(El Mercurio) El debate de casi 14 horas sobre el proyecto de reforma tributaria en la Cámara de Diputados, que concluyó a las 00:26 horas de la madrugada de hoy, se centró principalmente en el impacto que los cambios de impuestos podrían generar en la inversión y en la clase media.
Finalmente los parlamentarios aprobaron la idea de legislar en general por 72 votos a 48, por lo que a las 10.30 horas de hoy debe comenzar la discusión en particular del proyecto.
El debate lo inició el diputado Javier Macaya (UDI) que utilizó los argumentos declarados por ex ministros de la Concertación que han alertado sobre los peligros de eliminar el Fondo de Utilidades Tributables (FUT). «El Gobierno nos dice que no va a afectar la inversión. ¿Cómo va a ser lo mismo para una empresa financiar su inversión con plata propia que ir a pedirle al banco que cobra intereses
muy altos?», dijo.
«Esta es una discusión muy sesgada porque el FUT solo ha beneficiado a personas de altos ingresos; y aquí estamos decidiendo reducir esa franquicia para destinarlo a gasto social», contraindicó el diputado independiente Giorgio Jackson.
Alejandro Santana (RN) criticó el cierre de todos los instrumentos pro inversión: FUT, franquicias 14 bis y 14 quáter, y el alza del impuesto de timbres y estampillas. «Todos estos cambios afectarán a las pequeñas y medianas empresas. No entiendo por qué el Gobierno no se abre a segmentar por tramos y no afectar a 2,8 millones de contribuyentes que pagan gravamen por timbres y estampillas», enfatizó.
Otro punto fue el efecto que tendría esta reforma sobre la clase media, especialmente en cuanto a la venta de viviendas. Esto, debido al límite que se coloca a la exención del pago de IVA para las constructoras: de 4.500 a dos mil Unidades de Fomento (UF); sumado a un nuevo impuesto por ganancias en la venta inmobiliaria.
«¿Hay alguien en forma que nos diga que las familias que pagan 2.500 UF por una vivienda no es de clase media? Acá se bajan los impuestos a los sectores acomodados y nada a la clase media», señaló el diputado Nicolás Monckeberg (RN).
Al final de las intervenciones de los diputados y previo a la votación, el ministro de Hacienda Alberto Arenas reiteró la necesidad de aprobar la reforma, los beneficios que esta conlleva y rechazó las críticas de la oposición al proyecto respecto a que la reforma afectará los ahorros previsionales de los chilenos. Sobre esto Arenas dijo, enfático, que podía garantizar que los fondos de pensiones no se verán disminuidos.
Se abre opción de llegar al Tribunal Constitucional
Las primeras reservas de constitucionalidad recibió el proyecto de Reforma Tributaria, lo que podría derivar en un requerimiento ante el Tribunal Constitucional (TC).
El diputado UDI, Arturo Squella, señaló que algunas normas referidas a las atribuciones del Servicio de Impuestos Internos (SII) estarían afectando garantías constitucionales. «Hasta el más progresista de los asesores bien pagados de Hacienda se daría cuenta que se afectan libertades garantizadas», indicó.
Por su parte, el diputado José Manuel Edwards (RN) anticipó que irá al TC por el concepto de renta atribuida. «El Servicio de Impuestos Internos podrá atribuir la renta conforme a la distribución que estime pertinente. Esto constituye una afectación a la libertad de asociación y vulnera el derecho de propiedad», dijo.