(Estrategia) Los pequeños distribuidores de combustibles, han profundizado sus complicaciones financieras, tras el alza de la concentración en la industria donde Copec del grupo Angelini y Enex de los Luksic suman más del 80% del sector si se consideran las ventas totales. Por sí solo, el primer conglomerado abarca el 60% de los ingresos, y en los últimos años no se ha alejado de esa cifra.
Y recientemente, los distribuidores de combustibles de menor tamaño, en su mayoría fueron los que se quedaron con las 61 bencineras Shell y Terpel que tuvo que rematar Enex, obligada por la Corte Suprema. Estas pymes cuentan, después de esta operación, con casi un 11% de las estaciones de servicio del país, lo que representa sobre 200.
En esa línea, Copec cuenta con más del 40% de las estaciones de servicio a nivel nacional, con poco más de 600, mientras que Enex suma cerca de un 32% con aproximadamente 500 puntos de venta de bencina. Por su parte, el gigante brasileño Petrobras tiene cerca del 17% de las operaciones de distribución minorista de combustibles, sobrepasando las 260.
Esta industria vende anualmente unos US$15.000 millones, y debido a la fuerte concentración –encabezada por Copec y por ENAP, que provee más del 70% de los combustibles en el país-, ha visto entrar y salir una gran cantidad de actores internacionales, como es el caso de Esso, que aunque cuenta con importantes espaldas financieras no han sido capaces de introducir mayor competencia a este mercado.