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El petróleo ve una tenue luz al final del túnel, ¡pero para algunos!

May 10, 2016

En Chile los bajos precios del petróleo impidieron una tormenta aun mayor.

(El Mercurio) Sin energía no es posible una economía moderna, y la falta de energía abundante, confiable y segura, es una amenaza para el desarrollo y crecimiento de las naciones. El año 2000, la cantidad de energía primaria consumida a nivel global alcanzó a 9.371,3 millones de toneladas equivalentes de petróleo (mmtep), cantidad que al día de hoy ha crecido en un 40%, para llegar a 13.080 mmtep. Esta mayor demanda se ha dado principalmente en los países en vías de desarrollo, donde el consumo prácticamente se ha duplicado.

China, por si sola, explica más del 55% del aumento de toda la energía primaria consumida a nivel global, desde el año 2000 a la fecha; aumentado su participación en el consumo de energía primaria a nivel global desde el 8% en 1990, al 10% en el año 2000, y al 23% el año 2015. Así, si el año 2000 los países OCDE explicaban el 58% del consumo de energía a nivel global, hoy solo representan el 42% de esta.

En la actualidad, los combustibles fósiles, carbón, gas y petróleo, representan cerca del 86% de toda la energía que se consume en el mundo, y el petróleo más del 32% del total. De no mediar un cambio tecnológico significativo que desplace al petróleo, este seguirá siendo una de las principales fuentes de energía a nivel global.

Hacia fines de esta década, se espera que el consumo de energía a nivel global crezca en más de 10%, y hacia el año 2035 lo haga en a lo menos un 30% respecto de 2015. Y es en China, India, otras partes de Asia, África y América Latina, donde se espera que se dé el mayor crecimiento en la demanda de energía y de petróleo a nivel global.

Desde mediados del año 2014, el precio del petróleo ha experimentado un fuerte descenso, desde más de US$100/barril, a mínimos de US$30/barril en febrero de este año, y con valores que han fluctuado entre los US$40/barril y los US$50/barril más recientemente (ver Figura 1).

En Chile evitó una tormenta perfecta

Chile importa el 96,5% del petróleo que consume, y en este sentido, el menor gasto por las importaciones de combustible ha permitido compensar, en parte, la caída en los ingresos por el menor precio del cobre y de otras materias primas. El año 2015 el valor de las importaciones de hidrocarburos alcanzó US$ 2.960 millones, menos de la mitad de lo registrado en cada uno de los años del período 2011-2014, y con un volumen de importaciones que en promedio fue similar al total importado en 2015. A pesar de lo adverso que el menor precio del cobre ha sido para la industria minera nacional, el menor precio del petróleo le ha ayudado a disminuir costos para capear de mejor manera el temporal.

Sin embargo, el menor precio del petróleo ha tenido como víctima a la industria del petróleo nacional, a empresas privadas, que desarrollan actividades de exploración y producción en la región de Magallanes. Esta región cuenta con algunos recursos de gas y petróleo, pero es una cuenca petrolífera madura y ya explotada, donde los costos de exploración y producción de nuevos yacimientos resultan mayores a los que se observan en otras regiones del mundo, en las que hay una mayor abundancia de hidrocarburos, que además son de más fácil acceso, y que también acceden a empresas de servicios y logística con costos menores. El desafío está en introducir nuevas tecnologías junto con racionalizar costos para adecuarse a las nuevas exigencias de la industria petrolera mundial

Por qué ha caído el precio

A pesar de la fuerte caída experimentada por el precio del petróleo, su demanda ha seguido aumentando. Se estima que en 2015 esta creció cerca de 1,02%, tasa marginalmente inferior a la de años previos.Si bien son varios los factores que desde mediados del año 2014 han contribuido a la caída en el precio del petróleo, entre los principales están el menor crecimiento proyectado de la demanda como consecuencia de un menor crecimiento de la economía china y otras economías en desarrollo, y un aumento en la producción mundial de petróleo producto de lo siguiente:

1. La explotación de petróleo no convencional (petróleo de enquisto en EE.UU., arenas de alquitrán en Canadá y petróleo en capas presal en Brasil). Desde el año 2005, EE.UU. ha aumentado en más del 60% su producción de petróleo y líquidos condensados, llegando el 2014 a ser el principal productor de petróleo y líquidos condensados del mundo, por encima de Arabia Saudita. En 2015, en EE.UU. la producción de petróleo no convencional llegó a representar más de la mitad de la producción total de petróleo del país.

