(Diario Financiero)>/b>El aumento de la participación estatal en la propiedad de Petrobras, el año pasado, generó preocupación en los inversionistas, que temían una mayor intervención política en las decisiones de la compañía.
Y esos temores se están concretando. Presionado por la inflación, el gobierno mantiene desde hace meses una tensa pugna con la administración de la compañía para que no suba los precios de los combustibles en el mercado interno, a pesar de que en los mercados internacionales el valor del petróleo brent no baja de US$ 100 el barril.
Aunque las refinerías de Petrobras operan cerca del tope de su capacidad no dan abasto para la demanda interna, que crece por la rápida expansión de la economía, y la petrolera se ha visto obligada a importar crudo y venderlo en el mercado interno por debajo del costo. Petrobras importó 1,5 millón de barriles de combustible en abril y volvería a importar este mes.
A comienzos de mayo, el director ejecutivo, José Sergio Gabrielli, dijo que aún era demasiado temprano para elevar las tarifas. “Nosotros no traspasamos al mercado brasileño las variaciones de corto plazo en los mercados internacionales”, aseguró.
Denuncian cartel
Aunque las refinerías de Petrobras mantienen los precios congelados desde 2009, el precio del etanol no está restringido, y como este alcohol se utiliza en la mezcla de la gasolina, el precio final del combustible ha aumentado. Pero el gobierno está decidido a impedirlo y el Ministerio de Justicia demandó a BR Distribuidora, la unidad de Petrobras que maneja su red de estaciones de servicio, informó ayer el periódico local Valor Económico, citando al diario oficial. Las autoridades justificaron la decisión argumentando que existe un cartel en el mercado minorista de combustibles y que por esta vía pretenden fomentar la competencia en el sector.
Gabrielli ha explicado previamente que el alza en la demanda global de alimentos está haciendo subir los precios del etanol.
Fuente / Diario Financiero