septiembre 14, 2012 | Industria
(Pulso) Una de las primeras inquietudes cuando comenzó a plasmarse el proyecto de carretera eléctrica pública era saber quién pagaba su construcción. Punto que se resolvió rápidamente: sería de cargo de los clientes finales.
Pero esta situación no implicará, necesariamente, un aumento de las cuentas de la luz, sino todo lo contrario, según cree Andrés Kuhlmann, gerente general de Transelec, el principal actor del negocio de transmisión eléctrica del país. Destaca que la iniciativa permitirá distribuir de mejor forma la generación entre los distintos nudos, permitiendo que se privilegie la energía más barata en forma pareja.
Según el ejecutivo, la carretera eléctrica tendrá un efecto marginal en las cuentas de los clientes, aumentando el valor por uso del sistema troncal en cerca de 20%. Este valor representa apenas el 1,5% de la cuenta que pagan los clientes finales, por lo que el impacto que tendrá es de apenas el 1% de la tarifa final.
Pero esto no es todo: según los cálculos de la empresa, el impacto que tiene para el sistema completo la persistencia de algunos cuellos de botella es de 100%, por lo que al eliminar estos escollos el efecto neto será una reducción de la tarifa de la luz.
Hoy el costo del sistema troncal representa el 1,5% del costo total de la energía que paga el cliente final. Todo lo que estamos hablando, de tener una red más robusta, más fuerte, a tiempo, con holguras, tiene un costo, que es adicional y que significará un porcentaje de aumento de costo. Pero un 10% de eso es menor de 1 % de la cuenta final. Lo que estamos viendo, producto de los cuellos de botella, son aumentos de 100%”, explicó Kuhlmann.
El ejecutivo reafirma que se trata, finalmente, de un proyecto que generará beneficios y reducciones de costos. “La carretera eléctrica generará una inversión en transmisión muy rentable. No tiene ninguna relación en la rebaja en el precio de la cuenta total. La cuenta final va a ser mucho más baja. Eso lo aseguro”, agregó.
Críticas
No obstante, este será uno de los puntos que, se anticipa, marcará la discusión en el Parlamento, porque se cree que, finalmente, los usuarios no tienen responsabilidad en la falta de inversión en transmisión eléctrica, ni mucho menos de que los proyectos de generación tengan errores que termine por botarlos en su tramitación o incluso después de ese proceso. Esto se resolvió, por parte del Ejecutivo, en que serán los clientes quienes pagarán la construcción de estas obras.
El ministro de Energía, Jorge Bunster, refrendó esto y agregó otro elemento: el proyecto reducirá el riesgo de apagones. “En la casa se va a reflejar en que se va a tener menor riesgo de cortes de suministro. El sistema actual es seguro, pero esto va a dar más y estabilidad”, dijo.
Gerente general de Transelec: «La disposición es buena, pero hubo poco tiempo para opinar»
Según Andrés Kuhlmann, el proyecto de carretera eléctrica recoge bien el diagnóstico de la situación por la que atraviesa el país, pero señala que hay varias cosas por corregir. ”La disposición (del gobierno respecto del proyecto de ley) ha sido buena, pero hubo muy poco tiempo para opinar. En ese tiempo hicimos ver nuestros puntos de vista. El proyecto recoge bien el diagnóstico claro, no hay dudas ni interpretaciones en ese sentido”, cree el gerente general de Transelec.
¿Qué cosas hubiera corregido del proyecto de ley?
Hay algunos temas que deberían ser mejor resueltos o que necesitan especificarse mejor, que es lo que planteamos como atributos esenciales de las líneas de transmisión. Esos atributos no los inventó Transelec, pero no están explícitamente nombrados en la estrategia. Lo único que se habla es que se alarga el plazo de planificación, pero alargar el plazo de planificación sin asegurar que esos atributos estén incluidos no arregla el problema. Yo sé que el concepto va en ese sentido, pero hay que explicitarlo mejor. El otro punto es el tratamiento de los permisos medioambientales.
