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“El inversionista extranjero se sorprende más con las iniciativas del gobierno que con los escándalos”

Abr 17, 2015

Director ejecutivo de Econsult apunta a la Asamblea Constituyente y la reforma laboral como los principales temores de los extranjeros, quienes “aún” ven con buenos ojos al país.

(Diario Financiero) Los últimos escándalos a nivel político-empresarial tienen el clima enrarecido en el país. Los casos Penta, Caval y SQM han puesto en el foco de los inversionistas extranjeros la manera en que en Chile se hacen negocios y la posibilidad de que el país pierda su sitial como el «mejor alumno de la región» es algo que muchos advierten.

José Ramón Valente no comparte esta tesis. El director ejecutivo de Econsult plantea que si bien estos hechos han despertado la curiosidad y sembrado dudas entre los extranjeros, hay otros temas que les generan mayor ruido, como algunos de los proyectos de reformas en carpeta del Ejecutivo.

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Por lo mismo, el economista señala que el mayor desafío para el país es abordar los escándalos con una institucionalidad fuerte para despejar las dudas entre quienes ven al país como un foco de negocios en Latinoamérica.

– ¿Están los últimos hechos frenando la recuperación?

– Yo tengo mucho contacto con los inversionistas extranjeros y la opinión de ellos es muy favorable aún respecto de que Chile será capaz de resolver esos problemas. Lo que los inversionistas dicen es que Chile tiene una reputación de 30 años muy bien ganada y no se allanan a la idea de que el país no será capaz de sopesar lo bien que lo ha hecho y que tiene que tirarse todo por la borda. Ellos plantean que eso es tan ilógico, tan poco racional, que no creen que vaya a ocurrir. Reconocen que esto es un ciclo y que va a primar la racionalidad.

– ¿No les genera mayor ruido lo que pasa con Caval, SQM o Penta?

– A ver, los inversionistas extranjeros te dicen algo más respecto a todos estos escándalos: todos los países tienen escándalos políticos y empresariales y nuestra medida para juzgar a los países no es si existen o no estos hechos, sino la forma en que son capaces de resolver los problemas que tienen.

El test de Chile no está en la existencia o no del caso Caval, Penta o SQM, sino en cómo el país resuelve eso, si las instituciones son suficientemente fuertes como para salir adelante, resolver los temas de buena manera o no. Nosotros estamos en la mitad de eso. No tenemos la respuesta a eso, pero yo sí tengo la convicción de cómo no se deben afrontar estos temas: la Asamblea Constituyente no es la forma adecuada.

Si me dicen que la forma en que Chile va a resolver los últimos escándalos es por esa vía, yo creo que eso es lo que le falta a los inversionistas extranjeros para decir «ok, vámonos de Chile».

– Pero la posibilidad de una Asamblea Constituyente es escasa por ahora.

– Hasta ahora, los inversionistas nos están dando crédito, creen que podamos salir adelante.

– ¿Los extranjeros están tranquilos con cómo la institucionalidad ha reaccionado? La Fiscalía y el SII están ejerciendo acciones penales y el gobierno creó una comisión anticorrupción.

– Los inversionistas extranjeros no están en el detalle, créeme, ellos están en el gran tema de si hay escándalos y cómo se resuelven. Ellos no conocen al fiscal Gajardo, al director Jorratt, etc. Solamente quieren ver que el país salga fortalecido institucionalmente después de esto y que siga marchando con un norte claro.

– Pero ven que en general la institucionalidad funciona, ¿o no?

– Tienen confianza en que las instituciones van a funcionar. Hoy día aún tienen confianza en eso.

– ¿Confían igual que antes? ¿No se ha minado un poco esa confianza en el país?

– Cuando ellos ven algunos proyectos, se sorprenden. Pero de nuevo, recapacitan y dicen «eso está malo, no me parece bien, pero tenemos confianza en que finalmente no va a pasar».

– ¿Y si se estira el elástico?

– Si uno tira el elástico, obviamente que a los inversionistas extranjeros les gustaría que ninguno de estos escándalos hubiera pasado. Algunos se preguntan «¿qué le pasó a Chile?». Pero no lo preguntan por los escándalos, para los inversionistas extranjeros es mucho más sorprendente las iniciativas del programa de gobierno que los escándalos. Le causa más daño a Chile la solución propuesta de una Asamblea Constituyente o la reforma laboral, que los escándalos políticos y empresariales, ¡mucho más!

– Pero los escándalos corporativos minan la confianza del mercado de capitales donde invierten, va al corazón del mercado en sí.

– Lo que pasa es que los inversionistas extranjeros ven los escándalos en sus propios países. Es muy difícil pensar que un país no vaya a tener estos escándalos, pero es distinto con las políticas públicas, que son algo que se pueden dominar. A los escándalos uno no los domina, aparecen y se dan. Las políticas públicas son diseñadas por uno. Pero cuando se diseñan malas políticas públicas y lo haces a sabiendas, eso genera mucho más daño que los escándalos, que son algo que le explota a la gente.

– ¿Sólo la Asamblea Constituyente le preocupa a los extranjeros?

– Esa es la que más les preocupa, pero le ven baja probabilidad, por lo que no la toman muy en cuenta. La reforma laboral es probablemente la que hoy más pesa, los inversionistas están sorprendidos de que hoy Chile quiera ponerse las mismas restricciones y avanzar hacia una estructura del mercado laboral similar a la que tienen los países europeos y que le ha causado tantos problemas a esos países.

