(El Mercurio) En medio de un intenso debate técnico y político en el país sobre el proyecto de reforma tributaria presentado recientemente por la administración de Michelle Bachelet, las voces extranjeras también aportan un punto de vista. Estas miden la percepción internacional de un proyecto que pretende hacer cambios de magnitud en el esquema de los impuestos en Chile.
Los principales bancos de inversión que operan en Wall Street -y que hasta el momento se han referido a la reforma- tienen puntos de vista diversos. En Morgan Stanley se reconoce que el alza de gravámenes para las empresas supondrá una «carga considerable» para las compañías que operan en Chile, mientra que en JPMorgan se estima que no debiera existir una gran corrección en el IPSA.
En el Deutsche Bank, en cambio, hay inquietud, según señala desde Nueva York Gustavo Cañonero, economista jefe de mercados emergentes de la entidad.
«Hay temor de que en Chile haya una sobrerreacción de las empresas sobre lo que ocurrirá con la reforma», indica.
Cañonero destaca que la reforma se da en un contexto en donde existen fuertes demandas sociales, pero teme que una excesiva cautela de la comunidad empresarial en materia de inversiones se conjugue con un ciclo económico más débil y acentúe la desaceleración de la economía.
«Gran parte de lo que se tiene que financiar con la reforma recae en las empresas, las que eventualmente podrían ver un efecto en sus planes de inversión. Ello impactará de cierto modo a la economía chilena, que atraviesa por un ciclo que ya no se ve tan bien, por debilidad externa», manifiesta.
No obstante, el experto señala que es entendible la mayor carga tributaria en el sector empresarial. «Creemos que hay dos factores a destacar en todo esto: la reforma busca mejorar el capital humano del país a través de la educación, y el nivel de impuestos en Chile es bajo en comparación con otros países desarrollados», dice.