(Diario Financiero) Dos eran las obras principales consideradas en el plan de expansión de transmisión eléctrica que presentó la Comisión Nacional de Energía (CNE) a fines de 2017 y que suman inversiones por US$ 2.684 millones: una línea de transmisión de corriente continua de 1.470 kilómetros entre Antofagasta y Santiago, y la subestación de almacenamiento “Don Andrés”.
Sin embargo, luego de las 348 observaciones que recibió la iniciativa en su período de consulta, la CNE decidió sacar de la propuesta final la subestación, postergando su inclusión para el próximo año buscando conseguir un debate más maduro al respecto de un elemento novedoso para obras de transmisión.
Es por esta decisión que los ejecutivos de la empresa Valhalla, en representación del proyecto de almacenamiento hidráulico Espejos de Tarapacá, decidieron ingresar una discrepancia ante el panel de expertos, organismo que dirime disputas en el sistema, buscando que la autoridad reincorpore la obra.
En su defensa, la firma -fundada por Juan Andrés Camus y Francisco Torrealba- señala que en el informe de la CNE, no fueron incluidos los beneficios económicos de sumar esta tecnología, los que incluso podrían llegar hasta los US$ 947 millones, según estudios que envió la empresa al Panel de Expertos.
En el escrito de más de 90 páginas, explican que la obra como tal no corresponde aisladamente a un sistema de almacenamiento, sino que se trata de una nueva subestación y líneas de transmisión que permitan entregar el atributo y funcionalidad de almacenamiento, lo que es necesario dada la masiva inyección de energías renovables variables en sistema eléctrico del norte donde se emplazaría, dijo la empresa.
“El almacenamiento tiene funcionalidades que sirven para distintas cosas, para generación, transmisión, servicios complementarios, eso emana de la reforma a la Ley de transmisión y fue un tema que se habló en las mesas de trabajo y ya es utilizado en otros lugares como Inglaterra, España y California”, explica el gerente general y fundador de Valhalla, Juan Andrés Camus.
En su momento, esta teoría fue compartida por el exsecretario ejecutivo de la CNE, Andrés Romero, que en defensa de la inclusión e este tipo de equipos comentó que “estamos convencidos no sólo de las capacidades legales, sino que de los enormes beneficios que tendrán a futuro estos sistemas como opciones distintas a la transmisión para generar alternativas más seguras y económicas para una red que es más compleja, por la irrupción de las renovables”.
Respecto al retraso para la integración de la obra, como se determinó finalmente, la empresa estima que los beneficios que generaría en el sistema irían decreciendo con el paso del tiempo.
Esto, agrega, porque la autoridad no pospuso la entrada en operación de un sistema de esta naturaleza, sino que solo contrajo el período de desarrollo y construcción, desde cinco años a cuatro.
En la discrepancia presentada el miércoles, también se argumenta que en el cálculo inicial de la autoridad, existen imprecisiones respecto al ahorro producto del desplazamiento de emisiones de CO2, que no fueron incluidas en el análisis técnico y económico, tal como quedó establecido en la última reforma de la Ley.
Jiménez: «Necesitamos infraestructura robusta»
La ministra de Energía, Susana Jiménez, explicó que el gobierno tendrá que evaluar el plan de expansión y aseguró que «tenemos claro que la infraestructura robusta de transmisión es necesaria para nuestro país, a fin de que todas las buenas noticias que hemos visto con las energías renovables, no se enfrenten a cuellos de botella en el futuro y tengan las líneas en forma oportuna.
Respecto al nuevo Secretario Ejecutivo de la CNE, explicó que el nombramiento se hará a través de concurso público por el sistema ADP.
«Con este retraso de las obras, los que ganan son los que tienen capacidad instalada»
A pesar de las reformas que se incluyeron en la ley, aún no hay claridad en Chile respecto al uso de equipos de almacenamiento en programas de transmisión energética. Para el fundador de Valhalla, aún «hay una preconcepción del almacenamiento que cambió con la Ley, pero muchas veces nos cuesta adecuarnos a estos nuevos paradigmas».
– ¿Qué es lo que está en juego con esta discrepancia?
– Hay que mirar esto con tendencias de futuro, lo que está en juego es más la mirada que tenemos como país del almacenamiento y cómo se da cabida en transmisión. Esto no es una gran novedad, desde 2013 en California se licita almacenamiento por sus efectos en transmisión, en el mundo este es un tema que está muy avanzado y la ley viene a actualizar como incorporar las nuevas tecnologías de una manera segura, competitiva y sin poner en riesgo la robustez del sistema.
– Desde la CNE apuntan a que se necesita un año más para contar con un debate maduro…
– Es que ya hubo en la Ley una discusión sobre almacenamiento, y retomarlo sería una pérdida para los consumidores, pero aquí también hay alguien que gana con todo esto, que son los que tienen capacidad instalada para responder a los efectos de las energías renovables variables, por lo que hay mucho conflicto de interés en las opiniones respecto a quién se lleva las rentas, y quién las paga.