(Pulso) Las intenciones del Gobierno por mejorar la confianza empresarial parecen no tener efecto, al menos así quedo en evidencia en el Indicador Mensual de Confianza Empresarial (IMCE), medido por Icare y la Universidad Adolfo Ibáñez. En mayo, con cambio de gabinete entremedio, el IMCE se mantuvo en cifras pesimistas con 46,45 puntos, bajando 2,03 puntos en relación a la evaluación de abril (48,48) y 0,91 puntos respecto de igual mes del año pasado (47,36). Desde marzo del 2014 que el IMCE no sobrepasa el nivel 50, considerado como optimista.
De acuerdo al informe, este indicador agregado se ubica por debajo del umbral neutral de 50 puntos para los siguientes tres a seis meses. Al observar la dinámica del IMCE y el IMCE que excluye al sector Minería, se presenta una alta correlación. El IMCE que excluye al sector minero se posiciona en un nivel pesimista, inferior al IMCE Global.
En materia de expectativas sectoriales, Comercio, Construcción e industria presentan índices pesimistas en el quinto mes del año.
El sector comercio se ubica bajo el umbral neutral con 48,1 puntos, 0,2 puntos bajo el mes pasado y menos 1,7 puntos respecto de mayo del año pasado.
Por su parte, Construcción tiene expectativas pesimista inferiores a las del mes pasado en 3,4 puntos. El indicador sectorial se ubicó en 34,3 puntos, muy por debajo de su nivel promedio histórico. De hecho, según el informe, “este sector es el que presenta un IMCE sectorial promedio histórico relativamente bajo (sólo superior al de Industria Manufacturera) así como un rango de variación medido por la desviación estándar mayor a todos los demás sectores (12,6)”.
Los sectores Comercio, Industria y Minería presentan una menor volatilidad (inferior a 8 puntos).
Asimismo, el informe sostiene que las presiones de salarios aumentaron respecto al mes anterior, con una disminución en el empleo respecto de abril.
Aumento de inversiones
Sin embargo, no todo parece negativo. El informe agrega que aumentaron las inversiones planeadas (0,8 puntos), y la producción esperada disminuyó en 0,5 puntos. El uso de la capacidad instalada se ubica en 82% de utilización.
Por su parte, la inflación esperada se ubicó en 3,9%, igual al mes anterior.
En términos desagregados el informe señala que “la demanda actual se ve contractiva (menos que el mes anterior); los inventarios se ubicaron por encima del nivel deseado mientras las presiones de costos disminuyeron, manteniéndose expansivas; la situación general del negocio se encuentra en niveles optimistas (50,4), y la apreciación general sobre la economía chilena se ubica en niveles pesimistas con 44,6 puntos”.