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Héctor Chávez: Generación y distribución se ven tensionadas con las actuales transformaciones en la industria

Dic 30, 2020

El nuevo director del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Santiago señala a ELECTRICIDAD que el mundo académico se adapta a la transición energética, con la oferta en diplomados sobre electromovilidad, energías renovables e hidrógeno verde.

Héctor Chávez asumió recientemente como director del Departamento de Ingeniería Eléctrica (DIE) de la Universidad de Santiago, uno de los principales actores institucionales en el mundo académico en la industria energética, la cual actualmente está pasando por una serie de cambios que provocan tensión entre sus distintos participantes, de acuerdo con el análisis que realiza el docente.

La nueva autoridad académica señala a ELECTRICIDAD las adaptaciones que tendrá que hacer la academia para aportar en los desafíos existentes, especialmente en el proceso de descarbonización de la matriz local y en la reforma al segmento de la distribución

Iniciativas

¿Qué iniciativas impulsaría el DIE para 2021?

Hay un asunto que nos ha tenido muy ocupados todo este año, y probablemente el próximo, que tiene que ver con la virtualización de la docencia. Producto de la pandemia y la situación sanitaria hemos tenido que transitar bien apresuradamente hacia la docencia virtual, con las clases que se están dando de manera online y eso ha sido implementado con esfuerzo, pero ahora entramos en un período complejo, en que se tiene que analizar si es que estas nuevas perspectivas de la docencia están en línea con la calidad de nuestro proceso formativo

Esta es de las cuestiones más relevantes que tenemos por delante: establecer de qué manera va a afectar el método evaluativo, que ha tenido que cambiar, a la calidad de la formación. Esta modalidad online podría conformar un porcentaje significativo de la docencia en el futuro, por lo que evaluar de qué manera esta transición ha afectado la calidad formativa es muy importante para mantener el estándar que ha caracterizado al DIE y que tiene que ver con la calidad de la educación.

¿Cuál es el análisis que hace sobre la industria eléctrica en la actualidad?

Destacaría dos puntos relevantes. Primero, la política de descarbonización, que ha tenido un componente político significativo desde la COP25, y el compromiso que ha tomado Chile y otros países, que ha acelerado la necesidad de retiro de centrales a carbón. Desde el punto de vista técnico, esto ha tenido un impacto importante en la industria, que tiene que ver con el impacto que van causar estos retirosen la seguridad del sistema eléctrico.

Evidentemente los sistemas de generación tradicionales tienen un rol en la estabilidad y en mantener la continuidad del servicio. El desafío aquí es saber cómo la industria va a responder a la necesidad creciente de seguridad que va a tener el impacto los sistemas de generación que van a reemplazar al carbón y que viene también a exacerbar el hecho de que la seguridad se ha ido deteriorando por la integración de energías renovables. Este es un asunto importante del corto plazo.

El otro punto es la distribución, donde tenemos una coyuntura bien importante, que tiene que ver con el impacto de un escenario de comercializadores de energía, donde todavía hay mucha discusión sobre la implementación. Hay una relativa concordancia respecto a que la comercialización de la electricidad es una buena solución para varios problemas que se han venido dando, pero evidentemente la implementación de esto presenta problemas, por ejemplo, con los contratos de largo plazo que se han suscrito en las licitaciones de suministro.

Entonces creo que estas dos cosas han estado tensionando la industria desde ambos lados, desde la gran generación y desde la industria eléctrica a nivel de distribución. Tenemos un año bien movido en ese sentido.

¿Cómo está adaptando la academia la incorporación de nuevas tecnologías y regulaciones en el sector energético?

La academia en general desde el punto de vista industrial siempre reacciona con oferta académica. Ya varias casas de estudio se han ido instalando discusión a nivel de diplomados, los que son la punta del iceberg entre el conocimiento académico que se genera a través de papers y proyectos de investigación, y el conocimiento más masivo y aterrizado a la realidad industrial. Los diplomados son las instancias más masivas y que dan señales sobre qué cosas se están requiriendo dentro de las nuevas perspectivas. Últimamente ha habido muchísimo movimiento, en que hay ofertas de diplomados en hidrógeno, en energías renovables, electromovilidad entre otras. Con las nuevas perspectivas del mercado eléctrico, probablemente aparecerá algo de distribución. Y aquí nuestro rol como academia está en proponer nuevas perspectivas y paradigmas desde el punto de vista de la investigación, pero abordando también el conocimiento más digerido y más general en la oferta de diplomados, magísteres y doctorados que tiene un impacto más amplio en la formación de capital humano avanzado

A su juicio, ¿cuáles son los principales desafíos que enfrenta la industria?

