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El aterrizaje suave de Colombia por el precio del petróleo  

Mar 16, 2015

Sigue siendo la economía más dinámica de América Latina, pero la caída en el precio del petróleo le está pasando la cuenta.

(La Tercera) Colombia probablemente crecerá en torno al 3,8% este año, una de las tasas de expansión más altas de América Latina, pero una desaceleración importante respecto del 4,7% del 2014. Y el impacto multidimensional de la caída en el precio del petróleo desde mediados del año pasado está dejando a las autoridades con cada vez menos opciones para reavivar el crecimiento.

El petróleo representa la mitad de los retornos de exportación de Colombia y prácticamente el 16% de los ingresos fiscales. La caída hizo que a fines de febrero el gobierno decidiera aplazar la ejecución de seis billones de pesos (unos US$ 2.447 millones o 0,7% del PIB) del Presupuesto 2015, aludiendo a las “nuevas condiciones macroeconómicas y fiscales” asociadas a la caída internacional de los precios del crudo. De ese monto, más de US$ 1.900 millones corresponden a inversión (4,8 billones), lo que implica un 9,7% menos que la inversión prevista en el plan de gastos aprobado en octubre.

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A eso se suma la perspectiva de una menor inversión privada: ya hay anuncios de planes de control de costos y suspensión de proyectos en el sector petrolero. La incertidumbre por el nuevo escenario podría traducirse en un menor consumo. Y por si fuera poco, se espera el anuncio de una reforma tributaria para fines de año, con la meta de aumentar la recaudación en 1% del PIB para compensar los petrodólares perdidos.

El peso ha soportado gran parte del ajuste. La divisa se ha depreciado un 25,2% en los seis últimos meses y no está claro que haya tocado fondo. El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, insiste en ver el lado positivo. Si bien no descarta una posible intervención, que por ahora no considera necesaria, afirma que la debilidad del peso frente al dólar impulsará la competitividad y la creación de empleo.

“Los colombianos vamos a preferir más el producto nacional, las vacaciones de Semana Santa en los destinos nacionales y no tanto en el extranjero. Eso es muy bueno para el empleo en Colombia”, dijo el miércoles, luego de que la moneda marcara su nivel más bajo en 10 años.

Los analistas coinciden en que la caída de la tasa de cambio puede profundizar el déficit de cuenta corriente, que según el Banco Central habría llegado a 5% del PIB al cierre de 2014, desde el 3,4% de 2013. Credit Suisse, por ejemplo, estima que podría llegar a 5,7% del PIB en 2015.

Impacto inflacionario

La devaluación del peso ha contribuido al alza de la inflación, que subió a 4,36% en 12 meses a febrero, por encima del rango objetivo de 2% a 4% del Banco Central. Si los menores ingresos disminuyen el espacio para un estímulo fiscal, la inflación dificulta que haya uno monetario.

Daniel Velandia, director de investigación y economista jefe de Credicorp Capital en Colombia, estima que un 20% de la inflación en lo que va del año se explica por el grupo de transables, lo que se compara con un 8% en los primeros dos meses de 2014. “No cabe duda de que el pass-through ha resultado algo mayor del inicialmente previsto”, dice. No obstante, precisa que la inflación de alimentos ha contribuido en un 53% a la inflación acumulada a febrero, como resultado de un clima más seco de lo normal en la primera parte del año, lo que debiera revertirse en la segunda mitad. Así, prevé que la inflación tocaría techo “entre marzo y abril, con un 4,6%, para ir convergiendo al 3,5% hacia fin del año”.

En opinión de Velandia, “la tendencia reciente de la inflación limita la capacidad de las autoridades para llevar a cabo una política monetaria expansiva en momentos de una desaceleración esperada en la actividad económica, tras la fuerte caída en los precios del petróleo”. Recordó que “algunos codirectores ya han afirmado que lo más importante es mantener ancladas las expectativas de inflación y que, en ese sentido, podrían verse en la necesidad incluso de subir tasas si éstas se deterioran significativamente”. El escenario base de Credicorp contempla una tasa de interés inalterada en 4,50% al menos hasta el último trimestre del año, “esperando que las expectativas de mediano y largo plazo no se deterioren fuertemente”.

La pregunta ahora es qué efecto adicional puede tener el impacto de la normalización de la política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos en el peso. “En principio, se esperaría que los niveles actuales del peso colombiano estén incorporando ya buena parte del nuevo escenario económico externo como local. Adicionalmente, se esperaría que la liquidez que comenzó a proveer el BCE contribuya a menores presiones sobre el tipo de cambio hacia adelante”, afirma Velandia. Pero, agrega, “el momentum en el mercado continúa siendo fuerte y no se descartan movimientos adicionales de depreciación del peso con potenciales efectos sobre la inflación, de éstos ser más persistentes”.

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