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Lechería de Heller busca invalidar permiso de eléctrica de Juan Claro, Said y Garcés

Abr 5, 2017

La central Frontera se instalaría en el límite de las comunas de Los Ángeles y Mulchén, con una inversión estimada en US$ 300 millones y una capacidad instalada de 109 MW.

(El Mercurio) Una disputa de alto nivel se desató en la Región del Biobío y enfrenta a reconocidos empresarios nacionales. Esto, luego que la lechería Ancali -propiedad del grupo Bethia, presidido por Carlos Heller- presentara un recurso para invalidar el permiso ambiental de Central Frontera, hidroeléctrica de pasada que se pretende construir en el límite de las comunas de Los Ángeles y Mulchén.

La iniciativa es controlada por Energía Llaima, compañía en la que son socios Juan Claro y las familias Said Somavía, Said Handal y Garcés.

En enero del año pasado la Comisión de Evaluación Ambiental (CEA) del Biobío aprobó por unanimidad la iniciativa en la que se invertirían US$ 300 millones, sin embargo en febrero Ancali ingresó una solicitud de invalidación ante el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA)

En el escrito, la lechería solicita dejar sin efecto la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) «por haberse incurrido en una serie de vicios de derecho objetivo».

El primero de estos vicios, dicen, es la no utilización y seguimiento obligatorio de guías metodológicas oficiales. «Se produjo en la evaluación ambiental una errónea predicción de los impactos ambientales, dados los errores metodológicos provocados por no aplicar las guías (del SEA).

En segundo lugar, señalan que la evaluación no consideró elementos y áreas esenciales «en lo referente a los impactos sobre los componentes de hidrología y de calidad de aguas subterráneas».

Tercero, comentan que en el proceso de evaluación se reconocían impactos en los niveles de agua subterránea en la operación de la iniciativa, «mientras que el acto terminal (RCA) solo los contempla para la etapa de construcción, reduciendo significativamente, y sin justificación alguna, la magnitud y alcance de los efectos dañinos de dicho proyecto».

El documento firmado por los ejecutivos de Bethia, Miguel Aparicio y Ana Soledad Bull, indica que «al no haber predicción correcta de los impactos ambientales, no se pudieron definir medidas de mitigación, compensación o reparación adecuadas o correctas sobre el vulnerable terreno, instalaciones y actividad productiva desarrollada por mi representada, Agrícola Ancali».

Detalle de la iniciativa

Central Frontera es un proyecto de pasada de bajo desnivel del tipo Run of River , ubicado en el río Biobío, en el límite de las comunas de Los Ángeles y Mulchén.

La central tendría una potencia instalada de 109 MW y una generación anual de 449 GW por hora, lo que permitirá abastecer a más de 170 mil hogares.

Además de Energía Llaima, en esta iniciativa también participan en la propiedad, aunque como minoritarios, un conjunto de inversionistas de la región.

La compañía eléctrica no ha sido notificada de manera oficial de esta solicitud de invalidación del permiso.

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