¿Qué propone Transelec en ese sentido?
En la ley de carretera eléctrica el Estado se hace cargo de definir la ruta y del levantamiento de toda la información ambiental. Se requiere que ese trazado venga con un nivel de preaprobación que no se discuta. Si se asume el trazado y después es judicializado, no ganamos nada. Ahí hay que ser más específico y concreto para clarificar el tema.
Fuente / Pulso
diciembre 27, 2011 | Industria
(El Mercurio) Una de las mayores preocupaciones que enfrenta el Gobierno en materia energética es el reforzamiento del sistema de transmisión, cuyas inversiones son claves para conducir la electricidad adicional que año a año demanda el país.
Para superar el déficit que hoy enfrenta el Sistema Interconectado Central (SIC) en la materia, a mediados de 2011 el Ministerio de Energía lanzó una licitación pública internacional por US$ 900 millones.
Esto, para extender y fortalecer las líneas de transmisión y evitar apagones como el de fines de septiembre, que dejó sin luz a cerca de nueve millones de personas. En esa oportunidad, el sistema de transmisión falló a nivel de subestación Ancoa.
Y pese a la importancia que reviste el plan de obras impulsado por el Gobierno, la principal empresa de líneas de transmisión del país, Transelec, tomó la decisión de no participar en gran parte de los proyectos aludidos.
De los US$ 900 millones en inversiones que se están subastando, la firma eléctrica sólo buscará adjudicarse obras por cerca de US$ 200 millones. Esto, porque la compañía de capitales canadienses-que opera el 85% del sistema energético que va desde Taltal (Tercera Región) hasta Chiloé (Décima Región)- sólo irá por la construcción de la subestación seleccionadora Lo Aguirre, etapa I (US$ 69 millones); la instalación de un CER 100/-60 MVAr en subestación Cardones (US$ 20,7 millones); y la nueva línea Cardones-Diego de Almagro de una capacidad de 2×220 kV (US$ 37 millones), todas obras que reforzarán el sistema.
En tanto, la firma desistió de participar en el proyecto de una nueva línea de 2×500 kV desde Charrúa a Ancoa (US$ 140,4 millones); el tendido de 2×220 kV entre Ciruelos y Pichirropulli (US$ 45,5 millones); la línea Polpaico-Pan de Azúcar de 2×500 kV (US$ 280 millones); el tendido Maitencillo-Cardones de 2×500 kV (US$ 79,3 millones), y Maitencillo-Pan de Azúcar de 2×500 kV (US$ 130,1 millones).
El Gobierno ya fue informado por Transelec de su decisión de no ser parte de estas licitaciones.
Según fuentes conocedoras de la decisión de Transelec, ésta responde a los altos riesgos que asumiría de no cumplir con los plazos establecidos por las bases para la puesta en marcha de cada uno de los proyectos.
Esto, porque las bases de licitación estipulan que si una compañía no cumple con los tiempos para poner en servicio las obras, se procederá a cobrar las boletas de garantía, aplicar multas por días de atraso, además de compensaciones asociadas a los costos por la congestión que provocaría la postergación.
Además, conocedores del tema destacan que las sanciones son altas e ilimitadas, por lo que se podría producir un alto sobrecosto en las inversiones estimadas en un principio por la compañía que se adjudica la obra de transmisión.
Dicho escenario, dicen las mismas fuentes, es muy probable, debido a las dificultades que implica la entrega de permisos y autorizaciones por parte de organismos gubernamentales en el marco de los procesos de aprobación de estos proyectos. Ejemplo de lo anterior son los 120 días estimados para la tramitación de una concesión eléctrica, tiempo que en la actualidad es largamente superado y que media de unos dos a tres años.
A esto se suman las dificultades para negociar las servidumbres de paso con los dueños de los terrenos por donde debe pasar la línea de transmisión.