Yo creo que el tema de la descarbonización es el desafío general de la industria eléctrica en este momento. Antes en los años 80’ y 90’ era una industria con tecnología bastante establecida y sin muchos desafíos, pero ha sido la integración de energías renovables y las metas de decarbonificacion desde la política pública lo que ha ocasionado una necesidad importante de modernización en el sector. Como lo mencione anteriormente, hay desafíos muy significativos a nivel de operación del sistema que han impactado al sector estos años.

Por otra parte, dentro de la necesidad de descarbonización, uno de los usos energéticos más complejos de decarbonificar son los que se relacionan con el transporte, por lo que el desarrollo de la electromovilidad ha crecido significativamente. La única manera en que hemos podido resolver este problema energético es con la movilidad eléctrica, vale decir, trasladando grandes bloques de energía desde la combustión interna en nuestros vehículos a sistemas de generación eléctrica que pudieran ser renovables.

Hay un tercer elemento que tiene que ver con el hidrógeno, el que se está transformado en una alternativa muy importante por el aprovechamiento de la energía solar en el norte que no necesite de la construcción de grandes proyectos de infraestructura de transmisión. Además de su uso local, tenemos la posibilidad de exportar el hidrogeno a países que se han determinado a su masivo, como Japon, y para los cuales se proyecta rentable su procesamiento en Chile a partir de energía solar.

¿Cómo ve la discusión sobre la potencia del sector energético?

El DS 62 del 26 de diciembre de este año ha sido un incentivo para acelerar el retiro de centrales a carbón, que pueden acogerse a una nueva figura llamada Reserva Estratégica y recibir un pago por mantenerse en estado operativo en espera que una situación de emergencia que haga necesario su despacho, el cual no podrá superar el 60% del equivalente a su potencia máxima. El decreto establece plazos específicos para el periodo que puede una unidad permanecer como reserva estratégica y los plazos para la solicitud de despacho. Es una medida que ya ha tenido frutos al existir empresas que han solicitado el retiro de sus unidades a carbón para ingresar al nuevo régimen, pero que también ha esbozado críticas desde algunos sectores que cuestionan los pagos hacia las unidades de Reserva Estratégica y como estos provendrían de una reducción del pago al resto de las unidades del sistema.

Distribución

¿Cómo ve el proceso de la reforma a la distribución?

Ese es un tema que está tensionando la operación de los sistemas de distribución y que es muy relevante. Tenemos que pensar que las tarifas eléctricas son bastante complejas de entender para los usuarios residenciales y PYME, que genera una barrera a que estos puedan minimizar los costos de la facturación.

Habiendo una cantidad significativa de distintas tarifas, ese proceso de búsqueda de costo-efectividad en el consumo eléctrico se hace complejo y obviamente eso es una barrera para las personas y los procesos. Cuando hablamos de un cambio en la tarificación o un cambio en que se comercializa la energía eléctrica, estamos pensando en empresas comercializadoras que de alguna manera van a traducir estas tarifas complejas a más sencillas que puedan ser mejor adoptadas.. Dentro de ese proceso van a ocurrir, dos cosas muy buenas: la primera, es que las personas y PYMES van a poder tener acceso a elegir un proveedor de energía eléctrica que pueda darles una tarifa que sea un poco más sencilla, entendible, y que pueda ser integrada a las finanzas de una empresa. Si esto se cumple será muy positivo, porque quienes estén a cargo de esta comercialización van a tender a generar tarifas cada vez más simples y va a generar un círculo virtuoso.

Además, la competencia que inherentemente va a ocurrir entre las comercializadoras evidentemente va a generar un proceso de mayor eficiencia en los precios; eso también es muy importante. Y bueno el riesgo que ocurra en ese juego lo van a asumir las empresas comercializadoras y eso es muy bueno porque las tarifas tenderán a la baja como ocurrió de manera análoga en el sector telecomunicaciones.

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