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Transelec: «No es bueno cambiar las reglas del juego a mitad de camino y en forma recurrente»

Sep 28, 2020

El ejecutivo dice que en el pasado, los accionistas de la empresa colaboraron con las reformas legales del sector, pero que por tratarse de fondos de pensiones canadienses, "enfrentan una presión muy grande de sus reguladores" respecto del nivel de riesgo de sus inversiones.

(El Mercurio) Como ha sucedido en casi todas las empresas, la pandemia también alteró los planes de desarrollo que Transelec definió hace dos años, tras el ingreso a su propiedad de la china Souththern Power Grid International (SPGI). El objetivo de estos planes era seguir apostando para mantenerse como líderes en el mercado local del transporte de electricidad; retomar la internacionalización, sumando como segundo país a Perú, donde ya habían ingresado; junto con explorar negocios adyacentes para clientes industriales, especialmente mineros.

Para ello, el gerente general de la empresa, Andrés Kulhmann, dice que comparados con otras firmas, que, incluso han quebrado a raíz de la crisis, la afectación de la eléctrica ha sido «acotada». Sin embargo, los movimientos sociales, que con distinta intensidad hubo en Chile y la región, y la crisis sanitaria que vino después, han alterado la ejecución de los US$1.250 millones, que con diferentes grados de avance Transelec tiene en marcha en el país. Esto, ya sea porque han tenido problemas con la logística o dificultades para obtener los permisos que requieren. Pero la situación también ha interferido en las oportunidades de crecimiento que estaban analizando fuera del país.

«Los movimientos sociales y los efectos de la pandemia se han dejado sentir en nuestros mercados objetivos. Si Chile está muy golpeado, Perú está viviendo un drama y en Colombia el panorama no es mucho más alentador. Estas situaciones de crisis crean, al igual que en Chile, una ansiedad muy grande a nivel regulatorio, en términos de querer equilibrar el bienestar de la población y echar a andar la economía. Por lo tanto, en Perú y Colombia, las cosas regulatorias tampoco están tan claras como lo estaban antes y por eso, aunque estamos en un compás de mucho interés, también estamos con mucho cuidado para ver cómo se desarrolla el ámbito regulatorio en esos países», dice el ejecutivo respecto de las oportunidades que se están analizando en ambos países.

Los cambios regulatorios en Chile se han sucedido en los últimos años. Uno fue la Ley de Transmisión de 2016 que, entre otras cosas, rebajó de 10% a 7% la tasa de rentabilidad de las empresas de este sector. Luego, en el último año vino una seguidilla de nuevos ajustes, los que -según reconoce Kulhmann- también le han pegado a la caja de Transelec. Se trata de las medidas adoptadas a raíz del estallido social y la pandemia, como el congelamiento de las tarifas de transmisión y de los precios de la energía, para evitar nuevas alzas en las cuentas de luz de los clientes regulados, y el proyecto que impide el corte de suministro por no pago de servicios básicos.

También está la interpretación en torno a la reliquidación de cargos de transmisión, que derivó en una disputa ante el Panel de Expertos e implicó que Transelec devolviera a las generadoras unos US$120 millones -de un total de US$142 millones-. Cerca de la mitad de ese monto podrá recuperarlo recién en 2022, debido a una disposición reciente de la autoridad que nuevamente persigue evitar alzas en las cuentas de los clientes residenciales.

«Respecto de ese cargo, hubo un acuerdo extraordinario de pago, que no debió haber sido, pero los accionistas de esta empresa cumplieron con su palabra, aunque se trata de medidas que deben ocurrir en términos de muy excepcionales y no hacerse recurrentes, porque ahí lo que realmente se hace es desincentivar la inversión en el sector por la incertidumbre que se instala», asegura Kulhmann.

El ejecutivo plantea que «no es bueno cambiar las reglas del juego a mitad de camino y en forma recurrente, porque se vuelve negativo para el ambiente de inversión en este sector». Explicó que los otros accionistas de Transelec son fondos de pensiones de Canadá que, si bien en el pasado colaboraron activamente con el cambio en la regulación de la transmisión, «algo que es normal que suceda cada diez o quince años», en la situación actual, por las características de los fondos que ellos invierten , «enfrenten una presión muy grande de sus reguladores para demostrar que el nivel de riesgo con el que están invirtiendo es similar al que había desde hace 14 años, cuando decidieron entrar al país», puntualizó.

 

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