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La batalla entre los eléctricos y la combustión para dominar el mercado de los deportivos

Abr 12, 2018

Aceleración casi instantánea, una menor cantidad de partes móviles y una conducción que genera más adrenalina, son las principales ventajas de los automóviles a baterías.

(La Tercera-Pulso) En la pasada edición del Salón del Automóvil de Ginebra, McLaren señaló que aunque la mitad de su flota será híbrida dentro de cuatro años, la firma inglesa no producirá un automóvil completamente eléctrico en el futuro, haciendo énfasis en que ni siquiera de modo conceptual.

“Soy un tradicionalista. Me encanta escuchar el sonido de un motor corriendo por una pista. La Fórmula E no proporciona eso”, señaló Jolyon Nash, vocero de McLaren, a la prensa.

Los autos eléctricos y a combustión tienen claras diferencias entre sí, los primeros poseen una menor cantidad de partes móviles (se ahorran los pistones, bielas, válvulas y caja de cambios, entre otros) y los que utilizan combustibles fósiles poseen una ingeniería más intrincada.

“El auto eléctrico es completamente amable con el medio ambiente y cero emisiones. Además, posee una baja huella de carbono. Se trata de una muestra de lo que es el futuro, mientras que los vehículos de combustión interna son cosa del pasado”, asegura Alberto Escobar, gerente de Movilidad y Políticas Públicas de Automóvil Club de Chile.

A nivel deportivo, los eléctricos “son autos que llevan encima lo último de la tecnología, que tiene que ver con el desarrollo de sus neumáticos y todo lo relacionado con la energía eléctrica puesta a disposición de un automóvil. Mucho viene de la Fórmula 1. Además, tienen baja mantención y escasos fluidos. Otro aspecto interesante es el torque inmediato, la velocidad”, destaca Escobar.

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Por ejemplo, el automóvil de producción más rápido del mundo es eléctrico y fue presentado este año en Ginebra. Se trata del Rimac C-Two. Este tiene una potencia de 1.914 caballos de fuerza y 2.300 Nm aplicados a la ruedas, lo que le permite acelerar de 0 a 100 km/h en menos de 2 segundos. Su velocidad máxima es de 412 km/h.

“El vehículo eléctrico está compuesto por muy pocas partes móviles, por lo que su equipo motriz es muy básico en comparación a un motor a combustión interna. Estos tienen miles de partes, lo que se traduce en igual número de posibilidades de falla”, explica Carlos López, presidente del Club de Autos Eléctricos de Chile.

En tanto, el McLaren Senna GTR, recientemente presentado en Ginebra, tiene un motor de 4.0 litros, el que le entrega una potencia de 825 caballos y 800 Nm de torque aplicado a la rueda. Además, puede alcanzar el 0 a 100 km/h en 2,8 segundos. Se fabricaron 75 unidades a 1,12 millones de euros y ya se encuentran agotados.

“La relación básica de eficiencia entre un motor eléctrico y uno a combustión interna es de 5% contra 95%. Es decir, que las antiguas plantas motrices aprovechan mucho menos la energía. También hay una relación entre el peso y la potencia, que es muy importante en los automóviles deportivos. En este aspecto también existe una clara ventaja de los eléctricos. Esto, porque se puede tener un motor hasta 10 veces más pequeño y liviano”, manifiesta López.

La autonomía es uno de los principales desafíos de los automóviles eléctricos, pero gracias a recientes desarrollos tecnológicos, estos se encuentran en medio de un proceso que les permitirá dar un salto significativo en este aspecto.

En la actualidad, la mayoría de estos vehículos utiliza baterías de iones de litio con electrólito líquido. Es decir, un material que se encuentra entre el cátodo y el ánodo, y que permite la transferencia de energía. Esta realidad está dando un giro con la incorporación nuevas celdas con níquel y cobalto, lo que permitirá alcanzar autonomías cercanas a los 700km.

 

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