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FNE recomienda al gobierno mejorar la competencia en el mercado de generación particular de energía

(La Tercera-Pulso) La Fiscalía Nacional Económica (FNE) envió a la Ministerio de Energía una recomendación normativa que tiene el objetivo de fortalecer la competencia del mercado de generación particular de energía o autogeneración distribuida, conocida como Net Billing.

En el mercado que la FNE sugiere regular se encuentra tanto empresas como hogares que cuenten con fuentes de energías renovables no convencionales (ERNC) o cogeneración, por ejemplo, a través de paneles fotovoltaicos, y que inyectan su producción a una red de distribución.

Desde la fiscalía apuntan que su recomendación nace tras el análisis de una denuncia de “posición de dominio contra las empresas concesionarias de distribución eléctrica, en la cual se les acusó de haber obstaculizado la comercialización e instalación de equipos de generación de energía solar bajo el régimen de generación distribuida o Net Billing”, informan por medio de su página web.

En el caso denunciado se detalla que existen empresas que actúan en un doble rol. Esto, ya que además de tener que autorizar las conexiones particulares a su red de distribución, también compiten en el mercado de servicios y equipos para la generación distribuida, “lo que les otorgaría la capacidad de entorpecer las actividades de sus competidores y así promover la contratación de sus propios servicios”, según el juicio de la FNE.

Sin embargo, la FNE descartó la existencia de ese tipo de conductas anticompetitivas por parte de las concesionarias, pero advirtió que existen algunos riesgos de comportamientos estratégicos que se derivan del doble rol que éstas cumplen en el mercado y elaboró la minuta que pretende mejorar la regulación del mercado eléctrico para que el Net Billing pueda desarrollarse de una manera más dinámica.

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Ante este escenario, la fiscalía propone que las distribuidoras participen en este mercado a través de una sociedad filial o que, en subsidio, lleven contabilidad separada para esta unidad de negocio.

Además, que las distribuidoras no realicen ofertas personalizadas para vender servicios y equipos de autogeneración basándose en información que no esté disponible para otros comercializadores, o cuando un cliente de su zona de distribución haya manifestado su intención de conectarse a la red mediante una empresa competidora.

Y por último, la FNE sugiere establecer un plazo para que la distribuidora proporcione el medidor bidireccional a quienes quieran conectarse a la red bajo régimen Net Billing, o que se establezca un régimen de tarifas reguladas si es que este aparato debe ser adquirido directamente en la concesionaria, acorde con la Ley N° 21.076, según la cual la propiedad y responsabilidad por los empalmes y los medidores pasa a ser de la empresa concesionaria.

Las recomendaciones para mejorar la competencia en el mercado de generación particular de energía se da en el marco de la ley N° 20.571, que entró en vigencia en octubre del 2014 y que otorga a los clientes regulados el derecho a generar su propia energía eléctrica, consumirla y vender sus excedentes energéticos a las empresas distribuidoras de energía eléctrica.

Es posible generar electricidad solar en el hogar desde $2 millones, pero recuperar la inversión tarda al menos seis años

Es posible generar electricidad solar en el hogar desde $2 millones, pero recuperar la inversión tarda al menos seis años

(El Mercurio) Ya sea que se quiera reducir el aporte que el hogar hace al calentamiento global o se busque pagar menos en la cuenta de la luz, cada vez existen más alternativas para generar electricidad en la propia casa a través de paneles fotovoltaicos.

Es importante tener en cuenta que existen en el mercado distintas opciones. Algunas no incluyen la instalación, mientras otras la incorporan y junto a ella, los trámites requeridos para realizar la conexión con la empresa distribuidora. Esto último permite vender la energía solar que no sea consumida por el hogar, los excedentes de la generación domiciliaria (mecanismo conocido como generación distribuida, net billing , o net metering ).

Asimismo, se puede optar por una instalación independiente de la red eléctrica -«aislada» u » off grid «-, aunque esta alternativa es más común en proyectos industriales. Resulta clave notar que cuando se elige poner paneles solares con sistema «de inyección» u » on grid «, conectado al distribuidor eléctrico, la energía no estará disponible durante un corte de luz, a menos que se decida añadir baterías.