– ¿Qué reflejan estos escándalos en términos de la clase empresarial? ¿Estamos ante una crisis de la ética de los empresarios?

– Estoy totalmente en desacuerdo con esa opinión. La naturaleza humana es y ha sido siempre igual y no creo que la gente de esta generación de chilenos sea más corrupta que la anterior y que vaya a ser menos corrupta que la que sigue.

El que existan estos hechos es algo en sí inevitable, es algo que es cíclico y que tendremos siempre y, por lo tanto, la forma en cómo lo resolvamos me parece más relevante. Insisto, lo importante es que como sociedad encontremos la manera de resolver nuestros conflictos. Además, estos temas se han manifestado en Chile, en EEUU, en Europa, en muchos lados.

«Bajo desempleo», la mejor reforma

Uno de los tópicos en discusión que más preocupa a Valente es la reforma laboral, luego de que el gobierno ingresara más de 100 indicaciones al proyecto que se discute hoy en la comisión del Trabajo de la Cámara.

Para el economista, el diagnóstico respecto a un desequilibrio en las relaciones entre trabajador y empleador es «erronéo y nos hace recordar el trato que había en el siglo XIX».

Por lo mismo, advierte que para transitar a una mayor igualdad en materia laboral, el proyecto debiera enfocarse en integrar a grupos excluidos del mercado del trabajo como los jóvenes, las mujeres y los adultos mayores.

«La mejor reforma laboral es un bajo desempleo. Lo que vimos en los últimos años es que el incremento en las remuneraciones y el bajo desempleo generaron que la misma competencia en el mercado mejorara la calidad de vida de los trabajadores. El trabajador podía negociar con su empleador mejores condiciones y podía decir «si no me mejoran mis condiciones, hay cuatro empresas buscándome». Eso no se ve hoy», señala.

En este sentido, advierte que la sindicalización «forzada» producto de la titularidad sindical, tendrá un efecto «relevante» en la productividad.

«Es muy probable que la productividad caiga, ya que se eliminan los incentivos al esfuerzo con la reforma. La propuesta está muy ideologizada y carece del conocimiento de cómo se desarrollan las relaciones laborales al interior de las empresas», critica el economista.

«Me preocupa que Chile transite el mismo camino que Brasil»

– ¿Qué hay de implícito en las últimas cifras macro?

– Hemos visto un grupo de economistas que piensa que la economía va a encaminada a crecer cerca de 3% este año, liderado por el ministro de Hacienda. Para que eso ocurra, el PIB debiera crecer el segundo semestre en torno a 3,5%. Yo dudo que la economía esté encaminada a eso. Mi expectativa es un PIB entre 2,5% y 3% este año y me atrevería a decir que el próximo año también estaremos en ese rango.

Debe haber sido un golpe duro para el gobierno que el FMI rebajara de forma tan importante la expectativa de crecimiento para Chile, sobre todo para 2016 (3,3%) y que dijera que el mal desempeño se debe al programa de reformas.

– Pero todos los datos apuntan a que ya tocamos fondo. ¿En qué basa ese diagnóstico?

– La economía tuvo un respiro a fines del año pasado e inicios de este, pero está muy asociado a la fuerte expansión del gasto público. Sin embargo, al ver las variables que podrían sostener un mayor crecimiento de mediano plazo, como creación de empleo, inversión y productividad, las cifras fueron muy malas en 2014 y siguen siendo muy malas hoy. Si no se conjugan estos tres factores, la política fiscal debiera ser estéril hacia adelante.

– Si bien la situación interna se ve débil, el Banco Central apuntó en el IPoM a la inflación como el mayor peligro.

– La inflación nos puede perfectamente sorprender al alza y, en parte, porque estamos empujando con gasto fiscal una economía cuya maquinaria no está creciendo. Y a esto se le agrega que el alza del dólar está impactando fuertemente los márgenes de las empresas.

– ¿Esto descuenta un alza de tasas en EEUU?

– Mi escenario es que la economía estadounidense nos sorprenderá el segundo trimestre con un dinamismo importante. Yo no veo el techo del dólar en $ 630 como ven algunos, sino en incluso $ 680. Este año habrá un alza de tasas sí o sí en EEUU.

– El mercado se ajustó mucho a la baja en inflación tras el IPC de marzo.

– Independiente de una cifra en particular, me preocupa mucho que Chile transite en los próximos años el mismo escenario que transitó Brasil entre 2011 y 2014.

Ese escenario fue una expansión de la política fiscal para impulsar la economía, pero sin ningún cambio estructural e implementando malas políticas económicas. Así, solo cosechó un 8% de inflación, un déficit fiscal entre 6% y 7% del PIB y una economía totalmente estancada.

– Suena como un escenario sombrío. ¿Qué tan factible lo ve?

– Es perfectamente factible. Mi temor es que la economía chilena se quede estancada en tasas de crecimiento de 2% y 3%, estamos cerca de eso.

Chile tiene un riesgo relevante de transitar ese camino, es algo peligroso y que no está incorporado.

El mercado le dio mucho crédito a Brasil en un inicio y luego lo castigó. No es que de un día para otro pase esto, es algo que se incuba durante varios años. Chile podría gradualmente ir perdiendo su reputación hasta que en un punto específico, como le pasó a Brasil, el mercado le pierda la paciencia.

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