(Pulso) En julio pasado, cuando el Ministerio de Hacienda anunció un nuevo mecanismo para atenuar el precio de los combustibles, reemplazando así el Sipco por el Mepco, el ex asesor de microeconomía y modernización de esa cartera en la administración anterior, Salvador Valdés, aseguró que el actual gobierno había hecho suya la propuesta que él mismo elaboró en marzo y que estuvo por un par de días en la página web del ministerio. Hoy, y tras la polémica por la “letra chica” del Mepco, Valdés defiende la forma de medición a través de la bencina de 93 octanos, asegurando que dicho parámetro se viene utilizando hace 23 años, cuando se crearon los sistemas de atenuación del precio de los combustibles.
¿Cómo ve usted esta polémica que se ha generado respecto al Mepco?
Los precios internacionales de los 93 octanos fluctúan de modo distinto de los precios internacionales de 97 octanos. Entonces, es inevitable que en algunas semanas uno suba y otro baje, porque es una realidad externa que no se puede cambiar. Por otro lado, todos los sistemas que se han tenido históricamente han aplicado a todos los octanajes de gasolina el mismo componente variable del impuesto específico, lo que obliga a elegir a uno de esos como referencia, y así ha sido desde 1991 cuando se crearon estos sistemas.
¿Qué le parece que se haya prometido una variación de no más de $5 en la semana?
Es que el problema fue que no se aclaró a qué octanaje se refería; ahí hubo una falencia comunicacional, porque no se explicó la complejidad.
Ahora se está pidiendo ampliar el subsidio a la de 97 octanos. ¿Eso es posible?
Habría que rediseñar por completo el Mepco. Habría que tratar a las gasolinas con distinto octanaje como si fueran distintos combustibles como el diésel, y eso es una ingeniería mayor. Es decir, se puede hacer, pero significaría un cambio muy sustancial.
¿Le parece que se deba suavizar la gasolina de 97 octanos?
Uno debe preguntarse, si la gasolina de 97 es un producto de lujo, ¿por qué el fisco tendría que suavizar ese precio? La de 97 octanos es una gasolina de lujo, medido ingenierílmente en el rendimiento es bastante pequeño, pero en todo caso es un producto de lujo, entonces por qué suavizar los precios a un producto de lujo.