(Pulso) Un “Plan B” está cerrando Engie Energía Chile -anteriormente conocida como E-CL-, para cumplir con sus compromisos adquiridos en 2014 para abastecer a los clientes regulados del sistema interconectado central (SIC) a partir de 2018.
Esto, adelantándose al probable retraso que tendrá la línea que desarrolla la colombiana ISA a través de Interchile, que unirá Cardones con Polpaico, y viabilizará la interconexión entre los dos principales sistemas del país, el SIC y el sistema del Norte Grande (SING).
En concreto, la generadora está en plenas conversaciones con generadores del centro-sur del país para que estos cubran sus obligaciones; sin embargo, estos acuerdos serían por una fracción de los compromisos -que en 2018 la obliga a abastecer unos 2.016 GWh-, ya que parte importante se inyectaría a través del spot.
“Estamos en proceso de asegurar parte del abastecimiento, aproximadamente un tercio de la demanda en 2018 será a través de contratos con otras empresas generadoras. El resto lo tomaremos el mercado spot”, comentaron desde la generadora a inversionistas.
Y después siguieron: “El impacto por el retraso, y el precio spot debería ser marginal. Esto, porque no esperamos en 2018 que el precio marginal sea mayor que US$60”.
Engie en 2014 se adjudicó un bloque de 5.040 GWh/año para abastecer a los clientes regulados del Sistema Eléctrico Central (SIC), por un plazo de 15 años y a un precio cercano a los US$100 GWh. Este debía comenzar de manera parcializada en 2018.
Sin embargo, la generadora no tiene activos en la zona central, por lo que su plan era administrar la energía a través del proyecto Infraestructura Energética Mejillones y energía renovable no convencional -todos ubicados en el Norte Grande-, y trasladarla a la zona sur del país.
No obstante, la problemática que ha tenido la línea Cardones-Polpaico anticipa un retraso de al menos un año en la puesta en marcha, a 2019; lo que ha obligado a Engie a buscar alternativas para asegurar el suministro.