Q

Especialista analiza debilidades del modelo eléctrico argentino

Feb 14, 2014

Daniel Llarens, director de la consultora transandina Mercados Energéticos, resalta a este medio la importancia de que los mercados eléctricos evolucionen conforme varía su entorno.

Una crítica mirada respecto a la situación del mercado energético trasandino entrega a este medio Daniel Llarens, director de la consultora argentina Mercados Energéticos, en una entrevista en la que aborda la manera como el sector eléctrico se vio afectado por factores como la devaluación de la moneda.

¿Es posible transferir al caso chileno algunas de las lecciones dejadas por la reforma energética argentina impulsada en los noventa?
La reforma del sector eléctrico de Argentina tuvo como referencia la desarrollada en Chile una década antes. Desde el punto de vista regulatorio la organización que se dio al mercado eléctrico es muy similar en ambos países. Las diferencias son mínimas y no explican por sí mismas las crisis que afectan a ambos mercados en los últimos años.

La organización regulatoria que se dio a los mercados eléctricos en ambos países entiendo fue adecuada bajo la condición de que el entorno externo al mercado sea estable. La década de los noventa fue un periodo estable a nivel mundial si lo comparamos con lo sucedido en la siguiente década.

¿Qué ocurrió en la siguiente década?
A fines de 2001 Argentina enfrentó una crisis macroeconómica que entre otras cosas produjo la devaluación de la moneda un 300%. La organización del mercado eléctrico argentino no logró superarla principalmente por la imposibilidad de armonizar intereses privados y públicos en un contexto de fuerte devaluación de la moneda y la imposibilidad de incrementar las tarifas eléctricas en forma proporcional a la devaluación.

¿Qué efecto provocó la devaluación del peso?
El peso argentino pasó en unos meses de una paridad cambiaria de uno a uno a tres a uno, es decir 300%, en un sector que estaba dolarizado, por tanto tuvimos un problema esencial que era cómo trasladar a la tarifa la devaluación, porque si aumentábamos la tarifa tanto como la devaluación, un 300%, nadie la pagaba.

Lo que hizo el gobierno argentino fue una medida extrema de decir que todos los contratos y precios, que todas las cosas se convirtieran, aun con la devaluación, que lo que antes era un dólar ahora pasa a ser un peso, pese a que dicha moneda se había devaluado tres veces. En definitiva el sector entró en crisis por este motivo.

Además se define un precio de mercado máximo de $120 MWh (hoy equivalente a US$20 MWh), lo que desincentiva el desarrollo de nuevas centrales. Estas tarifas congeladas limitan la capacidad de pago, por lo que se incrementa la deuda con los generadores y desincentiva la expansión de generación.

¿Qué lecciones dejó esa crisis?
Lo que mostró es que los mercados eléctricos deben evolucionar conforme varía su entorno para que se logren los objetivos buscados en la reforma. La piedra fundacional de todo mercado debe ser que refleje el costo económico de la energía.

Lo último
Te recomendamos

REVISTA DIGITAL

Suscríbete al Newsletter Revista Electricidad