(El Mercurio) Qué es un emprendedor social; cómo puede buscar financiamiento y cuál es la misión de sus proyectos fueron algunos de los temas que se abordaron en un encuentro que reunió a siete emprendedores sociales.
Tras explicar en qué consisten las actividades en las que están involucrados día a día, los participantes intercambiaron opiniones sobre la importancia de marcar una nueva tendencia a la hora de crear negocios.
«Aparte de generar beneficios económicos, se debe buscar la generación de impacto positivo en la sociedad y en el medio ambiente», coincidieron. Y se refirieron a este nuevo modelo de negocios como un «híbrido» entre ONG y empresa tradicional.
Además, los invitados valoraron la importancia del lanzamiento oficial de Ashoka en el país, que tendrá lugar hoy en la Galería Isabel Aninat.
Ashoka es una red mundial que está presente en 70 países y que aglutina a más de tres mil emprendedores sociales.
¿Ministerio de Ciencia, Tecnología, Innovación y Educación Superior?
Durante el desayuno, los invitados conversaron sobre la propuesta por parte de la Comisión presidencial en el marco del Año de la Innovación de crear un nuevo ministerio de Ciencia, Tecnología, Innovación y Educación Superior.
Si bien, al brasileño Marcel Fukayama le pareció una gran iniciativa para un país como Chile que, según él, es visto como uno de los líderes en innovación por el resto de la región; otros de los participantes no creen que sirviese como «puerta de acceso» para la innovación social.
«Es una propuesta positiva, pero no sé qué tan factible es desde el foco de la innovación social, ya que está más vinculada a carteras como Trabajo, Educación, Desarrollo Social y Economía, y requiere despegarse de la innovación entendida como un proceso o producto para entrar al mercado», argumenta Sebastián Gatica. Y agrega que a Chile le falta una agencia pública para facilitar e impulsar la innovación social.
Qué tipo de emprendimiento estamos fomentando
Esta es la pregunta que se hace Alexandra Edwards, quien a partir de hoy dirigirá la base en Chile de la red mundial Ashoka. «No todo se puede solucionar a través del mercado, por ejemplo, los niños con enfermedades como el cáncer nunca tendrán un mercado», señala. Es por ello que Edwards considera necesario el establecimiento de puentes y alianzas entre empresas y proyectos sociales.
«Las sociedades civil e industrial deben trabajar de forma colaborativa en la superación de retos», dice. «Buscamos armar un sistema colaborativo en el que todos seamos agentes de cambio, no sólo a través de la selección de emprendedores sociales», señala.
Por su parte, Nicolás Dell»Orto cree que se está dando una redefinición del éxito. «Antes, el profesional buscaba un buen puesto con un buen sueldo en una empresa de prestigio y ahora también se replantean otras cosas», considera.
«Cada vez más el éxito radica en llevar a cabo tu vocación influyendo de forma activa y positiva», añade. Marcel Fukayama apunta que, en la actualidad, los nuevos líderes empresariales jóvenes pretenden responder a propósitos que no sólo están vinculados con los ingresos.
«A veces la innovación social corre el riesgo de convertirse en un nicho, no se asume que el crecimiento y el bienestar puedan coexistir», agrega Larenas.
Travolution
Hacer del turismo comunitario una herramienta para el desarrollo local sostenible. Este es la misión de Travolution, el emprendimiento del chileno Sebastián Gatica , quien además dirige iLab, el laboratorio de innovación social de la UC.
«El liderazgo actual está en la capacidad del individuo para trabajar con otros y construir colaborativamente», opina.
Pegas con sentido
El fundador y director ejecutivo de Pegas con Sentido, Nicolás Dell»Orto , explica que su empresa se basa en la creciente necesidad que aparece entre los profesionales de optar a trabajos remunerados relacionados con un impacto positivo en la sociedad. «Mucha gente no se identifica con lo que hace y nos dimos cuenta de que hay un mercado en torno a ellos», comenta.
CDI Global
El brasileño Marcel Fukayama es CEO de CDI Global, una organización social «híbrida» y primera «empresa B» de Brasil.
CDI busca la inclusión social de los miembros de las comunidades con bajos ingresos, facilitando el acceso a internet y capacitándolos en informática.
«Hay que cambiar la manera de captar recursos y operar desde las organizaciones», cree.
Late!
Juan Pablo Larenas cofundó Late! y Sistema B, donde es director ejecutivo. «Late! es una empresa social que vende productos de consumo masivo (como agua mineral) y el 100% de las utilidades las entrega a proyectos para niños en riesgo social», aclara. En Sistema B buscan impulsar un movimiento global de empresas que de soluciones a problemas sociales y ambientales.
FIS
María José Montero trabaja en el Fondo de Inversión Social (FIS) que se incuba en Claro y Asociados y, además, dirige la Fundación Ciudadano Responsable.
«Nuestro foco es dar financiamiento a proyectos que buscan resultados tanto sociales como económicos. Y, por otro lado, buscamos servir de canal a inversionistas que quieran aportar con sentido», señala Montero.
TriCiclos
Gonzalo Muñoz preside la Asociación Gremial de Empresas Sociales de Chile; es director en Sistema B y gerente general de TriCiclos. «Las empresas deben generar triple resultado: social, ambiental y económico», dice.
TriCiclos, empresa que se ha hecho popular por la implementación de puntos limpios, pretende además ofrecer una plataforma para que las personas puedan cambiar hábitos.
Ashoka Chile
Ashoka Chile será lanzada de forma oficial en el país hoy en la mañana con Alexandra Edwards como directora. La base en Chile se suma así a una red mundial que selecciona emprendedores sociales y que está presente en 70 países. «Ashoka busca generar un ecosistema en el que todas las personas puedan ser agentes de cambio a través de alianzas entre diversos sectores», dice Edwards.
Rol del emprendedor social y trabas para lograr financiamiento
Dar soluciones a problemas que irrumpen en la sociedad y que afectan tanto a las personas como al medio ambiente sería el principal rol de un emprendedor social, lo cual no excluye la posibilidad de obtener ingreso de ello.
Juan Pablo Larenas y Gonzalo Muñoz trabajan en Sistema B y apuntan que el éxito en los negocios llega del trabajo en colaboración entre los diversos sectores. «El emprendedor social emerge desde las organizaciones de la sociedad civil. Este ámbito converge cada vez más con el sector privado más tradicional y se crean nuevas dinámicas en las que surgen individuos que participan en diversos campos», dice Larenas.
María José Montero, quien gestiona el Fondo de Inversión Social (FIS), cree que para el inversionista muchas veces es difícil entender la misión final de estos emprendimientos, pues los resultados económicos se demoran. «Se trata de un capital al que se conoce como «paciente» que rompería con el paradigma de la doble billetera: por un lado, invierto en la industria tabacalera y, por otro, dono a una fundación de niños con cáncer», comenta.
Si usted fuese Presidente, ¿qué cambios implementaría?
Conscientes de la responsabilidad que supone este cargo, los invitados se imaginaron por un minuto ser Presidente de la República y se plantearon los cambios que llevarían a cabo para impulsar el emprendimiento social. Así, fomentar el espíritu emprendedor a través de la formación en colegios y universidades fue una de las vías a las que apuntaron, mientras que una mayor inversión en educación y en profesorado fue otra de las apuestas. Otro camino sería aprobar una ley general que reconociese una nueva figura legal de empresas híbridas (donde convergen los propósitos de una empresa tradicional con los de organizaciones de carácter social), a las que denominaron «cuarto sector». Además, se habló de incorporar el fomento de la innovación social en las agencias públicas como otra de las propuestas.
Fuente / El Mercurio