(Pulso) Peabody Energy, la mayor minera privada de carbón del mundo, pidió ayer el concurso de acreedores en Estados Unidos ante una fuerte caída de los precios del carbón que la dejó sin poder costear una reciente expansión en Australia pagada con deuda.
La compañía cifró sus activos y pasivos en entre US$10.000 millones y US$50.000 millones según un documento judicial.
El concurso de acreedores de Peabody está entre los mayores en el sector de las materias primas desde que los precios de la energía y los metales comenzaron a caer a mediados de 2014 cuando los entonces boyantes mercados de China y Brasil comenzaron a desacelerarse.
Los problemas de deuda de Peabody se remontan a la compra apalancada de US$5.100 millones de la australiana Macarthur en 2011, un codiciado activo entonces para posicionarse como proveedor de carbón metalúrgico para las siderúrgicas de Asia.
Cuando bajó la demanda de este carbón, particularmente en China, se intensificaron los problemas financieros de Peabody, que el año pasado realizó una provisión de US$700 millones en sus activos de carbón metalúrgico en Australia.
El año pasado, además, registró pérdidas de US$2.000 millones y los ingresos cayeron casi 20%, hasta US$5.600 millones. Hace cuatro años compró la australiana MacArthur Coal por US$4.000 millones buscando elevar las ventas del carbón metalúrgico, pero los precios del mineral cayeron 75% desde entonces.
La esperanza es que la demanda de carbón “se estabilice”, dijo la compañía en la nota en la que anunció la bancarrota, en la que añade que el mineral será durante las próximas décadas una fuente “esencial” para la generación eléctrica y la producción de acero. Por su parte, Citigroup le puso a su disposición US$800 millones para que pueda seguir financiando sus operaciones durante la reestructuración.