(Diario Financiero) Los cartuchos del mundo empresarial para enfrentar la votación del proyecto de reforma laboral en el Senado están lejos de agotarse. A la férrea oposición se suma ahora una intensa agenda de reuniones privadas con ministros para tratar de plasmar en el texto legal sus propuestas de perfeccionamiento y, además, evaluar posibilidades reales de llegar a un acuerdo político en materias claves.
Así, al menos, quedó de manifiesto ayer en la reunión que se gestó entre los líderes el «Comité Laboral Pro Empresa» -frente que se opone a la iniciativa que impulsa el gobierno- y el ministro del Interior, Jorge Burgos, en las dependencias de La Moneda, donde se evidenció la cautela que prefiere adoptar el gobierno a la hora de evaluar espacio de un acuerdo político en esta iniciativa.
Si bien el encuentro se concentró en las inquietudes de la agrupación frente al articulado, trascendió que el presidente de la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech), Juan Pablo Swett, le consultó abiertamente al ministro si veía espacio para llegar a un acuerdo político en la reforma laboral. Interrogante frente a la cual Burgos eludió una respuesta en particular, reconociendo eso sí que «estaba muy apretada la discusión en el Senado».
A pesar de que los voceros del denominado «frente antireforma» activaron la ofensiva para acercar posiciones con secretarios de Estado y parlamentarios, lo que les permitiría tantear el terreno de posibles acercamientos en determinados puntos de la reforma, hay ciertos matices en el mundo empresarial frente al camino de un acuerdo político amplio.
Uno de los asistentes, de hecho, coincide con las palabras de Burgos, desestimando que sea factible una fórmula que englobe la iniciativa como un todo -como ocurrió con la reforma tributaria-, ya que esto significaría rearmar completamente lo que hoy se conoce.
Por esto, plantea la posibilidad real de acercar posiciones con el gobierno en determinados aspectos que considera cruciales el empresariado como la adaptabilidad laboral.
En esa línea, además, el gerente general de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Fernando Alvear, puso sobre la mesa preocupaciones relacionadas con la huelga pacífica.
Tras la cita, el presidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), Hermann von Mühlenbrock, valoró el encuentro y señaló que están convencidos de que esta reforma va en contra de las personas.
«El ministro dijo claramente que él no era un ministro del área laboral, pero estaba preocupado del tema, que iba a analizar nuestras propuestas con mucha atención», dijo el dirigente. Insistió, de paso, en que «esta es una mala reforma que se va a quedar por muchos años, porque una reforma laboral no se cambia como la tributaria. La reforma tributaria es cambiable. Una reforma laboral no».
El «frente empresarial» se reunirá el 6 de agosto con el ministro de la Segpres, Nicolás Eyzaguirre, y ya están contactando a parlamentarios para entrar de lleno a las negociaciones.
CPC reitera dificultad para aplicar reforma tributaria
Tras encabezar el comité ejecutivo en la casona de Sótero Sanz, el líder de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Alberto Salas, anunció que hoy se reunirá con el subsecretario de Hacienda, Alejandro Micco, para abordar la reforma tributaria.
Según explicó, las ramas que integran la multigremial a través de sus asociados han señalado la dificultad de entender y aplicar esta nueva ley tributaria. «Una prueba fehaciente de eso es que el propio gobierno ha tenido que sacar 50 circulares para explicar cómo se aplica la reforma», criticó.
En ese sentido, reiteró que las ramas continúan trabajando en la identificación de las trabas en cuanto a la aplicabilidad de la reforma y que los asesores tributarios de la CPC se encuentran estudiando las circulares recientemente publicadas. «Pero lo que muestra esto es que es una reforma que necesita reforma y eso lo conversamos con la presidenta de la República en Paracas, en Perú (…) Vamos a explorar caminos de cuáles son las cosas que más complican», dijo.
Consultado si la clave sería establecer sólo un sistema, el máximo timonel del empresariado puntualizó que «obviamente mientras más simple sea, es de más fácil aplicación, de más fácil recaudación y de menos discrecionalidad. Los temas tributarios tienen que ser entendibles. Suena como paradójico que yo haga una ley y tenga que hacer aclaraciones mucho más largas, grandes y específicas para entender la ley». Salas agregó que un solo sistema «es una buena opción», pero aclaró éste no es un tema que esté zanjado por lo que seguirán trabajando.
Cónclave para hoja de ruta
En medio de un intenso año marcado por reformas y una deteriorada economía local, los presidentes de las seis ramas de la CPC realizarán un cónclave a puertas cerradas para definir los nuevas acciones y la hoja de ruta que impondrán en la casona de Sótero Sanz. La cita será el próximo jueves 6 y viernes 7 de agosto en el hotel de la Viña Santa Rita.
La idea, según indicaron fuentes del máximo gremio empresarial del país, es analizar en detalle la contingencia y también definir la mejor fórmula para mejorar la coordinación entre las ramas.
Por esto, no se descarta que se retome el trabajo que dejó en pauta el ex líder de la CPC, Andrés Santa Cruz. En esa línea, Salas dijo ayer que el objetivo del encuentro será pensar y analizar con calma la contingencia y «reflexionar sobre nuestro mejor aporte como gremio, como Confederación, al desarrollo social y económico de Chile».