(El Mercurio) Una negociación que podría tener repercusiones en Chile está ocurriendo en España. Endesa estaría negociando la compra de Enel Green Power (EGP) con su controlador Enel. Esta filial de energías renovables fue absorbida en marzo por la italiana.
Así lo informó ayer en el diario hispano ABC, Borja Prado, presidente de Endesa España, quien señaló que en estos momentos «no es posible anticipar si de estas conversaciones se derivará un efectivo acuerdo de compra, que, de alcanzarse, se comunicaría oportunamente al mercado».
Los activos de EGP en España suman 1.710 MW, y el 95% son proyectos eólicos. La publicación advirtió que Endesa compraría el 60% que hoy tiene Enel en EGP. La operación estaría siendo estudiada por bancos de la talla de Morgan Stanley, J.P. Morgan, BBVA y Goldman Sachs, además de varias oficinas de abogados.
Por medio de la compra de estos activos renovables, aumentarían los planes de expansión de Endesa España. Lo anterior, porque en el mundo algunas fuentes convencionales están en retirada o enfrentan problemas para ser desarrolladas, mientras el camino para hacer plantas de energía renovable es menos pedregoso.
Una señal para Chile
La sola disposición del CEO de Enel, Francesco Starace, a negociar una eventual venta de la empresa renovable -la que tendría las mayores perspectivas de crecimiento- a su filial española, marcaría una señal para el mercado, sobre todo para el chileno.
En las negociaciones previas a la aprobación de la reestructuración societaria de Enersis, Endesa y Chilectra, a fines del año pasado, uno de los aspectos que se acordaron es que Endesa Chile negociaría con EGP un eventual joint venture que permitiría a la generadora tradicional tomar hasta el 40% de la propiedad de los proyectos actuales y futuros de EGP en Chile. Como ya publicó «El Mercurio» en mayo, Enel ya habría mostrado cierta apertura a la opción de buscar otra alternativa de acuerdo entre ambas firmas, e incluso podría evaluar una fusión entre ambas compañías. Lo anterior iría en línea con la necesidad de simplificar al máximo la estructura societaria de la compañía, dicen cercanos a las empresas chilenas. En caso de que algo así ocurriera en el mercado local, el cambio sería enorme, ya que implicaría que EGP podría dejar de existir e incluso ya no necesitarían dos administraciones, como las que existen para la generación: la de Endesa y la de EGP.
Esta alternativa la propusieron los directores chilenos de Endesa el año pasado cuando todavía formaban parte de la mesa Felipe Lamarca e Isabel Marshall, además de Enrique Cibié y Jorge Marshall, quienes permanecen.