(La Tercera) En 28 de marzo, la Presidenta Michelle Bachelet nombró a Reinaldo Ruiz como delegado presidencial de Recursos Hídricos. Su mandato tenía tres objetivos: elaborar proyectos de ley para modificar la estructura legal de la entrega de los derechos de agua; plantear inversiones para aplacar los efectos de la sequía, y presentar una propuesta para cambiar la institucionalidad del recurso, es decir, la posibilidad de crear un ministerio o una subsecretaría para el agua. Salvo este último punto, que según Ruiz aún está en análisis, el delegado ya tiene terminadas las propuestas. De hecho, el miércoles expuso en la Comisión de Recursos Hídricos de la Cámara los alcances de la principal modificación legal, la del Código de Aguas, la cual será la primera de las seis iniciativas elaboradas que serán ingresadas al Congreso.
Considerando que son 40 las instituciones públicas relacionados con el agua. ¿Fue un trabajo complejo elaborar la propuesta?
No fue difícil. Los diagnósticos se han hecho desde hace varios años y hay una percepción generalizada de que hay escasez de recursos hídricos con la sequía. Hubo un respiro hace un par de años, pero en la práctica estamos hace seis años con sequía, y si bien en este llovía, lo hizo en el sur. El Niño tuvo efectos de Rancagua al sur y lo que esperábamos es que lloviera en la IV Región, pero no paso. Pero en cuanto al diagnóstico, estaba casi todo hecho.
¿La principal propuesta legislativa es el cambio al Código de Aguas?
El código está vigente desde 1981 y es algo que necesitamos cambiar. Se hizo en dictadura, pero más allá de eso, es pro mercado y se creía que éste iba a destinar el agua donde era necesario. Pero en estos 33 años el mundo es distinto y estamos bajo la influencia del cambio climático, hay consideraciones medioambientales que el código jamás pensó. Con los derechos hubo un sobreaprovechamiento y las cuencas comenzaron a secarse. La gente está teniendo dificultad incluso para el consumo humano; aparecieron pozos más profundos, que secaron otros. Ahora la situación es diferente, compleja y se necesita un Estado más activo que regule.
¿Cuál es la propuesta?
Antes se otorgaban los derechos a perpetuidad y eso queremos cambiarlo. Nuestra propuesta es que todos los derechos ahora se entregarán a un plazo máximo de 30 años y es lo que informamos a la comisión de la Cámara. Además, los nuevos derechos de aprovechamiento serán entregados en concesión y el Estado los podrá revocar, pero no lo hará de forma arbitraria. Ahí es donde entra la ley y el código va a especificarlo.
¿Bajo qué causales podrán caducar?
Vamos a tener que establecer algunas causales. Abandono del derecho, gente que no lo usa o que no inscribe el derecho para ahorrarse pagar la patente. Las personas que utilizan mal o abusan de un recurso también pueden perderlo. La ley dará la posibilidad de que se evalúe el desempeño de quien tiene el recurso. Se pueden establecer causales para revocar el derecho.
¿Eso se aplica para la entrega de nuevas concesiones y también para quienes ya tiene los derechos?
Se aplica a los nuevos, pero a los antiguos hay cosas que sí serán aplicables. Las personas que tengan un derecho a perpetuidad nosotros no vamos a cambiarlo y decirle que el derecho ahora dura 30 años. Eso no lo vamos a hacer. Pero vamos a establecer causales de extinción que también les pueden afectar. Claramente, alguien que uso mal ese derecho y es causal de extinción, lo perderá. Quien lo utilice correctamente no lo perderá.
¿Cuánto es el porcentaje de derechos no entregados en Chile?
Hay datos que difieren. Algunos hablan del 10% del total potencial. Muchos preguntan para qué hacemos tanto esfuerzo por un porcentaje tan menor, pero nosotros creemos que hay que cambiar todo el sistema de distribución y gestión del recurso. Puede que sea el 10%, pero eso irá creciendo, porque hay titulares que irán pendiendo los derechos.
¿Es el mejor momento para presentar los proyectos?
El día que expusimos, con parlamentarios de todas las bancadas, todos fueron muy críticos de lo que tenemos por lo que supongo que vamos a tener un apoyo transversal. Creo que el momento político es el adecuado.