tomado para adelantar este cierre responde a una visión de las necesidades de ser activos en el combate del cambio climático. Pero también es una decisión práctica, en el sentido de que estas mismas empresas que generan carbón, se meten masivamente al negocio de energía solar y eólica, lo que es un buen negocio también. Es una buena noticia que esto haya sido una política que siguió y se profundizó.

¿Cree que este proceso se puede adelantar aún más?

El propio acuerdo establece que cada cinco años exista una posibilidad de juntarse y ver si es que se podría adelantar este cierre antes de 2040, y lo que ha sucedido en el último tiempo posibilita eso. Creo es posible imaginar un cierre total y definitivo antes de ese año, lo que podría ser -por ejemplo- en torno a 2030, salvaguardando y asegurando los temas de seguridad del sistema eléctrico, de competitividad, y de evitar que suban los precios. Es posible desde el punto de vista tecnológico, además los mercados así lo permiten y, por lo tanto, lo que se debería hacer es poner un esfuerzo adicional para adelantar el cierre a 2030.

Iniciativas

¿Qué le parece la iniciativa de la actual administración para conformar mesas de trabajo para avanzar a una transición justa a través de la reconvención laboral y social?

Es algo absolutamente necesario, pues hay que adelantarse a los efectos sociales que puedan haber en los territorios donde están emplazadas las carboneras, de manera que colectivamente con las comunidades se decidan cuáles son las alternativas laborales y cuáles son las necesidades en materia de capacitación. La idea es que esto sea pertinente, acorde a la nueva realidad del mercado laboral, donde la digitalización es un elemento central. Por lo tanto, es algo inaudible y es una responsabilidad del gobierno, junto con el cierre, conducir un proceso de manera que sea adecuado, armónico y no termine afectando el objetivo final que es la descarbonización.

¿Qué le parece el proyecto de descarbonización acelerada que se tramita en la Cámara de diputados?

A mí me parece que es una consecuencia de mirar a 2040, entendiendo que es posible adelantarse. Habrá que definir el año particular, teniendo muy en cuenta la seguridad del sistema eléctrico y evitar que suban los precios, que es un elemento y un sello tan relevante que ha tenido el sector en Chile. En la medida que se pueda asegurar un precio en las tarifas eléctricas de los hogares también hacía la baja, eso hay que mantenerlo. Por lo tanto, si no se puede hacer a 2025, será a 2030, pero claramente eso es una respuesta a una visión cada vez más consensuada de que el país entiende que hay que acelerar este esfuerzo de descarbonización, porque existe la posibilidad de hacerlo.

Riesgos

¿Cree que el cierre adelantado de las plantas puede provocar problemas en el sistema eléctrico?

Me parece que existe en Chile una oferta suficiente, que cubre de manera adecuada la demanda en el día. De hecho hay una generación más alta que el consumo y, por lo tanto, creo que eso no es un inconveniente. De hecho, si uno nada más proyecta la inversión de construcción de plantas de generación, que en su mayoría son con energías renovables, habrá un suministro suficiente para hacer frente a estos temas de seguridad. Además, la tecnología va a cambiar y en algunos años va a ser posible tener energías renovables ya no de forma variable, sino que las 24 horas, que es uno de los desafíos relevantes.

Por eso, no me parece adecuado esta medida que se tomó de darle la posibilidad a las carboneras de que queden en un Estado de Reserva Estratégica (ERE), donde se les va a remunerar una cantidad de recurso hasta un plazo de cinco años y que va a terminar pagando todo el sistema, sobre todo las centrales renovables. Esta no es una medida que estuviera contemplada en el acuerdo, va a alterar las condiciones de competencia en el sistema eléctrico y me parece que es algo que se tendría que revisar, sobre todo cuando hay suficiente oferta en el sistema

¿Cómo evalúa el ERE como un mecanismo para acelerar la descarbonización?

Creo que los propios cambios en el sistema en términos de rentabilidad y el buen negocio que es hoy invertir en energías renovables, es un negocio en sí mismo importante y rentable, por lo tanto, creo que eso es lo que debería guiar las decisiones y no un sistema en que sean otros los que terminen pagando ese esfuerzo de cierre y que termine por alterar las condiciones de competencia en el sistema. Creo que no es necesario el mecanismo de ERE para acelerar la transición, el propio mercado hoy provee la energía suficiente para que eso suceda.

¿Qué desafíos quedan pendientes en materia de descarbonización?

Uno de los desafíos fundamentales es no solo descarbonizar la matriz de generación, sino que también el sector de transporte. Esto quiere decir hacer un cambio importante en el tiempo en materia de incorporar electromovilidad, en que ya se ha hecho algo importante al incorporar buses eléctricos, considerando que un 20% a 30% de las emisiones de efecto invernadero en nuestro país son emitidas por sector transporte. Por eso, para tener una descarbonización global, se requiere sacar carboneras, cambiar el parque automotriz a vehículos eléctricos y, además, que la industria  haga su aporte en cambiar sus propias matrices a energía limpias en sus procesos productivos.

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