Más aún, la energía que efectivamente puedan generar los paneles fotovoltaicos depende del tipo de techo de la vivienda y su posición. Lo ideal es un tejado con orientación norte y techos planos -como los de las casas tipo mediterráneo-, ya que permiten instalar los paneles en soportes metálicos con la inclinación específica ideal para maximizar la captura solar.

Para describir la capacidad de generación de un panel solar se usan los kWp, kilowatt peak o kilowatt potencia. Esta es una medida de potencia instalada y equivale a la capacidad de generar unos 1.500 kWh al año -125 kWh al mes- en condiciones optimas.

Proyectos «llave en mano»

Enel, a través su unidad de negocios Enel X, ofrece ocho distintos kits de paneles solares, los que se entregan instalados y listos para usar, modalidad denominada «llave en mano».

Los kits de Enel X van desde los $2.190.000 por el de cuatro paneles, con una potencia de 1 kWp, a los $11.900.000 del kit que ofrece 10 kWp. La empresa también realiza levantamientos a la medida del cliente, si prefiere una solución específica.

Valentina Barros, responsable de Eficiencia Energética de Enel X, explica que con 1 kWp instalado, un hogar que utilice 245 kWh al mes -«el consumo promedio de un cliente residencial en la Región Metropolitana», indica la ejecutiva- podría cubrir cerca de un 50% de sus requerimientos eléctricos. Esto, ya que 1 kWp de potencia instalada puede producir unos 125 kWh al mes. Bajo este escenario, la recuperación de la inversión tarda «no menos de ocho años», señala.

Barros explica, además, que la relación entre la potencia de los paneles y la energía que pueden generar es prácticamente lineal. Es decir, 2 kWp generados con ocho paneles producen unos 250 kWh, y así sucesivamente.

En general, esta compañía vende entre cinco y 12 instalaciones al mes, y la demanda «sigue creciendo», indica la ejecutiva. En comparación, añade que cuando Enel X empezó a vender paneles domiciliarios en 2016, durante todo el primer semestre solo se realizaron cinco ventas.

Inyectar energía «es mal negocio»

Calder ofrece servicios de calefacción y generación eléctrica solares. Su gerente general, Tomás Milnes, señala que lo ideal es que los hogares elijan un proyecto que «empate» su consumo, ya que «inyectar energía a la red es un mal negocio, porque la ley castiga mucho en el precio».

Barros detalla que con el mecanismo de inyección a la red, el valor que paga la distribuidora -definido por ley- es cerca de un 60% de lo que paga el mismo cliente cuando compra energía a la distribuidora.

La ejecutiva aclara que si el cliente inyecta energía por un valor mayor a lo que consumió, este queda como saldo para la cuenta de Enel del mes siguiente. Y que si mantiene un saldo a favor hasta julio, «en agosto se hace un pago con la diferencia a favor».

Los paneles solares no proveen energía al hogar en el caso de un apagón, cuando se trata de una instalación » on grid «, explica asimismo la ejecutiva de Enel X. Y señala a la legislación que regula la generación distribuida como la responsable. Para contrarrestar esto, Barros comenta que la empresa también ofrece la posibilidad de agregar baterías y un equipo inversor a una instalación solar doméstica, lo cual aumenta su costo en cerca de un 30%.

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Milnes, de Calder, estima unos ocho años para recuperar el costo de una instalación de alto consumo, y hasta 12 años para una situación de menor demanda. El valor de sus sistemas fotovoltáicos, detalla, están del orden de los $2.980.000 más IVA para el caso de un sistema de 2 kWp con microinversores, y de $5.720.000 más IVA para uno de 5 kWp. Con los microinversores, explica, cada panel tiene su propio inversor, lo que facilita el ampliar a futuro la instalación de forma modular.

Estos precios incluyen el costo de instalación y los trámites para realizar la conexión con el distribuidor eléctrico, añade Milnes.

«Fuimos pioneros en traer fotovoltáicos al mercado chileno», asegura por su parte Peter Horn, gerente general de Heliplast , empresa con 34 años en este negocio. Horn explica que los sistemas domésticos que usualmente vende la empresa cuestan entre $3 millones y $5 millones y constan de unos 10 paneles y 3 kWp de potencia, además de un inversor y un medidor bidireccional, para poder inyectar energía a la red de distribución.

