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Ley Miscelánea y espacios colaborativos de mejoras

Ley Miscelánea y espacios colaborativos de mejoras

La Ley 20.936, promulgada en 2016, que reestructura el segmento de Transmisión de electricidad, y crea la figura de un Coordinador independiente, constituyó un hito histórico en materia de políticas públicas, no solo por los significativos cambios que introdujo en el marco regulatorio del sector eléctrico, sino además por la forma en que fue conducida, propiciando la participación abierta y transparente de diversos actores que, a su vez, respondieron con una colaboración activa y con las alturas de miras que este desafío requería. Como resultado de este trabajo mancomunado se conceptualizó un proyecto que logró dar solución a una gran cantidad de problemáticas del sector, pero que, evidentemente, admite espacios de mejora.

Uno de los elementos corresponde a la necesidad de otorgar mayor flexibilidad a la planificación zonal, aún más cuando las decisiones de inversión son tomadas bajo un ambiente de mayor incertidumbre que en Transmisión Nacional. Esto se explica por los vasos comunicantes que existen con el mundo de la distribución, en el que es necesario abastecer una demanda que puede ser altamente variable a nivel local y de rápida penetración de generación distribuida.

La flexibilización del mecanismo de calificación de instalaciones de transmisión también admite una revisión, a fin de que los criterios plasmados en la ley permitan que la clasificación refleje adecuadamente la “vocación” de uso de la instalación.

Por otra parte, sería recomendable modificar el mecanismo de participación en los comités consultivos de la CNE, eliminando la restricción de que el interesado en revisar una norma participe del mismo.

Finalmente, las restricciones respecto de la participación de las empresas transmisoras en otros segmentos (artículo 7, LGSE) es otro tema a revisar. Considerando que bajo el nuevo esquema el desarrollo del sistema de transmisión se realiza centralizadamente, y por tanto, las empresas no poseen injerencia alguna en él, es valido preguntarse si dicha prohibición tiene sentido o podría ser un elemento que limite la competencia al restringir la entrada de nuevos agentes en los segmentos de generación y transmisión.

Como siempre, vemos con mucho optimismo y ponemos toda nuestra voluntad y disposición de aportar activa y significativamente en la discusión de la Ley Miscelánea que anunció el Ministerio de Energía para abordar estos perfeccionamientos.

La relación entre agua y energía

La relación entre agua y energía

El nexo energía-agua-industria alimentaria es un tema que desencadena desafíos económicos y sociales entre numerosas partes interesadas.

En un informe titulado “Agua para la Energía”, realizado por el World Energy Council, se destacó la relación que tienen estos dos elementos. Desde entonces, se han desplegado avances tecnológicos como mejoras en los procesos de desalinización y reutilización del agua de extracción de petróleo para reducir la huella hídrica de energía.

Las tecnologías para hacer que la infraestructura energética sea más resistente a los riesgos planteados por este nexo a menudo aumenta el costo del desarrollo. Por lo tanto, la escala de financiamiento requerida es significativa y el sector privado tendrá un papel crucial para enfrentar este desafío.

La energía es el segundo mayor usuario de agua dulce después de la agricultura. Además, los riesgos planteados por la relación energía-agua-alimentos serán más significativos debido a la creciente demanda de estos. Asimismo, existen análisis del cambio climático natural que destacan que entre 2014 y 2069, las reducciones en la capacidad de agua utilizable podrían afectar a dos tercios de las 24.515 centrales hidroeléctricas analizadas y más del 80% de las 1.427 centrales termoeléctricas evaluadas.

Es importante señalar que una cooperación transfronteriza es clave: 261 cuencas internacionales transfronterizas cubren el 45% de la superficie terrestre del planeta, sirven al 40% de la población mundial y proporcionan el 60% del volumen total de agua dulce de la tierra. Esto afecta la operación de las infraestructuras energéticas planificadas y propuestas, y existe la necesidad de garantizar que existan marcos adecuados de gestión transfronteriza del agua.

