(Pulso) Esta semana, la firma alemana Porsche realizó la presentación de su nuevo SUV deportivo y compacto Macan en Chile.
Sólo dos unidades han llegado al país, pero ya hay expectación. Así lo explicó Tomás Etcheverry, gerente general de Ditec Automóviles, representante oficial de Porsche en Chile, quien agregó que esperan cerrar el año con una venta de 160 unidades de este modelo.
Para Etcheverry, la Macan viene a potenciar la participación de la marca en un mercado que parece estar enganchado en la segunda marcha.
¿Cómo han visto en Ditec este primer trimestre?
Como Ditec, ha sido un primer trimestre positivo. Si lo comparamos con el primer trimestre del año pasado estamos un poco mejor. Sin embargo, se ve un mercado con un poco menos de dinamismo, pero que todavía sigue empujando. Pese a ello, estamos relativamente confiados en el 2014. Hay evidentes bajas en las proyecciones del cierre de mercado y es algo que nosotros también hemos asumido.
La Anac aún no ajusta sus proyecciones. ¿En Ditec estiman que el mercado cerrará más cerca de las 340 o 360 mil unidades?
No, creo que se estará bajo las 340 mil unidades. Estamos viendo que el mercado podría terminar en 320 a 340 mil unidades. Creemos, sin embargo, que el segmento premium toma cada vez más fuerza y quizás no debería verse afectado por la baja en el mercado general.
¿Coincide entonces en que el mercado de lujo crecerá más que el general?
Si miramos la tendencia en los últimos ocho años es algo que ha pasado cada año. Obviamente, hoy día hay un elemento adicional en el análisis, y que tiene que ver con el ruido político y la reforma tributaria. Pero si se mira la tendencia de los últimos años, donde sí pasamos crisis importantes como la del 2008, donde el mercado cayó harto más de lo que estamos proyectando hoy día, se nota que el segmento premium sigue ganando terreno.
¿En las tiendas notan caída en el dinamismo?
Hay algo de menor tráfico, pero por otro lado hemos visto mayor concreción. En todo caso, hay que considerar que el tipo de cambio es más de un 10% más caro de lo que tuvimos en promedio el año pasado, y eso es una variable que pega fuerte.
Ditec trabaja mucho con precios en dólar.
Hay toda una gama de autos premium, que llamamos de entrada, que se manejan en pesos. Esa es la gama que más se ve afectada con el tipo de cambio actual. En los autos que siempre han estado en dólares, por ahí el 10% de aumento en el tipo de cambio no los afecta mucho.
¿Se mantiene la idea de vender algunos modelos, que están en pesos, ahora en dólares?
Lo hemos conversado, pero cuando el dólar se mueve de manera muy brusca en tan corto tiempo, se hace muy difícil poder tener una política de precios en pesos. Pero pensamos que los cambios violentos de dólar se dan en un periodo corto de tiempo y después se tiende a normalizar.
¿Esto ha repercutido en sus compras de autos a las fábricas?
Hemos tenido un poco más de cuidado, por cuanto es un momento donde hay que tener un stock relativamente controlado, y en base a esto hemos ido ajustando levemente las compras.
¿Qué consecuencias puede haber si se aprueba el impuesto al diésel?
Tal como está planteada, la reforma parece tener poco sustento técnico. Se plantea un impuesto a la importación de los autos diésel por un tema de contaminación y está completamente probado que los diésel no son los más contaminante. En nuestro caso, tenemos alternativas de importación, pero lo que preocupa es que hay marcas que tienen menos alternativas.
Nosotros trabajamos con marcas líderes en innovación, tanto en motores diésel como bencineros. Pese a ello, tendríamos que adaptar las estrategias de algunas marcas donde habíamos decidido entrar con vehículos diésel.
Ditec ha apostado por los híbridos, ¿extrañaron que en la reforma no aparecieran incentivos a este tipo de tecnologías más limpias?
Absolutamente, aquí se parte de una base de una reforma que justifica un impuesto al diésel desde la óptica medioambiental, pero no existen incentivos. Eso parece bien extraño. Hoy, tanto nuestras marcas como otras firmas están desarrollando la tecnología híbrida. Claramente, si el sentido del impuesto es el que se plantea debiese
tener una contrapartida donde se incentive autos con consumos inferiores o tecnología híbrida.