(Pulso) De forma silenciosa, pero persistente, el precio de las bencinas ha mantenido este año una trayectoria ascendente. Así, desde principios de febrero a la fecha, el valor de las gasolinas ha subido en todos los octanajes: la de 93 aumentó $65, cotizándose hoy a $715 promedio; la de 95 octanos escaló $67 para situarse en niveles de $759; y la de 97 octanos se incrementó en $75 para ubicarse sobre los $800. Pese a estos aumentos, los precios se sitúan todavía lejos de sus máximos históricos.
Si bien estas alzas han sido sostenidas, el Mecanismo de Estabilización de Precios de Combustibles (Mepco) ha actuado amortiguando incrementos mayores. Su funcionamiento impide que el alza por semana supere los $5,2.
Este efecto se debe a que funciona con dos tipos de impuestos: uno fijo, que cobra 6UTM para la gasolina y 1,5 UTM por metro cúbico para el diésel; y otro variable que se publica por decreto todos los miércoles, donde se registran los movimientos de parámetros considerando la comparación entre precio de paridad y una banda de precios de referencia, todos definidos en moneda nacional. Debido a este impuesto variable, el Fisco recauda o deja de hacerlo.
Según cálculos de Rodrigo Cerda, director alterno de Clapes-UC, desde el 1 de enero hasta el 11 de junio por gasolinas el Fisco ha dejado de recaudar por el funcionamiento del Mepco unos US$ 53 millones de dólares. Mientras que en el mismo período para el petróleo diésel el Estado dejó de recibir unos US$14 millones.
Causas
Michelle Labbé, economista de Econsult, explicó las causas tras estas alzas de las gasolinas: “El precio del petróleo ha subido consistentemente y junto a ello, también ha subido el precio de los combustibles a nivel internacional y el precio del dólar”.
El 13 de enero de este año el valor del petróleo Brent -que se utiliza como referencia para precios locales -se cotizó a un valor mínimo de US$45,09 por barril. Desde ese momento hasta el cierre de ayer el crudo volvió a US$63,42 por barril, anotando una alza de 40,65%.
La tendencia anticipa que el barril seguirá subiendo hasta buscar un precio de equilibrio, que según los analistas estaría en torno a los US$65 el barril. Otro de los factores que ha influido en el incremento de la bencina es la trayectoria alcista del dólar: Desde su mínimo de $595, 60 el 14 de mayo, ayer cerraba en $ 631,30, subiendo $35,7.
Para los próximos meses la economista afirmó que “es probable que el precio de las bencinas continúe subiendo, ya que todavía el petróleo debe encontrar su valor de equilibrio”.
En esa línea, el director de Hermann consultores, Jorge Hermann, argumentó que “la principal causa del alza de la gasolina es la depreciación del tipo de cambio. Por ejemplo el tipo de cambio promedio semanal en un mes se ha depreciado $ 30, mientras que el petróleo Brent ha estado estable entre los 60 y 64 dólares el barril”.
Para las próximas semanas el experto añadió que “el panorama para el petróleo dependerá por una parte de las presiones a la baja por los altos inventarios de crudo en Estados Unidos, que alcanzan los 470 millones de barriles, y de las presiones al alza por un mayor crecimiento de la demanda mundial de petróleo, sumado a los riesgos geopolíticos en Medio Oriente y el norte de África, debido a la inestabilidad institucional reinante”.
[Radiografía a las fuentes energéticas en el transporte urbano]