Bajo ese esquema, y considerando cubrir con los paneles un 30% de los requerimientos de consumo del hogar, la inversión se recuperaría en unos 10 años. Por lo mismo, los compradores son «básicamente gente que tiene conciencia ecológica, nada más», asegura Horn. El gerente añade que la empresa vende unos 10 kits on grid al año.

Boris Rivera es gerente general de Solar Shop . Estima que en la empresa, un sistema de 5 kWp podría partir en los $3,5 millones, sin instalación, procedimiento que aumenta los costos en cerca de un 20%, asegura.

Para Rivera, instalar paneles con una motivación económica recién empieza a tener sentido cuando hay consumos del orden de los $300 mil mensuales. «Ahí sí conviene», enfatiza.

La alternativa del leasing

Como opción a la compra de los paneles y todo lo necesario para la instalación de un sistema solar existe la posibilidad del leasing .

«La gracia de lo que hacemos es que el cliente no tiene que preocuparse de invertir», indica Rubén Escalona, gerente general de Sünplicity .

La firma ofrece planes específicos para cada cliente, entre ellos el leasing hasta 20 años, con una inversión inicial de $0. El objetivo, indica el ejecutivo, es que el sistema se vaya pagando con los ahorros que genera.

Sünplicity también ofrece sistemas «llave en mano» con pago al contado, a los que corresponden dos tercios de los clientes hogar que tiene la empresa, detalla Escalona.

Para calcular el tiempo que toma recuperar la inversión, el gerente ejemplifica con un sistema de 3 kWp -$4.250.000 más IVA- que permite satisfacer un consumo promedio de 350 kWh/mes : «Hemos visto que se puede recuperar en seis o siete años».

Escalona agrega que existen condiciones óptimas para su uso: techos con orientación norte, 30° de inclinación y sin sombras alrededor. Actualmente, añade, la empresa tiene cerca de 65 clientes hogar, los que han captado en el año que llevan de funcionamiento.

«Ha sido lento, pero creo que va a prender súper fuerte», estima el ejecutivo, a la vez que lamenta que «el interés es alto, pero la tasa de concreción es baja». Esto, según él, debido al desconocimiento de los detalles de la generación solar y la poca experiencia que existe entre la población con el sistema.

 

El mantenimiento es simple, pero llaman a tener cuidado con las garantías

Debido al largo plazo que requieren las instalaciones fotovoltaicas domiciliarias para recuperar la inversión realizada, Peter Horn, de Heliplast, enfatiza en la importancia de adquirir paneles solares de calidad. El gerente señala que es crucial fijarse en su porcentaje de degradación anual, que determina el tiempo en que los paneles debieran dejar de proveer la energía que entregaban cuando eran nuevos, además de, por supuesto, la garantía que ofrece el fabricante de los paneles, que debiera ser del orden de 10 años.

En este último punto, el ejecutivo enfatiza que es importante escoger paneles de empresas con perspectivas de mantenerse en el negocio a largo plazo. Advierte que en el caso de que existan problemas con uno de los paneles, no es llegar y cambiarlo por otro, ya que se debe tener en cuenta que el reemplazo sea por uno de los mismos watts y amperaje.

Sobre el mantenimiento de los sistemas, hay consenso en señalar que no se requiere más que una limpieza básica. Rubén Escalona, de Sünplicity, dice que lavar los paneles es igual a hacerlo como cualquier vidrio, pero llama a tener cuidado de no dejar muestras de sarro. Valentina Barros, de Enel X, va en la misma línea y dice que basta un «manguereo» mensual, al menos en el sector oriente de Santiago, el que debería ser más frecuente, cada dos a tres semanas en las otras comunas con mayor suciedad del aire. Tomás Milnes, de Calder, recuerda además chequear que el medidor de doble entrada -en el caso de la generación distribuida- esté funcionando correctamente.

Inversión energética en Chile superará US$3.120 millones este año

Inversión energética en Chile superará US$3.120 millones este año

La ministra de energía, Susana Jiménez, señaló que la inversión en el sector energético en Chile superará los US$3120 millones en 2018, mientras que durante este mismo ejercicio han ingresado al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (Seia) 80 proyectos vinculados al sector, especialmente de generación y transmisión.

