(El Mercurio) Una reducción drástica de su equipo realizó Energía Austral, compañía propiedad de Glencore y Origin, que desarrolla el proyecto Cuervo de 640 MW, ubicado en Aysén.
Según fuentes al tanto, si bien el equipo es reducido, se desvinculó al 70% de los ejecutivos en Santiago, incluido al gerente general Alberto Quiñones. Entre los pocos que quedaron en la compañía figura el encargado de medio ambiente y un ejecutivo de ingeniería de proyectos. Cercanos comentan que las demás funciones habrían sido asumidas por los accionistas.
El camino de Energía Austral no ha sido fácil, y la sociedad ha cambiado cuatro veces de dueño. El año pasado Origin decidió restringir su participación en el proyecto al que había entrado en 2012 con una opción para subir al 51%. Ahora es socia minoritaria con solo el 34,2%, mientras el porcentaje restante es de Glencore, firma cuyo negocio estratégico es la minería. En este sector, la empresa es una de las más golpeadas por el escenario de bajos precios del cobre, considerando su alto endeudamiento.
Los accionistas de Energía Austral se reunieron con el ministro de Energía, Máximo Pacheco, para informarle de la decisión. Consultado el secretario de Estado, reconoció el encuentro y afirmó que lo informaron sobre la reestructuración de la compañía, pero también del avance del proyecto y su compromiso a continuar con este.
La iniciativa ha enfrentado una serie de trabas, pero en julio de este año el Tribunal Ambiental de Santiago rechazó una reclamación interpuesta por la Corporación Privada para el Desarrollo de Aysén (Codesa) y Patricio Segura contra la decisión del Sernageomin de no invalidar sus actos en el proceso de evaluación ambiental del proyecto. Con ello, el tribunal reafirmó el fallo de la Corte Suprema en cuanto a que el proyecto cumple con el marco regulatorio. Ahora, Cuervo espera una resolución del Comité de Ministros.
Cercanos comentan que Energía Austral ha continuado estudiando la línea de transmisión submarina que permitiría inyectar la energía generada al Sistema Interconectado Central (SIC), pero no descartan que los accionistas estuviesen evaluando desprenderse del activo.
La australiana Origin también era, hasta 2014, socia de Enap en el proyecto de cogeneración de Concón, pero desistió de la inversión. Glencore, por su parte, es socia de Collahuasi y otros tres yacimientos en el país.