El ministro de Energía, Máximo Pacheco, y el intendente de Atacama, Miguel Varas, encabezaron la inauguración de la línea de transmisión Copayapu-Galleguillos, construida por Transnet en la zona de Copiapó que refuerza el sistema eléctrico y permite elevar la calidad del servicio de la Región de Atacama.
En la ceremonia también estuvieron presentes los gerentes generales de CGE, Antonio Gallart, y de Transnet, Eduardo Apablaza junto a parlamentarios y autoridades regionales, representantes de empresas y asociaciones gremiales de la zona y de uniones vecinales de Copiapó.
El ministro Pacheco resaltó la importancia de las obras, en especial por el aporte al desarrollo de la región. “Sabemos que la Región de Atacama se convertirá en la capital de energía solar del mundo. Esto ya está ocurriendo y la línea eléctrica Copayapu – Galleguillos que estamos inaugurando hoy es una muestra más de este progreso, porque esta infraestructura no sólo responde a la necesidad de realizar un reforzamiento de las actuales instalaciones del sistema de transmisión de la región de Atacama, sino que también facilitará la integración de los nuevos parques que generan electricidad a partir de la radiación solar”.
Por su parte, Antonio Gallart, señaló que estas instalaciones “permitirán reducir la frecuencia de las interrupciones de suministro por problemas asociados a la transmisión”, y agregó que, cuando ocurran interrupciones, “el tiempo de recuperación del suministro será significativamente menor que lo que tenemos hoy”.
El ejecutivo remarcó que el proyecto se enmarca en el plan de trabajo que las empresas eléctricas de CGE realizan desde 2015, “alineado con los objetivos de la Política Energética para 2050, para reducir la frecuencia y duración de una interrupción de suministro, ofrecer alternativas de respaldo a los sistemas eléctricos locales y acompañar el crecimiento de todas las zonas donde operamos”.
A su vez, el intendente Miguel Vargas afirmó que “en estos momentos se están construyendo más de mil millones de dólares en proyectos vinculados al sector energético, y además se proyecta una inversión cercana a los US$24 mil millones, considerando proyectos aprobados en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental”.
El proyecto Copayapu – Galleguillos consideró la construcción de una línea de transmisión de 33 kms y dos subestaciones eléctricas. Contempló una inversión de $ 14.300 millones y fue desarrollado con altos estándares ambientales para minimizar sus impactos sobre el entorno y alejar el trazado de la línea de centros poblados.
De acuerdo a lo informado por la empresa en un comunicado «las nuevas instalaciones permitirán generar un anillo de seguridad en torno a las ciudades de Copiapó y Caldera, y posibilitarán el desarrollo de mayor infraestructura para nuevos proyectos de la zona, ya sea de carácter minero o parques solares que deseen inyectar su energía a nivel de 110 mil voltios».
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