(El Mercurio) «Hay que tener especial cuidado con las operaciones entre partes relacionadas (OPR); esa es la gran preocupación que yo al menos tengo, pero ya estoy afuera», dijo ayer el ex director independiente de Enersis, Rafael Fernández, respecto de la eléctrica.
Si bien no especificó el porqué de sus dichos, es de público conocimiento que el ejecutivo defendió fervientemente los eventuales beneficios que reportaría el plan de reorganización societaria planteado por Enel a los accionistas minoritarios de Enersis.
Pese a que la firma no realizó la separación de los activos chilenos de los latinoamericanos, considerando esta parte de la operación como una OPR, la fusión de las empresas que aún le resta por llevar a cabo, sí deberá considerarla como tal.
Con todo, más de un minoritario ha advertido sobre los conflictos de interés que podría generar la operación, especialmente un eventual joint venture entre Endesa Chile y Enel Green Power -filial renovable del grupo-, compañías que tienen contratos de compra y venta de energía.
Sobre los dichos del CEO de Enel -quien señaló que para lograr cambios en las empresas era necesario inspirar miedo-, Fernández advirtió que «eso destruye todo el trabajo que has hecho culturalmente en la organización en códigos de conducta y de ética, y atenta contra la labor de compliance «.