(EFE) Un grupo de pobladores de Apawás, sitio que será inundado para construir la represa más grande de Nicaragua, protestaron frente a la Procuraduría General de la República (PGR), por la falta de pago de las indemnizaciones prometidas por parte de Centrales Hidroeléctricas de Nicaragua (CHN).
«Necesitamos que nos aclaren, CHN culpa al gobierno, el gobierno culpa a CHN, lo que queremos es el pago», dijo la líder de los reclamantes, Isabel Díaz, a periodistas.
CHN es la firma que desarrolla el proyecto hidroeléctrico Tumarín, cuyo costo es de US$1.100 millones y tendrá una capacidad instalada de 253 megavatios, el 50% del consumo energético de Nicaragua.
Los pobladores de Apawás, un pueblo ubicado en el municipio de La Cruz de Río Grande, en la Región Autónoma Atlántico Sur (RAAS), exigen el pago de sus propiedades, valoradas cada una en un mínimo de 1.500 dólares.
«Ya tenemos acuerdos firmados con la empresa y no nos ha cumplido, somos 400 familias, más de 10.000 manzanas, llevamos 10 meses en espera», especificó José García, otro líder de los manifestantes.
CHN ha reconocido que el problema del pago de tierras es una de las razones por las que lleva más de dos años de retraso en el inicio de la construcción, pero también ha anunciado que iniciará los movimientos de tierra a fines del presente año.
Los pobladores de Apawás llevan tres semanas protestando en distintos puntos de Managua.
El espejo de agua de la represa que necesita construir CHN medirá 40,75 kilómetros cuadrados de extensión, y estará ubicado a 410 kilómetros al este de Managua.
Nicaragua pretende llegar a consumir un 80% de su energía de fuentes renovables para 2019. Actualmente su consumo de energías limpias es un poco superior al 50 %.
Nicaragua ocupó la posición número tres del índice regional de energías limpias de América Latina Climascopio 2013, detrás de Brasil y Chile.