(La Tercera) No han sido fáciles estas últimas semanas para el grupo Enel. Los cortes prologados de luz a raíz de la mayor nevazón de los últimos 50 años aún generan repercusiones en Santa Rosa 76, el cuartel general del grupo de origen italiano. Una de ellas es la preocupación que existe en las otras unidades de negocios del holding sobre el impacto que pueda sufrir la recién estrenada marca Enel, involucrada en todas las áreas del negocio eléctrico. “Hoy somos todos Enel y lo que la gente cuestiona por los problemas de la semana pasada es a Enel, no Enel Distribución”, cuenta un cercano a la mesa del directorio de Enel Generación (ex Endesa).
A tanto ha llegado la preocupación, que en la última reunión de directorio, celebrada esta semana, los independientes de la generadora solicitaron la realización de un estudio que recoja el daño que se provocó en la marca. Si bien esta petición habría sido aceptada por los ejecutivos del negocio de generación del grupo, al interior de la compañía indican formalmente que no hay conocimiento sobre un nuevo estudio.
En lo que sí se está trabajando, indican las fuentes, es en un plan de acción que busca recuperar la confianza de los clientes. Parte de las medidas fue diseñar un programa para enfrentar emergencias, solicitado por la autoridad y que el jueves fue presentado ante la Superintendencia de Electricidad y Com- bustibles. En ese marco, se contará con un mayor número de cuadrillas. La urgencia de contar con este plan hará que el gerente general de Enel Distribución, Andreas Gebhardt, esté focalizado en ese programa, debiendo dejar de lado otro tipo de labores.
Una de ellas, asistir al encuentro global de Infraestructura y Redes, convocado por Enel en Roma, instancia donde el ejecutivo tenía contemplado dar cuenta de la reciente situación vivida en Chile y que enfrentó a la eléctrica con la autoridad y los clientes, arriesgándose a pagar una histórica multa de US$ 17 millones por los apagones provocados por la nieve.
Al interior de la compañía se habla de estar viviendo la peor crisis desde que los italianos tomaron el control directo de la eléctrica, a fines del 2014. A esto se suman los fuertes rumores de desvinculaciones y también de tercerización.
Según los trabajadores de la compañía, en el área de Enel Chile ya se estaría trabajando para externalizar algunas labores de Recursos Humanos, sobre todo los temas relacionados con la confección de las planillas y pago de remuneraciones. “Lo que sabemos es que la compañía tiene que bajar costos. Eso fue lo que prometieron y eso es lo que se tiene que cumplir hacia el año 2019. Se supone que a esa fecha debería haber una reducción de 20% de toda la dotación”, indica un trabajador del grupo.
[Enel Distribución registró 3.700 fallas en la red durante nevazón del 15 de julio]