(El Mercurio) Actualmente hay 32 proyectos de generación eléctrica en etapa de construcción en el Norte Grande, mientras que en la zona central suman 37. En total, son cerca de US$ 11 mil millones de presupuesto destinado a dichas iniciativas, que significarán un aumento en la capacidad eléctrica de 5.358 MW, según estimaciones de la Comisión Nacional de Energía (CNE). «Es el sector donde hay más inversión en Chile hoy; por primera vez la energía supera a la minería. Estamos con niveles que no veíamos hace ocho años», señala el secretario ejecutivo del organismo, Andrés Romero.
Expertos creen que la apertura del mecanismo de licitaciones favoreció la llegada de nuevos actores al país, tendencia que se viene dando en los últimos cinco años. «Hay un fuerte vuelco en el sector hacia las energías renovables, por lo que hace un par de años se está viendo una fuerte apuesta hacia ellas por sobre las alternativas tradicionales», agrega José Ignacio Escobar, gerente general de Acciona Energía Chile. Según datos de la CNE, el 88% de los proyectos en el SING son de energías renovables no convencionales (ERNC), mientras que en el SIC la cifra llega al 73%.
Frente a este escenario, hay coincidencia en el mercado que la demanda por mano de obra en la industria se mantiene fuerte. «En el mundo de la energía seguimos igual que en 2013. Estamos en un período continuo y no ha habido un decaimiento de las contrataciones del sector, cosa que no ha pasado con el resto de la economía», señala Karina Pérez, directora de Robert Half Chile.
Demanda por gerentes de proyectos debiera caer
La necesidad por contrataciones existe, pero expertos en selección advierten que no siempre se puede absorber con talento nacional. «Hay una cierta demanda en el mercado que no tiene candidatos en Chile, pues es tan específica que no hay gente con la suficiente experiencia desarrollada en el país. En todo lo que tiene que ver con tecnologías nuevas, como parques solares, muchas veces se ha tenido que traer gente de afuera», agrega Pérez.
Escobar indica que la etapa constructiva es donde se percibe más escasez: «Hay un cuello de botella y hoy una parte no menor de la mano de obra está viniendo de Europa del Este, principalmente de Polonia, porque acá no hay gente calificada». Esta tendencia se observa de alguna manera en la guía salarial 2016 de Robert Half, donde el único cargo del sector ingeniería-industria (donde está incluida la energía) que bajará su nivel de sueldo respecto de 2015 es el de jefe de terreno.
Distinto es el caso de las gerencias, donde se tiende a valorar el conocimiento local. «Los proyectos están acá, por lo que no puedes hacerlos desde la matriz y, por lo mismo, hay una fuerte demanda por talento interno como, por ejemplo, la gerencia de operaciones o de proyectos», explica Escobar.
Según Robert Half, en firmas pequeñas y medianas este último cargo tendrá un alza salarial de 8,6% el próximo año, con sueldos entre $3,4 millones y $4,8 millones. En las entidades más grandes el aumento llegará a 2,5%, con rangos de $4,7 millones a $7,5 mills.
Sin embargo, José Luis Barroilhet, socio de Spencer Stuart Chile, no cree que esta tendencia se mantenga. «Se requiere de un profesional que sea la cabeza de un proyecto y no hay muchos, por lo que pueden tener un peak de sueldos, pero eso no es sustentable a largo plazo». A su juicio, en la medida que vayan disminuyendo las iniciativas, esa posición perderá fuerza.
Ese es justamente el escenario futuro, estima Michael Byrne, consultor de Boyden Global Executive Search: «Va a haber un exceso de oferta de energía, por lo tanto, es poco probable que existan nuevos proyectos, más cuando la minería, que es su principal demandante, no tiene nuevas iniciativas».
Escobar descarta cualquier sobreoferta y dice que habrá un retraso en algunos planes de obra para ajustarse a las necesidades de la demanda, lo que es una práctica habitual del rubro. Según la CNE, el 66% de las iniciativas del Norte Grande debiera entrar en operaciones el próximo año, mientras que en el centro lo hará el 49%.
Minería es el gran proveedor de profesionales
Durante las licitaciones realizadas en 2015, llegaron 38 oferentes distintos, un número nunca antes visto. «Esto permitió llegar a una tarifa promedio de US$ 79 el MW/hr, lo que es un 40% inferior a la oferta de 2013», destaca Romero. A juicio de Boyden esta situación explicaría el movimiento en el mercado de las contrataciones: «Detrás de la demanda por capital humano hay una lógica de reestructuración, ya que las empresas están velando por llegar a un mejor margen, que se estrechó por el bajo nivel de precios».
En esa línea, un puesto indispensable para mejorar la productividad es la gerencia de logística y abastecimiento que después de su símil de proyectos y de operaciones es la posición mejor pagada en el área de ingeniería e industria, con un sueldo promedio de hasta $7 millones, según Robert Half. «Hay un fuerte foco hacia la eficiencia interna, para hacer más con menos. Es un cargo que ha estado al alza», destaca Pérez.
Barroilhet agrega que el binomio entre el gerente general y el de finanzas es clave para lograr buenos resultados. «Tiene que ser gente que conozca la industria, que sepa qué se puede hacer y qué no. Tiene que ser un equipo capaz de convencer a inversionistas dentro de la empresa o en el mercado de que financien el proyecto», dice.
Barroilhet cree que es intransable que el gerente general tenga amplia experiencia previa en el sector energético. Sin embargo, aclara que como la oferta de capital humano es escasa, en los demás cargos gerenciales se busca también en otras áreas, principalmente en la minera. Para Escobar, los profesionales de dicho sector son atractivos por su experiencia técnica y por los estándares de seguridad que conocen: «Además, tienen una alta capacidad para trabajar en turnos y en lugares inhóspitos. Para esta gente no es ningún problema irse a una planta eólica en el norte».
A pesar de que los sueldos son inferiores en el sector energético respecto al minero, la ventaja que presenta el primero es su continuidad. «Son empresas donde se puede hacer carrera porque se tiene un trabajo mucho más garantizado», concluye Pérez.
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