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Maraña societaria de 900 filiales complica la reestructuración de la deuda de Abengoa

Dic 7, 2015

Las distintas sociedades del grupo español tienen cruzados numerosos créditos y garantías, lo que estaría dificultando a la banca conocer su situación real de endeudamiento.

(Diario Financiero) Los más de 20.000 millones de euros (US$ 21.750 millones) que adeuda Abengoa se pierden en una maraña de sociedades. Es un laberinto de créditos cruzados entre filiales, garantías hipotecarias que sirven para respaldar varios préstamos o emisiones de bonos al mismo tiempo, y cláusulas de protección bancaria que, de activarse, provocarían un efecto dominó, afectando a una filial detrás de otra.

En total, la multinacional española suma casi 900 filiales, entre las que destacan Abengoa Yield, la joya de la corona; Abeinsa, Abengoa Solar y Abengoa Bioenergía, recoge el diario español Expansión.

El reto ahora en el proceso de pre quiebra en el que se halla el grupo es calcular exactamente el tamaño del problema que tiene entre manos antes de diseñar nuevos planes de viabilidad de la empresa. Los principales bancos acreedores han contratado a KPMG con este propósito a medida que salen a la luz las debilidades de este esquema.

Financiamiento cruzado

Un caso emblemático es Abengoa Yield, sociedad que cotiza en la bolsa de Nueva York, a la que la matriz traspasó activos en funcionamiento de plantas de energías renovables con flujos de caja recurrentes, fue el primer caso de una «yieldco» en España y el sexto en el mundo.

Las denominadas yieldco son sociedades que prometen altos dividendos y que son una forma de traspasar a valor activos de la empresa matriz.

Abengoa Yield, el activo más valioso del grupo con una capitalización de 1.500 millones de euros, estaba supuestamente aislada de los problemas de la matriz. Sin embargo, la realidad es que todos sus movimientos están comprometidos. La filial reconoció hace unas semanas ante la SEC que existen cláusulas de financiamiento para Abengoa que, de activarse por impago, anularían líneas de crédito de la filial cotizada. Son los denominados «cross defaults» y «trigger defaults», y que afectan a un tercio de sus proyectos en Chile, México y España, entre otros países.

Garantías cruzadas

Las garantías cruzadas complican las cosas aún más. Por ejemplo, la matriz posee 47% de Yield a través de la sociedad Abengoa Concessions Investments, a su vez controlada por Abengoa Solar y Abengoa Concesiones, las cuales están puestas como garantía para algunas emisiones de bonos.

Otra bifurcación del laberinto son los créditos intraempresa. Abener -dependiente de Abeinsa, a su vez filial de Abengoa- tiene concedidos a la matriz casi 400 millones de euros (el 17% de todo el préstamo bancario a septiembre). En paralelo, Abeinsa es garantía de varias de las emisiones de bonos, por valor de 4.000 millones de euros. Un caso similar es el de otra filial de esta última sociedad, Inabensa, que ha prestado 276 millones de euros a la cabecera del holding.

Evitar la quiebra

Mientras, las filiales de Abengoa en el extranjero empiezan a hacer agua. La subsidiaria en México admitió el jueves que «incumplirá con sus obligaciones de pago». En paralelo, se ha empezado a producir un goteo de cierre de oficinas en varios países, que incluye el desmantelamiento de sucursales emblemáticas como la de Denver, en Estados Unidos.

La empresa reconoció que no podrá hacer frente a los vencimientos relativos a varias emisiones de deuda en el país norteamericano. Aunque la cantidad no es muy elevada, unos 160 millones de euros, en relación a los más de 20.000 millones de euros de créditos, bonos y otras líneas de financiamiento que tiene Abengoa, se trata de la primera vez que el grupo comunica un impago desde que se acogió al preconcurso.

Cada día que pasa la situación empeora y Abengoa cuenta con cuatro meses para llegar a un acuerdo con sus acreedores. Según fuentes próximas a las conversaciones, la multinacional habría pedido 450 millones de euros a la banca para hacer frente a sus necesidades financieras para el primer trimestre de 2016.

Asimismo, como parte de su plan de reestructuración, habría decidido cortar por lo sano y cerrar algunas de sus oficinas en todo el mundo. Según Expansión, los países en los que se estaría replegando son Brasil -según los sindicatos el 45% de la plantilla en el país ya habría sido despedida-, México, Italia y Estados Unidos.

[Banca sopesa inyectar 800 millones de euros a Abengoa y prosiguen las negociaciones]

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