(Pulso) Acciones en puertos desde Iquique a Punta Arenas; en minas como Angloamerican y Codelco; intervención en lugares céntricos de distintas ciudades del país; bloqueos de rutas, barricadas y hasta una manifestación fuera del ministerio del Trabajo fueron las medidas que adoptaron los trabajadores que se sumaron a la convocatoria de paro y movilización, realizada por los sindicatos de los sectores estratégicos.
Las movilizaciones ayer se extendieron desde las 02.00 horas hasta las 12.00 horas.
Lo que ocurrió, dicen sus dirigentes, es una de las primeras acciones para demandar un perfeccionamiento profundo al proyecto que se discute en la comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados.
[Dirigentes gremiales adelantan el impacto de la reforma laboral sobre sus sectores]
“Queremos ser muy claros: los trabajadores no estamos en contra de las reformas y los cambios, al contrario queremos profundizarlos y que efectivamente se empareje la cancha”, señaló el presidente de la Confederación de Trabajadores del Cobre (CTC), Manuel Ahumada, al realizar un balance de la jornada.
Pero Ahumada no sólo se refirió a lo que se buscó con esta movilización que advirtió podría ir en ascenso. También apuntó al sector empresarial. “La CPC y el mundo empresarial tienen una histeria colectiva, en una posición de ultra derecha. Incluso cuando el Fondo Monetario Internacional da cuenta de que la negociación colectiva es la principal herramienta para poder distribuir mejor las riquezas de un país”, agregó el presidente de la CTC.
En tanto, la ministra del Trabajo, Javiera Blanco, se refirió a esta movilización, indicando: “yo los invito a que el debate (por la reforma) se pueda hacer con altura de miras y respeto. Si son videos o marchas, en la medida que estén en el marco de la no violencia, no hay problema, estamos en democracia, pero también creo que el diálogo hoy se debe dar en el Parlamento”.
Postura empresarial
Esta arremetida en contra del empresariado y la movilización de ayer, no dejó indiferente a los representantes de los gremios que componen la CPC (Confederación de la Producción y del Comercio), quienes tras el comité ejecutivo, salieron a rechazar las medidas adoptadas por los trabajadores.
El presidente de la multigremial, Alberto Salas, señaló : “no comparto las expresiones de fuerza, ni de violencia. Esto mueve a insistir que el proyecto afecta de diferentes maneras a distintos sectores, y en consecuencia, hay que dialogar, sentarse a conversar, y buscar qué elementos comunes tenemos, en una reforma tan importante para la productividad, para lograr, a partir de esos puntos comunes, tener una mejor reforma”.
Esta paralización de actividades y movilización en algunos sectores estratégicos del país, hizo que desde el empresariado se reactivara la demanda por sanciones a huelgas ilegales, que hoy no está regulado en el Código del Trabajo y mucho menos en el proyecto de reforma laboral.
Sin embargo, cuando a principios de marzo la CPC realizó su exposición en la comisión de Trabajo de la Cámara, planteó esa solicitud.
“Hay que sancionar de forma efectiva los paros ilegales y la violencia en contra de los bienes y los demás trabajadores de la empresa, y contemplar efectos concretos de estas conductas indebidas en el ámbito laboral que desincentiven concurrencia y las hagan ineficaces”, dijo en esa oportunidad el gerente general de la CPC, Fernando Alvear.
Una demanda que para el presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Ricardo Mewes, es necesaria reactivar dado los hechos ocurridos ayer. “Acá se están haciendo huelgas ilegales, que ni siquiera corresponden al marco de una negociación colectiva, y a nadie le pasa nada; eso es grave porque se está vulnerando el Estado de Derecho, y es algo que la autoridad debiera corregir rápidamente”, dijo.
Una visión que fue compartida por el presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura, Patricio Crespo, quien indicó que “este es un abuso (paro y movilizaciones). La huelga ilegal es un atentado a los derechos de la ciudadanía y al cumplimiento de sus deberes. Aquí hay algo que no se está bien equilibrado. Nosotros lo planteamos (sanciones a huelgas ilegales), pero no ha habido el diálogo con la autoridad, ahora esperamos que este tema se pueda conversar “.
Por su parte, el presidente de Asoex, Ronald Bown dijo que era más partidario del diálogo que de ejercer sanciones. “Necesitamos que existan convicciones que se logran cuando los sectores se unen de manera permanente en un diálogo, que permita dirimir las eventuales diferencias”.
En la CPC, ayer también se fijaron líneas de acción en cuanto al debate de reforma laboral. En ese contexto, y según presidentes de gremios, habría un consenso en que será en el Senado donde puedan generar el “diálogo faltante” e incorporar algunas de sus miradas.
En ese escenario, no se descartó por uno de los presidentes, seguir una estrategia mediática, como el video del empresariado por reforma laboral, para poder ser escuchados.