(El Mercurio) El parlamento mexicano acaba de aprobar la reforma energética impulsada por el Presidente Enrique Peña Nieto que, entre otras medidas, da paso a los privados en la exploración y explotación de hidrocarburos a través de contratos de utilidades compartidas. Si bien las leyes secundarias serán determinantes en el grado de éxito, es claro que la apertura a los privados en este sector es un cambio estructural en la economía mexicana, que dará un nuevo impulso a su crecimiento. El que México con su gran diversidad étnico-cultural y política logre establecer un acuerdo en pos de mejores perspectivas, nos da una gota adicional de esperanza para alcanzar en Chile un pacto social, donde se defina una política energética y medioambiental que nos permita a todos una mejor vida.
Actores públicos y privados analizan PDL de Transición Energética: Piden agilizar discusión
En conversatorio organizado por Transelec, expertos abordaron el avance de esta iniciativa, con énfasis en temas como el almacenamiento de energía y la planificación de la transmisión eléctrica.