«La composición de esta inversión está concentrada principalmente en la generación eléctrica, se están construyendo 30 centrales de generación, que equivalen a 1900 MW de potencia y se suman nueve proyectos de transmisión en construcción, más de 1300 kilómetros», afirmó la autoridad en el marco de la Jornada de Economía de la Energía, organizada por la Universidad Católica.

Según la ministra, el sector energético «es un sector dinámico y competitivo, que se desarrolla en un escenario que ha estado cambiando vertiginosamente de la mano con el avance tecnológico, la disminución de los costos y el impulso de los desarrolladores e inversionistas”.

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Jiménez aseguró que este año ingresaron al Sistema de Evaluación de Impacto  ambiental 80 nuevos proyectos degeneración de energía, de los cuales han sido aprobados 46, equivalentes a 2700 MW.

Además, destacó el trabajo de la mesa de trabajo para el retiro o reconversión de centrales a carbón, y la intención del gobierno de crear, en conjunto con las empresas, un cronograma de descarbonización.

Jornadas

La Jornada de Economía de la Energía, organizada por la Universidad Católica, contó con expositores internacionales como Shmuel Ohen, de la University of California, Berkerley, quien realizó una exposición sobre net billing, quien destacó la importancia de repartir las responsabilidades de la generación “necesitamos una clara definición de la repartición del riesgo, (…) no han pensado como distribuir el riesgo entre consumidor y proveedor a través de la línea de distribución”.

Claudio Seebach, presidente ejecutivo de Generadoras de Chile, comentó sobre el futuro de las energías que “si hoy el 43% de generación es renovable, en 2030 el escenario debería llegar a 75% en un escenario medio”. Destacó que una portada del Washington Post comparaba a Chile como una Arabia Saudita de la energía solar.

Modernización del sector eléctrico, considerando la voz de las regiones

Modernización del sector eléctrico, considerando la voz de las regiones

Cuando desde las regiones se escucha la discusión nacional respecto de lo que el “país” requiere, o de las necesidades de modernización del sector energía, aparecen reiteradamente conceptos como electromovilidad, norma técnica de distribución o net billing. Sin embargo, poco se habla de la contaminación de las ciudades desde las regiones de O’Higgins hasta Aysén, o de la necesidad de dar más productividad a su alicaida industria, sustento de la actividad económica local.

La modernización energética y, de paso, la posibilidad de dar un rol social a la inversión en infraestructura debe incluir cambios en la regulación con un sentido sistémico, así como asegurar el traspaso del positivo impacto de una matriz renovable. En esta línea, la promesa de un menor precio, que se escucha en tono de queja por la propia industria energética, no siempre llega a los usuarios, quienes a la vez se confunden con el tecnicismo de las discusiones y la mirada centrada en el futuro, dejando pasar la oportunidad de implementar acciones inmediatas que permitan mejorar los actuales problemas. En concreto, un primer paso de modernización debiera incluir la revisión de la restricción o señal económica de la “hora punta”, y la restricción de límite de consumo de invierno para los hogares.

Considerando que hoy los peak de consumo eléctrico país se dan en los meses de verano, y principalmente de día, tiene sentido revisar la limitación que se aplica a los grandes clientes para su consumo eléctrico en invierno, la cual ocurre a la misma hora que comienzan a encenderse las estufas a leña. Es decir, la contaminación por calidad del aire en las ciudades del sur de Chile, tiene la misma hora: la punta.

En una evaluación sistémica, esta medida permitiría a la industria ampliar el uso de la electricidad como fuente energética, en desmedro de la utilización de fuentes fósiles puntuales (grupos electrógenos), poco eficientes, caras y con alto impacto medioambiental.

El caso del límite de invierno para los clientes residenciales es aún más crítico, impiendo siquiera evaluar el uso de electricidad como fuente de calefacción, siendo esta (y no las emisiones vehiculares) las grandes responsables –en muchas ciudades sobre el 90%− de la contaminación ambiental.

Si ampliamos la evaluación de impacto de estas medidas, podemos imaginar incluso que nuevos proyectos de energía renovable se materializan por el aumento de la demanda de electricidad.