Para mitigar las limitaciones de recursos, será necesario reducir aún más la cantidad de agua necesaria para la producción de energía. Los primeros análisis indican que la huella hídrica general del sector de la energía podría reducirse si las energías renovables como la eólica, la fotovoltaica o el gas natural produjeran más potencia o calor, ya que muestran un consumo de agua comparativamente bajo, así como los cambios técnicos a las infraestructuras existentes también pueden ayudar a mitigar los riesgos de la relación. Aun así, definir qué tecnología es la mejor solución disponible requiere del uso de metodologías caso a caso, que tengan en cuenta las sensibilidades geográficas y sociales únicas de una región.

Es importante que los gobiernos mejoren el monitoreo de los recursos hídricos y se implemente una buena gobernanza del agua, a fin de facilitar la planificación de la infraestructura de energía, al reducir el riesgo de políticas imprevistas o cambios regulatorios con respecto al uso del agua en el futuro.

La nueva relación entre energía y consumidor

La nueva relación entre energía y consumidor

La urbanización y el crecimiento demográfico de las ciudades nos invitan a reflexionar. Más del 80% de la población mundial vive en la ciudad y la proyección indica que este fenómeno seguirá en aumento.

En Enel X creemos que la energía eléctrica es la fuente de energía más eficiente y sostenible para el desarrollo de las ciudades, pues tiene la ventaja de ser la única que se puede generar desde el punto de consumo. Esto, a su vez, permite satisfacer necesidades de climatización, agua caliente, transporte, entre otros, sin generar contaminación.

Movilidad eléctrica cero emisión, Netbilling o generación fotovoltaica, alumbrado público LED, calefacción eficiente sin contaminación intradomiciliaria y paneles solares para calentamiento de agua sanitaria, son algunas de las tecnologías que ya son una realidad en el país y llegaron para quedarse.

Sin embargo, aún estamos viviendo el proceso de una nueva forma de entendimiento y relación entre los consumidores de energía y la red eléctrica propiamente tal. Ese proceso establece derechos a los usuarios en todos los segmentos, pero también deberes, principalmente relacionados a la seguridad y calidad, que necesitan ser comprendidos y puestos en práctica por quienes libremente optan por acogerse a estas nuevas alternativas.

Hay varias cosas y situaciones que ejemplifican cómo el mundo está cambiando y cómo nos estamos adaptando a las nuevas tecnologías que hace años eran impensadas. Por ejemplo, desde la publicación de la Ley 20.541 de generación distribuida, los consumidores tienen la opción de instalar paneles fotovoltaicos para sus hogares y así autogenerar su propia energía y el excedente inyectarlo a la red y venderlo.

Enel X se convirtió en un actor relevante en proveer el servicio de sistemas fotovoltaicos para los hogares. Además, implementó el primer prototipo de ciudad inteligente de Chile, “Smartcity Santiago”.

Iniciativas como estas, no solo permiten poner a prueba las tecnologías del futuro, sino también recibir información en línea para tomar mejores decisiones. En este sentido, redes y plataformas digitales interconectadas hacen posible un uso más eficiente de la energía, contribuyendo a la productividad, rentabilidad e incluso, el control de costos, todos relacionados a la eficiencia energética y la posibilidad de gestionar los consumos. De manera progresiva, también se ha ido integrando el sistema de medición inteligente.

Hoy la movilidad eléctrica ya es una realidad. Ha sido impulsada decididamente a través alianzas público-privadas porque es una energía limpia, eficiente y de menor precio en comparación con otros combustibles. Pronto se integrarán formalmente 100 buses eléctricos al sistema de transporte público, ratificando el convencimiento del Gobierno que la electromovilidad es la tecnología del presente y futuro. Estamos convencidos que si trabajamos colaborativamente y alineados, tanto la empresa privada, el Gobierno y la comunidad, construiremos un entorno más amigable con el medio ambiente y una ciudad donde todos nos sintamos orgullosos de ser parte de ella.

Una visión del futuro de la energía que cada día está más cerca

Una visión del futuro de la energía que cada día está más cerca

Recientemente el Comité Ejecutivo de Escenarios Energéticos tuvo la oportunidad de entregar a la ministra de Energía, Susana Jiménez, el documento: El Futuro de la Energía en Chile. Factores de cambio y tendencias, que recogió el trabajo de un proceso participativo que involucró este año a más de 200 actores multisectoriales y organizaciones de la sociedad civil.