2. El aumento en la oferta de petróleo convencional de países como Arabia Saudita Rusia, que junto con EE.UU. son los tres principales productores de petróleo en el mundo; y donde, a nivel global los ocho principales productores dan cuenta del 60% de la producción total de petróleo.

3. La mayor oferta que se espera de otros países que han encontrado importantes reservas de petróleo en la década pasada como, por ejemplo, Kazajistán y Brasil. Respecto de Brasil, se espera que prontamente pueda llegar a ser uno de los diez principales productores de petróleo en el mundo.

4. Las expectativas de un aumento en la producción de petróleo desde Irán después del levantamiento de sanciones económicas internacionales que enfrentaba como consecuencia de su programa nuclear.

5. Los anuncios en 2014 y 2015 por parte de la OPEP (Organización de Países Productores de Petróleo) de mantener sus cuotas de mercado, principalmente la posición de Arabia Saudita, con el fin de desafiar a los productores de petróleo no convencionales, y de otros proyectos en desarrollo de alto costo, en términos de su resiliencia para mantener sus niveles de producción o de poder desarrollarse exitosamente en un escenario de precios más bajos.

Con todo, desde febrero de este año, algunos países miembros de la OPEP han trabajado, infructuosamente, para lograr un acuerdo entre los países miembros y algunos no miembros, grandes productores de petróleo como Rusia, para congelar los niveles de producción y lograr estabilizar los precios. Si bien las negociaciones no han resultado exitosas, apenas se supo de estas tratativas, los precios reaccionaron al alza.

El juego entre la oferta y la demanda, que ha estado marcada por una caída en los precios del petróleo, ha impactado los planes de inversión de las empresas petroleras a nivel global, y con ello impactará la oferta de petróleo en el mediano y largo plazo. Por ejemplo, hacia 2018, la OPEP da cuenta de un recorte en los presupuestos de inversión en actividades de exploración y producción en los países miembros, a un tercio de la inversión anual del año 2014, la que alcanzó a US$120 mil millones.

El gigante brasileño Petrobras, también ha anunciado una reducción en su presupuesto de inversiones del período 2015-2019 de 25%, desde US$130,3 mil millones a US$ 98,4 mil millones, lo que además se ha visto influenciado por los escándalos de corrupción en que ha estado involucrada esta empresa controlada por el Estado brasileño.

Del mismo modo, en EE.UU. la inversión en actividades de producción y exploración ha caído, y ello se ha visto reflejado en una fuerte disminución del número de plataformas de perforación en operación, desde más de 1.600 plataformas el año 2014 a 332 en marzo de este año, llevando a que la Agencia de Información de Energía de los EE.UU. proyecte para este país una menor producción de petróleo en el año 2016 y nuevamente en el 2017, respecto del máximo que alcanzó en el 2015. A nivel global, el número de plataformas de perforación en operación ha disminuido desde 3.500 en el año 2014 a 1.550 en marzo de este año.

Qué se viene

El menor crecimiento en la demanda y una caída en los niveles de inversión en actividades de exploración y producción llevarán al mercado del petróleo a un nuevo equilibrio, donde se espera que hacia fines del año 2017 se disipen las holguras de oferta que existen el día de hoy (ver Figura 2), y con ello que el precio del petróleo suba nuevamente. Pero, mientras siga existiendo un exceso de oferta, se seguirán acumulando inventarios y los precios del petróleo seguirán deprimidos en beneficio de los consumidores.

La resiliencia de la industria petrolera de EE.UU. es la que va a determinar cuál será el nuevo precio de equilibrio de largo plazo, donde lo que sí ya se ha observado es que esta industria ha sabido adaptarse de manera muy efectiva a un escenario de bajos precios, ajustando programas de inversión, recortando costos y aumentado los niveles de producción de los nuevos pozos perforados.

[Petróleo registra su primera semana en rojo luego de más de un mes al alza]

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