En resumen, existen formas concretas en que la modernización del sector energía puede dar un impulso a las regiones, con un positivo impacto ambiental y productivo. Esperemos que la discusión energética deje de llevarse de forma centralizada, y que empiece a tomar en cuenta los territorios donde se desarrollan los proyectos de inversión, es decir, las regiones.

 

INN elabora normas técnicas chilenas (NCh) para el fortalecimiento de la calidad en la industria fotovoltaica

INN elabora normas técnicas chilenas (NCh) para el fortalecimiento de la calidad en la industria fotovoltaica

(El Mercurio) De acuerdo al último reporte mensual (junio 2018) de las energías renovables no convencionales de la Comisión Nacional de Energía, Chile cuenta con un aporte de 1,85 GW de energía solar a la capacidad instalada en la infraestructura de generación eléctrica nacional, lo cual equivale a un 8% del total considerando combustibles fósiles. A su vez, la primera planta fotovoltaica de gran escala instalada en nuestro territorio opera desde Julio de 2013, es decir, la planta más antigua en Chile tiene aproximadamente 5 años. De acuerdo a lo anterior es posible deducir que la energía solar en Chile ha crecido rápidamente, pero evidentemente aún es muy joven.

En los últimos años, Chile ha sido un referente para la región en temas de energía fotovoltaica, sin embargo, un tema pendiente es la infraestructura de la calidad para la instalación y operación de estas plantas solares. Por esta razón, el comité de desarrollo de la industria de la energía solar, perteneciente a CORFO, enfoca el tema de la calidad como uno de sus pilares fundamentales.

En este contexto, el Instituto Nacional de Normalización (INN) en calidad de beneficiario, y Procobre Chile como mandante del proyecto «Marco normativo que permita certificar módulos fotovoltaicos e inversores bajo funcionamiento y resistencia a exposiciones medioambientales prolongadas a nivel nacional» – 15BPE-47132 de Innova – CORFO (el que se ha desarrollado durante 32 meses y que comenzó su ejecución el 11 de diciembre de 2015) planteó el desafío de elaborar 10 Normas Chilenas relacionadas con la industria fotovoltaica. El objetivo de este programa es básicamente dotar al país con un marco normativo orientado a desafíos que enfrentan organismos públicos, privados, grandes y pequeñas empresas en torno a la implementación de la energía fotovoltaica.

Estas normas técnicas en cuestión abarcan temas relacionados con verificación de la conformidad de diseño, puesta en marcha, inspección, desempeño, mantenimiento y calidad de sistemas fotovoltaicos. Sin embargo, existe la Comisión Electrotécnica Internacional (IEC), que desarrolla estándares internacionales y que buscan normalizar los requisitos técnicos mínimos para ciertas configuraciones y/o aplicaciones y, en nuestro caso específico, tecnologías fotovoltaicas; las cuales no son obligatorias en sí mismas pero dictan un estándar de calidad adecuado y recomendado; y de acuerdo al criterio de las autoridades vigentes pueden transformarse en los requisitos mínimos legales de una instalación o aplicación fotovoltaica.

Este proyecto consideró, como base, estándares internacionales provenientes de la IEC y los adapta e interpreta para el contexto nacional chileno. Fijándose como objetivo comenzar a cimentar una estructura adecuada para la industria fotovoltaica con normas en el idioma oficial del país. Entregando una herramienta fundamental para los actores nacionales, los cuales pueden adquirir o actualizar sus conocimientos de acuerdo a los consensos mínimos técnicos a nivel mundial.

En el contexto de la ley 20.571 (Net Billing), la Superintendencia de Electricidad y Combustible (SEC) exige como requisito mínimo de aceptación la norma internacional IEC 61215. Los módulos fotovoltaicos que pasen este requisito mínimo podrán inyectar legalmente a la red eléctrica nacional. De esta manera, la SEC exige un estándar internacional que no se encuentra homologado a nuestro contexto nacional y es aquí donde toman especial relevancia las Normas Chilenas NCh-IEC 61215-1 y NCh-IEC 61215-2, las cuales definen y detallan los procedimientos y ensayos que contienen estos requisitos mínimos exigidos por la SEC en idioma español. La aplicación directa de estas normas puede verse en la certificación de módulos fotovoltaicos y, a su vez, para que los usuarios puedan comprender las condiciones límites que pueden soportar los módulos, tales como cargas mecánicas, ciclos térmicos, robustez de terminales, entre otros.