Las fuentes explican que en los últimos años la larga tramitación de los proyectos ante organismos como el Servicio de Evaluación Ambiental han generado una creciente especulación en torno al valor de los predios. A esto se agrega que la posesión de los terrenos termina gestionándose en tribunales, lo que somete los plazos de las iniciativas a los tiempos judiciales.
AVISO
El Gobierno ya fue informado por la empresa de su decisión de no participar en algunas licitaciones.
Fuente / El Mercurio
mayo 16, 2011 | Industria
Nación.cl El vicepresidente ejecutivo de HidroAysén, Daniel Fernández, confía que la tramitación ambiental de la línea de transmisión que necesita el proyecto debiera tener menos tiempo de revisión. Al menos en comparación a los tres años que tardó la aprobación del plan de construir 5 centrales en los ríos Baker y Pascua.
“Desde el punto de vista ambiental, la línea es bastante menos compleja que las centrales. Tiene dos impactos: visual y durante la construcción; yo espero que ande bastante más rápido”, sostuvo el ejecutivo.
TRAZADO
De acuerdo a Fernández, en julio se darán a conocer los detalles del trazado de transmisión, además de presentar las solicitudes de concesión ante la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC), como lo establece la normativa.
“En la práctica, cuando se conoce el trazado se puede ir a la SEC”, puntualizó Fernández. Según el cronograma de la empresa, el estudio de impacto ambiental debería ser ingresado en diciembre al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA).
Fernández explicó que en este proceso se estudian los costos y variables que tendría la propuesta de instalar la línea de transmisión. “Cuando uno hace un estudio básico, tiene unos costos. Cuando hace una ingeniería más de detalle y optimiza, puede eventualmente reducirlos. Ahora, probablemente no será muy significativo”, afirmó.
XSTRATA EXPRES
En este contexto express, la compañía anglo-suiza Xstrata se alza como la principal candidata para levantar la línea de transmisión de 2 mil kms hasta la Región Metropolitana.Las tratativas están avanzadas. Aún se negocian el desarrollo de economías de escala en la zona, la disminución del impacto ambiental y otras variables geográficas y tecnológicas «que se deben precisar».
Xstrata opera en 19 países y uno de los mayores exportadores mundiales de carbón para uso energético. El año pasado obtuvo beneficios netos de US$ 4.668 millones. En Chile la firma participa en Collahuasi -Región de Tarapacá-, la cuarta mina de cobre más grande del mundo y en otros yacimientos mineros.
Anteriormente, HidroAysén, controlada por Endesa y Colbún, trabajando con la empresa Transelec para el proyecto de la línea de transmisión, lo que fue desechado.
Fuente / Nación.cl
enero 6, 2011 | Industria
Emol Pese a que el Gobierno autorizó inversiones por US$ 859 millones para reforzar la red troncal del Sistema Interconectado Central (SIC), el vicepresidente de desarrollo de negocios de Transelec, Eduardo Andrade, advirtió que queda un «periodo importante» en que habrá estrechez de capacidad de transmisión en el SIC.
Para el ejecutivo, con el programa de obras que ha indicado la Comisión Nacional de Energía (CNE) -por US$ 859 millones- queda resuelto el crecimiento del sistema para los próximos años y se resuelven temas importantes de seguridad; no obstante, advirtió que se requieren 5 años para construir las líneas de transmisión que faltan.
«Todos estos sistemas requieren mucho tiempo de desarrollo. Está indicado, en el caso de las líneas de transmisión, que van a ser puestas en servicio en 60 meses; o sea, estamos hablando de 5 años más», remarcó Andrade, quien aseguró que aún «tenemos un trecho o periodo importante en el cual van a haber momentos de estrechez en el abastecimiento de energía».
Puntualizó que dicho plazo se toma «considerando la necesidad de obtener primero los permisos ambientales y los derechos de paso para levantar las líneas».
Por tal motivo, recordó que está en discusión la ley de concesiones que apunta a acelerar los permisos para desarrollar líneas de transmisión.
