(La Tercera-Pulso) La gasolina, que alguna vez fue el producto estrella de la industria petrolera, ahora les hace perder dinero a las refinerías de petróleo de Europa y ha perdido mucho valor frente al diésel, su principal competidor.
¿Cómo es que sucedió esto? A continuación una revisión de lo que ha ocurrido en un negocio de más de US$1.000 millones diarios y de cómo podrían responder las refinerías de petróleo del mundo.
La respuesta es que la oferta de gasolina ha superado enormemente la demanda. Eso se evidencia en datos de los Estados Unidos –por lejos el mayor consumidor individual de gasolina del mundo- que muestran que las existencias están en máximos estacionales récord desde comienzos de septiembre.
Un segundo problema es el tipo de petróleo crudo que el mundo está extrayendo. En donde la producción crece más rápido, en particular en los EE.UU., los barriles adicionales tienden a ser más livianos y por lo tanto ricos en gasolina. En cambio, la oferta de petróleo para la producción de diésel de países como Venezuela e Irán ha sido más limitada.
Debilitar el diésel
El valor de la gasolina frente al diésel comenzó a caer aproximadamente en agosto y desde entonces no ha dejado de debilitarse. En Asia, Europa e incluso los EE.UU. –que consume más de 8 millones de barriles de gasolina por día-, el diésel ahora cuesta un promedio de alrededor de US$70 más por tonelada.
Las grandes existencias y una demanda estacionalmente débil seguirán haciendo caer el precio de la gasolina, según Jonathan Leitch, analista sénior de productos de petróleo de Wood Mackenzie Ltd., una consultora de energía. Por otra parte, mientras los márgenes del diésel sigan siendo atractivos, las refinerías continuarán funcionando a toda máquina y, al hacerlo, inevitablemente producirán más gasolina, presionando aún más sobre los márgenes.
Debilitar el crudo
En Europa, la gasolina vale menos que el crudo que se utiliza para producirla, situación extraña que se vio por última vez a fines de 2011. Hoy en los EE.UU., y también en Asia, las ganancias de las refinerías por la producción de gasolina se han desplomado.
“La debilidad reciente de la gasolina perjudica a las refinerías de craqueo catalítico en lecho fluido (FCC por la sigla en inglés) en particular”, dijo Leitch. El craqueo catalítico en lecho fluido es un proceso de refinación relativamente complejo que produce altos porcentajes de gasolina y otros combustibles livianos. “Esto podría hacer que redujeran la producción en las unidades de FCC para recortar el rendimiento de la gasolina de la refinería en su totalidad”.
Cercana al fuel oil
La situación de la gasolina se ha vuelto tan mala que ahora es prácticamente igual a la del fuel oil con alto contenido de azufre –producto de desecho elaborado por las refinerías que normalmente se vende a las industrias de la generación eléctrica y el transporte marítimo, incumpliendo las normas del mercado-. Además de los precios bajos de la gasolina, los recientes aumentos del valor del fuel oil al reducirse las existencias mundiales han contribuido a diezmar ese diferencial.
“Algo tiene que cambiar porque los valores no son los debidos”, dice Leitch, agregando que, a su modo de ver, la gasolina seguirá débil todo el invierno boreal.