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«No existe ambiente entre alcaldes y parlamentarios de venir al Ministerio a pedir inversión»

Mar 9, 2015

Aunque asegura que hay un "cambio de ambiente" que favorece la inversión, extraña que persista un rechazo a la construcción de nuevas centrales o líneas de transmisión. Asegura que la no tramitación oportuna de los decretos de alza de luz "obviamente" dañan la institucionalidad.

(Pulso) Un año cumple esta semana el ministro de Energía, Máximo Pacheco Matte. Un año que ha estado marcado, a su juicio, por buenas noticias -como los precios de la última licitación de suministro para distribuidoras- y también por cambios regulatorios promulgados o en discusión, como la ley del Gas, de Licitaciones Eléctricas y otras, todo ello incluido en la Agenda Energética presentada por él y la Presidenta Bachelet en mayo pasado. Pero eso no ha sido lo único. También se vio obligado a tramitar ante Contraloría los decretos de alza de la luz, que generó un remezón sobre todo a nivel industrial y cuya responsabilidad él atribuye a sus antecesores.

“Había decretos firmados por el ministro anterior y dejado en el cajón de mi escritorio. La ley obliga a este Ministerio a tramitar los decretos tarifarios, lo obliga a presentarlos a la Contraloría y después publicarlos en el Diario Oficial. Ese proceso por dos años y medio no se hizo y obviamente que eso debilita la institucionalidad”, explica.

En entrevista con PULSO, Pacheco habló del -a su juicio- “despertar” para las inversiones, de la situación de ENAP, de las propuestas de convertir a Chile en exportador de energía y también de la férrea oposición que siguen enfrentando de distintos sectores, donde incluso hay dirigentes políticos, alcaldes y parlamentarios.

[Cobros millonarios derivados de decretos eléctricos presionan a industriales]

¿Cuál es su evaluación respecto al 2014 y sus metas para este 2015 que está partiendo?

Cuando nosotros llegamos al gobierno tomamos notas de que aquí había una necesidad urgente como país de definir una hoja de ruta y de fijar una agenda de energía, porque el país venía de un retraso en las inversiones, venía de un debilitamiento de la institucionalidad para el sector que lo había ido consumiendo. El no hacer las inversiones que se necesitaban, el no tener una hoja de ruta clara y reglas del juego establecidas estaba impactando en las cuentas de la luz. En los últimos 4 años, desde 2010 hasta el 2014, las cuentas han subido 20%.

Estamos también en presencia de un sector donde claramente el alto costo de la energía eléctrica estaba contribuyendo a la desindustrialización del país. En 2014, en primer lugar, hubo una caída importante en el costo marginal, de 15% menos que en el año 2013.

Luego tuvimos una reducción de precios en las licitaciones. En el 2013 hubo muchas licitaciones, cuatro, declaradas desiertas. En 2014 tuvimos una mega licitación 13.000 MWh. Y se presentaron 17 ofertas. Y tuvimos una reducción en el precio de 17% con relación a la última licitación que se había realizado en diciembre de 2013. Creo que ha habido un despertar, un renacimiento, un entusiasmo inversor en el sector de energía, que se traduce en que, por dar un ejemplo, en marzo de 2014 en Chile habían 28 centrales eléctricas en construcción por 1.900 MW. Y a fin de año 2014 teníamos 45 centrales hidroeléctricas en construcción con movimientos de tierras o sea con obras.

¿A qué atribuye este cambio? Porque la legislación no ha cambiado en nada.

Yo creo que ha cambiado el ambiente.

[Pacheco se muestra preocupado por tendido de Interchile]

¿Es algo meramente ambiental?

Aquí han pasado muchas cosas. En primer lugar, llega un minuto en que los temas tocan fondo. Aquí nos dimos cuenta, como país, que esto no daba para más. Que efectivamente no podíamos seguir con estos precios de energía extraordinariamente altos, obviamente eso actúa como un incentivo para las inversiones. Pero también yo creo que la agenda de energía fue bien recibida, se puso de relieve que la energía era un tema estratégico para la economía y que el gobierno lo estaba enfrentando y lo iba a enfrentar. Y eso creó un ambiente inversor muy favorable.