Las Normas Chilenas NCh-IEC 62446-1 y NCh3650 contienen las especificaciones de los ensayos mínimos para poner en marcha, operar y mantener una planta fotovoltaica. A su vez, enumeran la documentación mínima para llevar a cabo estas actividades. De esta forma se propone un estándar para definir la calidad mínima en las instalaciones fotovoltaicas, con la ambición de que la energía fotovoltaica en Chile tenga un nivel de calidad mínima que ayude a generar una reputación de tecnología segura y confiable. Estas normas tienen un impacto directo en empresas que realizan puesta en marcha, operación y mantenimiento de plantas fotovoltaicas; además, son normas útiles para evaluar la calidad de una planta fotovoltaica.

Por otro lado, la Norma Chilena NCh-IEC/TS 62548 se enfoca en describir los requisitos de diseño para sistemas fotovoltaicos, incluyendo cableado de los arreglos en corriente continua, dispositivos de protección eléctrica, disposiciones sobre conmutación y puesta a tierra. Esta norma no abarca dispositivos de almacenamientos de energía, equipos de conversión de energía o cargas. De esta manera, será posible exigir un estándar mínimo de seguridad a nivel de sistema fotovoltaico y no un estándar separado por cada uno de sus componentes, como se hace en el presente. Esta norma tiene un impacto fundamental en todas las empresas que construyen o inspeccionan la construcción de una planta fotovoltaica.

La Norma Chilena NCh-IEC 61829 incluye la descripción de los procedimientos para las mediciones in situ de las características de los arreglos fotovoltaicos, de las condiciones meteorológicas presentes y el uso de estas para sus condiciones de potencia nominal u otras condiciones a definir. De esta manera, se normaliza la manera y criterios de evaluación que deben cumplir las empresas que se encargan de evaluar un sistema fotovoltaico en terreno. Esta norma tiene un impacto en las empresas que realizan control de calidad para plantas fotovoltaicas, ya que normaliza los procedimientos para evaluar el desempeño y calidad de los módulos fotovoltaicos que conforman la planta, a su vez, permite una justa comparación en el desempeño entre distintas marcas o modelos de tecnologías fotovoltaicas.

Debido a las características geográficas específicas de nuestro país, poseemos a lo largo de Chile una extensa costa marina, la cual es un sistema de corrosión muy eficiente para cualquier estructura metálica. Los módulos fotovoltaicos instalados en la zona costera no pueden escapar a esta salinidad y, por supuesto, sufren las consecuencias, ya que están considerados para operar durante 25 años o más. La Norma Chilena NCh-IEC 61701 describe las secuencias de ensayo útiles para determinar la resistencia de diferentes módulos fotovoltaicos a la corrosión producida por niebla salina. Esta norma tiene un impacto en cualquier empresa o persona natural que desee tener una instalación fotovoltaica en zonas geográficas de clima costero, ya que con su aplicación será posible informarse sobre los módulos que pueden soportar estas condiciones de alta salinidad.

Las plantas fotovoltaicas no solo están compuestas por paneles fotovoltaicos, estos últimos deben estar soportados por estructuras metálicas galvanizadas, su energía debe ser transportada a través de cables y ser transformada a corriente alterna. Todos estos componentes que complementan los módulos fotovoltaicos en una planta son definidos como «balance del sistema». La Norma Chilena NCh-IEC 62093 se hace cargo de determinar las características de desempeño de cada uno de estos componentes luego de exponerse a las condiciones ambientales naturales de servicio simuladas para las cuales se prevé su aplicación, de acuerdo a la especificación del fabricante. El impacto de esta norma está enfocado en laboratorios que puedan realizar certificaciones o empresas que se encargan de inspeccionar plantas fotovoltaicas.

