(La Tercera-Pulso) Una de las principales características de la Zona Verde de la COP25, que terminó hace un poco más de dos semanas en Madrid, fueron las actividades dedicadas a la sociedad civil, así como la presencia de grandes stands de un puñado de compañías, principalmente relacionadas con la energía. Una de ellas fue la francesa Engie, que está empeñada en desarrollar plantas de energías limpias, así como a descarbonizar las que tiene. De hecho, durante la cumbre del clima, anunció con “bombos y platillos” junto al gobierno chileno que adelantaría el cierre de dos unidades de carbón en el norte del país.
Entre los ejecutivos de Engie que andaban entre la Zona Verde y la Zona Azul (dedicada a las negociaciones y a las delegaciones oficiales), estaba Franck Bruel, vicepresidente y el segundo a bordo de la multinacional europea, quien además es responsable del Reino Unido, Latinoamérica y Norteamérica. Bruel escribió hace un año el libro “La energía eficiente. Cuando menos y mejor hacen más”. “Es algo muy personal. Son mis creencias basadas en 30 años de experiencia en el área de ahorro y eficiencia energética. El objetivo es mostrar que el escenario de no subir más de 2 grados Celsius la temperatura mundial, solamente es posible si es que hacemos un esfuerzo enorme en eficiencia energética”, comenta.
¿A quién apunta a inspirar el libro? ¿A otras empresas, a gente común y corriente o a los gobiernos?
-No es un libro técnico y creo que está abierto para todos. No estoy tratando de dar lecciones, solo de abrir los ojos de la gente, ya que es absolutamente necesario y urgente. Pero la eficiencia energética, no es solamente reducir el consumo. Es mejorarlo.
¿Cómo así?
-Tiene que haber un consumo inteligente según la manera en la que se usa la energía cuando está disponible, cuando es verde y cuando es barata. Y distintos consumidores tienen diferentes necesidades. No hay una sola forma. Hay que tomar en cuenta todos los aspectos del consumo energético, optimizarlo y usar, además, el camino digital, para hacerlo aún más eficiente. Si tomas solo una opción, será realmente caro y difícil de reducir las emisiones (de gases de efecto invernadero, GEI). Si tomas todos los aspectos del consumo energético, de una ciudad, un vecindario, un hospital o una industria, puedes optimizarlos y tener un balance económico.
¿Cuál es la importancia de la tecnología dentro de ese proceso?
-La digitalización está en todos lados, pero en el caso de le energía es un poco más complejo, porque los recursos de esta industria están en muchas partes de la actividad humana y se producen en todos lados, de diferentes formas y a veces, en momentos impredecibles. Por lo tanto, el aspecto digital es esencial para la optimización y para la comunicación.
¿Para la comunicación?
-La gente tiene que entender cuál es el comportamiento positivo o negativo en el uso de la energía. Parte de esto tiene que ver con el blockchain, porque es un elemento fundamental de la transparencia del proceso.
¿Cuál es su opinión con respecto al proceso de descarbonización que está haciendo Latinoamérica y de qué forma Engie está colaborando en ese aspecto?
-Latinoamérica es una parte importante del mundo en el proceso de descarbonización de Engie. Estamos trabajando muy de cerca con algunos gobiernos, como el de Colombia, Chile y Brasil.
¿Y cuál cree que es la opinión de los consumidores?
-La importancia de los consumidores está aumentando en América Latina, ya que sienten que son parte de un desarrollo fuerte en la economía. Quizá aún en muchas partes no se ha avanzado como se espera, pero está la determinación de hacerlo. Nosotros queremos la descarbonización y ellos también, pero de forma balanceada. Que tenga beneficios para todos.
Pero los gobiernos en general, ¿están realmente empoderados con la descarbonización?
-Los gobiernos ven que la necesitan. Primero, es algo que la gente lo está exigiendo y los jóvenes lo están empujando. Creo que la gente está pidiendo algo razonable a los gobiernos. Es complicado hacer un cambio radical, pero se puede con la intención y también con inversión y tecnología. Pero hay que diseñarlas, implementarlas, financiarlas y echarlas a correr.
¿Y específicamente en Chile?
-Estamos participando de varios planes, en diálogo y colaboración con el gobierno.
¿De qué forma la crisis social que está pasando en Chile afecta a las inversiones de Engie?
-Creo que a largo plazo, Chile encontrará soluciones para seguir adelante. La gente, los recursos, la cultura y todo eso está tomando la dirección correcta. Nosotros estamos viendo con mucha cautela, tratando de aportar con nuestra piedra a la construcción de ese edificio, de una forma colaborativa, para que Chile dé sus próximos pasos.
¿Y el resto de Latinoamérica?, También hay otras crisis socioeconómicas…
-Es la misma cosa. Nuestra huella tiene impacto en la transición de los países. Estamos trabajando fuerte y no tenemos la intención de cambiar.