Yo no quiero ser complaciente, yo para nada creo que aquí estemos en un punto que ya podamos decir que hemos superado el problema. Todos sabemos que estos son proyectos de lenta maduración y cualquiera de estos proyectos va a impactar el precio de la energía en el mediano plazo. Pero cambió el ambiente, yo veo un ambiente favorable a la inversión en generación, veo que se están desarrollando importantes proyectos en el área de transmisión eléctrica.

Así como cambió el ambiente desde el punto de vista de los inversionistas, ¿ha cambiado también desde el punto de vista de la opinión pública? ¿Hay más conciencia de la necesidad de desarrollar estos proyectos o persiste la oposición?

Una de las cosas que me llama la atención es que aquí no hay un ambiente, todavía a nivel de nuestras autoridades locales, alcaldes, parlamentarias, dirigentes de la sociedad, que ellos vengan al Ministerio a pedir inversión. Y eso me llama la atención, porque de alguna manera todos sabemos que la inversión es algo deseado, que la inversión trae desarrollo, buenos empleos, progreso. Muchas veces la gente quiere una carretera, una vereda, inversiones en determinados rubros, pero no todavía en energía. Y eso es un problema, porque nosotros necesitamos como país construir una Agenda de Energía con legitimidad social. Necesitamos producir el link entre energía y desarrollo, entre energía y progreso, energía y bienestar. Eso, todavía como país, como sociedad, no lo logramos. Cada vez que vemos un proyecto de inversión en energía ponemos las luces de alerta. Y yo creo que ese es un gran desafío que tenemos como Estado, como empresa y como comunidades.

¿Y esa responsabilidad de quién es? ¿De las empresas?

Creo que es compartida, porque el Estado tiene que hacer un esfuerzo por definir dónde hay que hacer las inversiones y cómo se hace. A mí me llama la atención, por ejemplo, que cuando uno plantea proyectos de energía, la gente dice “no, esta es una zona de turismo”, sin darnos cuenta que países turísticos maravillosos como Nueva Zelanda, Suiza, y otros han sido capaces de construir su base de turismo a partir de la energía. Es muy difícil hacer desarrollo turístico si no hay energía. Recientemente fui a Villa O´Higgins, ¿saben a qué? A inaugurar una estación de servicio, para que el turista pueda llegar a Villa O´Higgins y haya combustible para volver en el auto y no tener que llevar el combustible en bidones en la parte de atrás de la camioneta. Yo no tengo ninguna duda, no vamos a industrializar este país si no tenemos energía a precios razonables (…) Yo creo que el país verdaderamente clama, reclama y llora por desarrollo, por bienestar. Y la base de eso es la energía (…) Yo le tengo profundo respeto a los privados pero ellos no son capaces de hacer esto sin un Estado que conduzca y dirija el proceso de construir esa legitimidad social.

En esta relación, ¿cuánto incide la desconfianza existente hoy en la ciudadanía hacia el mundo empresarial?

Es un tremendo desafío para la empresa privada construir una red de confianza con la sociedad. Todos los estudios que se han hecho respecto de qué es lo que hace que los países crezcan, muestran que los países que crecen son los que han sido capaces de construir relaciones de confianza. La confianza es la base de las personas. Por lo tanto yo no tengo ninguna duda de que como país, si nosotros queremos crecer, necesitamos crear una red de confianza mucho más fuerte entre la empresa privada y la sociedad.

¿Le ha traído algún costo el apoyo a proyectos como Alto Maipo o la línea Cardones-Polpaico?

Lo que hemos dicho y con toda claridad es que el Estado no es neutral en relación a la gestión de proyectos. El Estado de Chile está muy interesado en que se desarrollen los proyectos de transmisión y generación que tienen su aprobación ambiental y que se hacen para el bien de este país y de manera amigable con las comunidades. De esto no tengo ninguna duda, estamos representando una política de Estado. El Estado representa el bien común y nosotros como país necesitamos dramáticamente desarrollar proyectos de generación, proyectos de inversión y hacer eficiencia energética.

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