Este ejercicio permitió detectar varias tendencias específicas que hemos denominado como las “cinco Ds”: la disminución de los niveles de intensidad de emisiones de carbono y de contaminantes locales (Descarbonización y Descontaminación), el mayor nivel de Descentralización y la energía Distribuida, y el avance de la Digitalización.

Estas tendencias pueden ser consideradas una oportunidad para un desarrollo sustentable del país, en términos sociales, ambientales y económicos e implican enormes posibilidades para la generación de nuevos negocios y para favorecer una ciudadanía activa, con menor conflicto social, menor contaminación y mayor calidad de vida.

Este trabajo permitió identificar una serie de aspectos regulatorios, culturales, financieros y de capital humano que habilitan estas megatendencias. Algunos de ellos han sido incluidos en la Ruta Energética, como la Ley de Distribución Eléctrica, la modificación de la Ley Orgánica de la SEC, la Ley de Eficiencia Energética y la Ley de Cambio Climático incluida en el Programa de Gobierno 2018-2022. Otros fueron mencionados, como la regulación de servicios complementarios y los instrumentos de precio al carbono, pero el ejercicio de este documento también detectó necesidades adicionales relevantes como la incorporación legal de la figura de comercializador, la necesidad de un marco regulatorio de construcción sustentable, y la integración de criterios ambientales y sociales en las licitaciones de proyectos de transmisión.

El documento coincide en la relevancia de comprender las implicancias del alto nivel de inequidad país en el sector energía tal como lo dice la Ruta Energética del Gobierno. Será importante poner especial atención al almacenamiento, la energía solar y los nuevos modelos de negocio, que implicará analizar en detalle los desafíos regulatorios, financieros, culturales y de creación de capacidades que traen consigo. En el caso del almacenamiento, es crucial avanzar en la Ley de Distribución, desarrollar programas piloto que fomenten experiencias a nivel de distribución y analizar su rol en el sistema energético y su remuneración de servicios complementarios.

Cada vez será más difícil trazar una planificación detallada para el desarrollo del sector, dada la velocidad de los cambios de las tecnologías específicas. Será relevante fomentar las megatendencias, y apoyar decidida y rápidamente las oportunidades. En este sentido, adoptar una estrategia pasiva, consistente meramente en dejar que las diferentes tendencias se desplieguen (o no), no parece ser, a nuestro juicio, la que mayor beneficio traerá al desarrollo del país.

El zinc se suma a las alternativas para el litio en el desarrollo de baterías eléctricas

El zinc se suma a las alternativas para el litio en el desarrollo de baterías eléctricas

(El Mercurio) En los últimos seis años, 110 pueblos en África y Asia recibieron su energía de paneles solares y baterías que usan zinc y oxígeno. Las baterías son la base de un innovador sistema de almacenamiento de energía creado por NantEnergy, una compañía propiedad de Patrick Soon-Shiong, un empresario de biotecnología y cirujano originario de Sudáfrica.

El caso fue destacado por The New York Times como uno de los desarrollos que pueden competir con las baterías de iones de litio, que han sido el enfoque hasta ahora para el almacenamiento de energía a gran escala y los vehículos eléctricos. Chile es uno de los principales productores globales de litio. La demanda del mineral, especialmente por la electromovilidad, ha subido su precio y los incentivos de científicos para buscar sustitutos.

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El Dr. Soon-Shiong, cuya compañía obtiene su zinc de Indonesia, ha citado la abundancia del mineral. EE.UU. representa cerca del 5% de las reservas mundiales de zinc, el 7 por ciento de la producción y la mayoría de las minas están en Alaska, según Sri R. Narayan, profesor de química en la Universidad del Sur de California. Australia y China tienen aproximadamente la mitad de las reservas mundiales y se encuentran entre los mayores productores.

Narayan dice que las reservas de litio solo representan una vigésima parte de las del zinc, pero agrega una nota de precaución. «A la tasa actual de producción de zinc, las reservas durarán unos 25 años», dice. «No está claro, a partir de las reservas disponibles, si habrá suficiente zinc para soportar la enorme necesidad que resultará de la demanda de baterías a escala de red».