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Reconversión a gas natural y auge de la venta de pellets: cómo las empresas se prepararon para el nuevo plan de descontaminación

Abr 3, 2017

Independiente de los plazos de la tramitación, el mercado ya está haciendo inversiones, ajustes y recambios. La medida más probable de implementar este año es la prohibición de la calefacción a leña, por lo que en este segmento ya se prevé un aumento de la venta de pellets.

(El Mercurio) Varias empresas estaban listas y con inversiones hechas. Es que al margen de los dimes y diretes que levantó la postergación del nuevo Plan de Descontaminación de Santiago, en el rubro industrial, en el mercado de la calefacción y en el automotor, ya se habían concretado cuantiosas inversiones para hacer frente a la restricción vehicular permanente para vehículos con sello verde anteriores a 2011 -que ya no se aplicará este año, sino el 2018-, y a la prohibición del uso de leña, cuya puesta en marcha dependerá de cuándo salga aprobado el documento por la Contraloría, cuyo plazo legal es de 15 días hábiles prorrogables hasta completar 30.

¿Las medidas? Reorientar el negocio hacia la calefacción con pellets, en el caso del consumo domiciliario, y reconversión de petróleo a gas natural, en varias industrias, además de cambios en el parque de camiones. En el rubro automotor, en el mercado preveían un alza de ventas para este año de autos nuevos y usados, por la restricción permanente a los catalíticos anteriores a 2011.

El mercado de estufas a pellets está creciendo del orden de 300% anual

Cristián de Amesti, gerente general de Amesti, plantea que las estufas a leña vienen reemplazándose desde hace años en la Región Metropolitana. «Las ventas en Santiago son muy bajas desde hace varios años y seguirán disminuyendo, debido al desprestigio que las autoridades han causado a la leña. Las ventas de estufas a leña en la RM son menos del 3% (de su total comercializado) y gran parte de ellas se instala en casas de veraneo o montaña», afirma.

En cambio, el mercado de estufas a pellets está creciendo fuertemente, del orden de 300% anual, indica De Amesti, quien, en todo caso, cree que el plan no debió apuntar a prohibir la leña, sino que debió regular las emisiones de humos contaminantes.

Bosca también asegura que sus ventas no se verán afectadas, pues desde hace muchos años que no comercializan aparatos a leña en la Región Metropolitana, dice Roberto Ossandón Irarrázabal, presidente de Bosca Chile. Agrega que si bien las estufas a leña no pueden reconvertirse a otros combustibles, hay opciones, como adaptar las instalaciones (tubos), a los calefactores a pellets, «lo que implica un importante ahorro al momento de comprar uno de este tipo», precisa.

Felipe Salazar, gerente comercial de Ecomas -firma que provee de pellets y que estima que anualmente se importan al país más de 2.000 calefactores a este combustible-, prevé alzas en el consumo. Cree que si en 2016 la demanda de pellets fue de 60 mil toneladas totales en el país -50% proveniente del sector industrial e institucional y 50% domiciliario-, este año se consumirán 72 mil toneladas, un alza del 20%, y crecerá el segmento domiciliario, que llegará a representar el 65% de la demanda.

«El crecimiento hoy lo marca el domiciliario fuertemente, ya que el segmento restante se mueve frente a los cambios del precio de los fósiles. Por la caída del precio del crudo, el pellet perdió competitividad, sumado a que las inversiones en este tipo de tecnologías se hacen poco factibles en una economía como la que enfrentamos», señala.

Desde 2014, Ecomas ha invertido más de un millón de dólares en activos en su planta de pellet en Los Ángeles para hacer frente al alza en la demanda, dice Salazar.

Según sus cálculos, mientras la bolsa de pellets, de 18 kg, llegó a costar $5 mil en 2014, este año el precio se estabilizará entre $3.500 y $4.000.