Los módulos fotovoltaicos, al estar expuestos a la radiación solar, generan energía en forma de corriente continua, la cual debe ser transformada a corriente alterna para que pueda ser utilizada en cada uno de nuestros hogares. Los dispositivos que se encargan de esta transformación son los inversores fotovoltaicos, los cuales, además de transformar la energía, también poseen un rastreador (seguidor) que obliga al módulo fotovoltaico a trabajar en su punto de máxima potencia. La Norma Chilena NCh3649 se encarga de determinar el procedimiento para la medición de la eficiencia general de los inversores fotovoltaicos conectados a la red, evaluando separadamente tanto la eficiencia de la conversión de energía como la de su rastreador del punto máximo de potencia de los módulos fotovoltaicos. Esta norma tiene un impacto en empresas que construyen o innovan en fabricación de inversores, a su vez, los usuarios finales pueden entender la eficiencia del inversor que están comprando y como esta fue evaluada.

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Finalmente, la Norma Chilena NCh-IEC 61836 tiene como objetivo establecer «que significan las palabras» y no «bajo qué condiciones se aplican los términos». Básicamente, presenta los términos, definiciones y símbolos de normas fotovoltaicas nacionales e internacionales y documentos relevantes utilizados en el área de sistemas de energía solar fotovoltaica. Esta norma tiene un impacto en cualquier persona u organización que se está familiarizando con el lenguaje técnico fotovoltaico, ya que define cada término utilizado técnicamente y en el contexto que se encuentra.

Este proyecto fue ejecutado por el INN, cuyo rol es contribuir al desarrollo productivo del país, fomentando la elaboración y uso de Normas Chilenas, coordinando la Red Nacional de Metrología y acreditando organismos de evaluación de la conformidad. Tuvo como institución mandante a PROCOBRE Chile, parte de International Copper Association (ICA), organización líder mundial en la promoción del cobre. Basado en las características únicas del cobre por su conductividad y siendo un recurso reciclable, es que el rol de PROCOBRE en el proyecto, se destaca por buscar la normalización y desarrollo sostenible de los sistemas fotovoltaicos, ya que se utilizan cantidades significativas de conductores eléctricos de cobre y según cifras de la Comisión Nacional de Energía, en Chile hay 1.041 MW de sistemas fotovoltaicos en operación y 1.238 MW se encuentran en construcción, lo cual enriquece el escenario futuro para esta industria.

El primer taller fue realizado en Copiapó el 7 de junio, mientras que el segundo fue realizado en Santiago el 21 de junio, ambos fueron dictados por un experto fotovoltaico y contaron con una asistencia que bordeaba los 50 asistentes cada taller. A su vez, el primer seminario fue realizado en Santiago el 29 de mayo y el segundo el 29 de junio en Antofagasta, los cuales contaron con la participación del Comité de Desarrollo de la Industria de la Energía Solar (Comité Solar – Chile), Ministerio de Energía, Fundación Chile, PROCOBRE, Atamos-Tec y el propio INN.

Las 10 Normas Chilenas resultantes son el primer paso y se espera que se transformen en los cimientos para fortalecer la infraestructura de la calidad en la industria solar fotovoltaica.

Material de apoyo

Para la provisión de este bien público (Normas Chilenas), el INN cuenta con los diversos mecanismos a disposición de los usuarios y organismos:

Uno es el Centro de Consulta Digital, ubicado en las dependencias de INN, en sus oficinas en la ciudad de Santiago, en el lugar es posible encontrar todas las Normas Chilenas vigentes elaboradas por el INN y revisar los textos completos de ellas en forma absolutamente gratuita.

Por otro lado está el Sistema de Venta en línea (eCommerce). El que permite la adquisición del servicio de visualización on line de las normas escogidas del catálogo.

Finalmente, se encuentra la plataforma web «INN Colección». Esta entrega la flexibilidad de seleccionar el conjunto de Normas Técnicas de interés, sin necesidad de tener que circunscribir una familia de estas, área o temas en particular. Se puede estructurar una colección de normas a partir de un grupo de cinco o más e, incluso, por el total de las normas disponibles en el catálogo de normas de INN. El Servicio de Visualización de Normas Chilenas permite el acceso por 12 meses a los documentos, funcionando las 24 horas del día, los siete días de la semana y durante todo el año, totalmente en línea.