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Generadoras advierten que si HidroAysén sigue retrasándose se deberán buscar proyectos alternativos

Jun 9, 2014

El presidente de la Asociación de Generadoras, René Muga, sostuvo que el proyecto representa cerca del 40% de la energía que el país requiere en los próximos 10 años.

(La Tercera) A un día de que el Comité de Ministros tome una decisión sobre la continuidad del megaproyecto Hidroaysén los representantes de las generadoras y distribuidoras eléctricas concuerdan en que la evolución que tuvo la iniciativa deja una serie de enseñanzas tanto para la autoridad institucional, las empresas titulares y la comunidad en general que tienen relación con determinar el tipo de energía base que quiere desarrollar el país, el establecimiento de reglas claras y el posterior respeto de ellas, junto con el mutuo de trabajo de todos los sectores para evitar caer en una escasez del suministro eléctrico.

Con casi una década en planificación, HidroAysén de Endesa (51%) y Colbún (49%), contempla la construcción de cinco centrales en los ríos Baker y Pascua, en la XI Región, con una capacidad de 2.750 megawatts (MW) de potencia instalada. La construcción de las plantas costaría unos US$5.000 millones, a lo que se suma el valor de la línea de transmisión, calculada en US$4.000 millones.

El Comité de Ministros -integrado por los titulares de Minería, Agricultura, Medio Ambiente, Salud, Economía y Energía- deberá resolver 35 reclamaciones que se presentaron a la Resolución de Calificación Ambiental (RCA), otorgada en mayo de 2011 por la Corema de Aysén.

El director ejecutivo de la Asociación de Empresas Eléctricas, Rodrigo Castillo, sostiene que un tema que se debe destacar entre las lecciones que deja el caso de HidroAysén es la importancia de fortalecer la institucionalidad que regula estas iniciativas, y en ese contexto, que los proyectos sean aprobados o rechazados en los plazos que la ley establece.

«El punto del reestablecimiento de la institucionalidad, del respeto a los plazos, y por lo tanto, de tener certidumbre a tiempo respecto al destino de los proyectos es un elemento que sin importar cuál sea el resultado mañana va a verse fortalecido por lo últimos acontecimientos», afirmó Castillo.

En tanto, el gerente general de la Asociación de Generadoras, René Muga, también señala que otro punto clave es determinar y desarrollar la energía de base a la apuntará el país. Agrega que para Chile existen tres alternativas: «la hidroelectricidad de pasada o de embalses, como es el caso de HidroAysén, pero básicamente la hidroelectricidad de gran envergadura; el carbón o el gas».

En ese sentido, Muga estima que «si el Comité de Ministros resuelve que ese proyecto va a tardar en su desarrollo o no va a entrar a la velocidad que se ha previsto por parte de los titulares del proyecto, el país tendrá que encontrar una alternativa, porque esa energía realmente se necesita. Es aproximadamente un 40% de la energía de base que el país requiere para entrar en los próximos 10 años. No podemos prescindir de un aporte de energía tan importante como ese».

Para el representante de las generadoras, está clara la trascendencia de la hidroelectricidad como energía de base debido a que es uno de los pocos tipos de producción con que el país cuenta, y sobretodo considerando que el propio ministro de Energía, Máximo Pacheco, ha destacado su importancia dentro de la recientemente anunciada Agenda Energética.

«Si ese proyecto es sancionado y se determina que no puede avanzar como estaba previsto, el país tendrá que reconocer que tendrá que buscar otras fórmulas que permitan el desarrollo de la capacidad y del potencial hidroeléctrico que este país tiene», acotó.

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