$5 mil llegó a costar la bolsa de pellets de 18 kg. Este año el precio se estabilizará entre $3.500 y $4.000, estima Felipe Salazar, gerente comercial de Ecomas.

AES Gener invirtió más de US$ 6 millones en reducción de emisiones de Nueva Renca

La Central Nueva Renca, de AES Gener, opera con gas natural, por lo que no emite cantidades significativas de material particulado (MP) ni dióxido de azufre (SO2), asegura la compañía. Por ello, se han concentrado en la reducción de emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx), gas precursor del material particulado fino (MP 2,5). Ya en 2010 invirtieron más de US$ 6 millones en la instalación de un equipo de reducción catalítica en esta central, señala.

La compañía afirma estar en buen pie para cumplir con las exigencias del nuevo plan y valora el desarrollo de proyectos de compensación entre distintos rubros de la economía. «Nuestra compañía se encuentra trabajando y evaluando iniciativas que puedan transformarse a futuro en proyectos de compensación dentro de la Región Metropolitana», afirma AES Gener.

El Plan de Descontaminación profundiza la lógica de las compensaciones ya existente. Esto es, cuando una industria nueva inicia operaciones o una existente aumenta sus emisiones, debe compensarlas en un 120%. En otras palabras, por cada kilo que emite debe retirar 1,2 kilos de emisiones de fuentes existentes, con las que tiene que negociar la compensación, a través de un incentivo económico. Con esto, se produce una disminución neta de emisiones.

El nuevo plan tiene cosas buenas y otras no tan buenas, dice Luis Cifuentes, profesor de la escuela de ingeniería de la UC y director de GreenlabUC. La buena es que ahora se pueden intercambiar reducciones entre diferentes contaminantes precursores del material particulado fino, óxidos de nitrógeno, anhídrido sulfuroso y partículas. Esto da mucha flexibilidad al sistema de compensaciones -agrega-, pero también se redujo la exigencia de compensación: «Si antes la nueva fuente emitía 100, tenía que buscar la forma de que otras fuentes retiraran emisiones por 150. Este requisito se bajó a 120, lo que no es necesario (…) Exigir una compensación menor reduce el efecto de esta medida», dice el experto.

Coca-Cola Andina, CCU y Carozzi ya reemplazaron en sus plantas el petróleo por gas natural

La única planta embotelladora de Coca-Cola Andina en la Región Metropolitana es la de Renca, complejo que reemplazó a su antiguo complejo en Carlos Valdovinos, que funcionaba con petróleo. Desde que Renca comenzó a operar, en 2012, funciona con gas natural, afirma José Luis Solorzano, gerente general de Coca-Cola Andina Chile.

Además de este recambio, el año pasado la empresa adquirió una flota de 151 camiones de distribución nuevos, que generan 75% menos de material particulado, lo que significó una inversión de US$ 10 millones, detalla el ejecutivo.

Carozzi plantea que desde 2011 viene haciendo inversiones para adecuarse y que a la fecha han desembolsado US$ 150 millones, particularmente en el plan de modernización del centro industrial de Carozzi en Nos.

Santiago Valdés Birrel, gerente División Chile de Carozzi, explica que en 2009 cambiaron el combustible de la Planta de Nos de diesel a gas natural. «La norma vigente limita las emisiones de material particulado (…) Nosotros llegamos a un máximo de 10 mg/m3, mientras que la nueva norma exige cumplir con 20 mg/m3. Al comienzo de la ley ya vamos a estar cumpliendo muy por sobre lo que exigirá la normativa», precisa.

En CCU aseguran que sus instalaciones en la Región Metropolitana fueron oportunamente reconvertidas a gas natural , por lo que destacan que ninguna de las fuentes fijas de CCU ha sido afectada por los planes de emergencia. «Nos permitirá adaptarnos al nuevo plan sin realizar grandes inversiones», afirma la empresa.

[Plan de mitigación de gases de efecto invernadero para el sector energía comienza proceso de consulta pública]

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