«No creemos que una ley de concesiones permita resolver todos los problemas, finalmente alguno de ellos va a llegar a tribunales, pero sí va a permitir un procedimiento más expedito de lo que hoy día demora mucho tiempo», aseveró.
Andrade, quien adelantó que Transelec va a participar en este nuevo proceso de licitación, manifestó que la aprobación de una inversión récord para mejorar el sistema eléctrico «apunta en la dirección correcta»; sin embargo, cree que hay espacio para mejorar.
En ese sentido, apuntó que con una cantidad relativamente baja respecto del total de inversión que se considera en el plan, se puede dar cuenta de aspectos que impliquen seguir mejorando la seguridad del sistema.
Fuente / Emol
octubre 7, 2010 | Industria
La Tercera Hace varios meses que el presidente ejecutivo de HidroAysén, Daniel Fernández, viene presentando el proyecto y los aspectos más importantes de la línea de transmisión, que unirá la XI Región con Santiago. La opción de hundir parte del tendido submarino entre Chaitén y Puerto Montt fue propuesta por Transelec y la nueva administración ratificó esa opción hace unos meses.
¿Por qué optaron por un tendido submarino en una parte del trazado de la línea?
Es una razón totalmente técnica. Si la línea va por los fiordos encuentra una geología muy compleja. Geotécnicamente, es malo para instalar las torres en ese lugar. Si se opta por ir por el interior, el problema es que hay alturas sobre 600 metros sobre el nivel del mar. Ahí, el riesgo es que los cables se puedan cortar, producto de oscilaciones ocasionadas por la nieve que se forma y se derrite. Además, en Chaitén está el volcán, por lo tanto, es un riesgo adicional que la línea vaya por tierra.
¿Están sumergiendo la línea para evitar pasar por Pumalín?¿Esa decisión es un triunfo para los ecologistas que se oponen al proyecto?
No, insisto que es una razón técnica y no puede haber una discriminación entre los parques. Nosotros no podemos usar criterios distintos.
¿En qué está hoy día el proyecto de la línea de transmisión?
Estamos haciendo el estudio de impacto ambiental y trabajamos en la logística de construcción. Esto último implica, por ejemplo, definir si construyes los tendidos usando helicópteros o cuadrillas de trabajadores. Además, se debe ver la forma como se colocan las torres, sus costos e impactos. Este es un trabajo extenso, considerando que la línea tendrá una extensión de 2.000 kilómetros. También se debe definir si se incorpora un socio o se usa un modelo de pago de peaje.
¿El trazado de la línea está completamente definido?
Tenemos un trazado principal o matriz que estamos viendo, al cual se suma una serie de alternativas de trazado en algunas zonas, especialmente, entre Cochrane y Chaitén. Hay varias variantes , que dependen de los costos, logística y el impacto ambiental. Esto también tiene que ver con evitar la visibilidad del tendido eléctrico. Lo que hemos visto en el interés regional es que las torres se vean lo menos posible, dado el valor escénico que tiene la zona.
¿Cuándo esperan tener listo el estudio ambiental de la línea?
Esperamos entregar el estudio ambiental en el tercer trimestre de 2011. El estudio toma como base torres de corriente continua de 45 a 60 metros de altura, con una faja de certidumbre de 60 metros. Esta infraestructura permite transportar energía hasta 5.000 MW. Estamos viendo con Xstrata si suma su proyecto o no a la línea de transmisión. Nos dimos plazo hasta marzo o abril para ver si usan o no el trazado.
¿Cuándo esperan tener las aprobaciones ambientales de todo el proyecto?
Esperamos tener todas las aprobaciones ambientales a mediados de 2013. En el caso de las centrales, en marzo de 2010. A fines de octubre responderemos las observaciones de la autoridad y es factible que haya otra ronda de preguntas. En 2013, además, esperamos tener afinado los costos y el modelo de negocios para la línea, que podría incluir un socio o un modelo de peajes.
La idea es que en ese año esté en condiciones de presentar a los accionistas la recomendación de inversión del proyecto HidroAysén.
Fuente / La Tercera
