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Cuentas residenciales de luz en Chile son las segundas más altas de la región tras Uruguay

Oct 14, 2010

Según informes de consultoras del sector, en julio, a nivel local, se pagaban US$ 149,9 por megawatt/hora, lo que representa una tarifa un 47,4% inferior a la uruguaya.

El Mercurio El sistema eléctrico chileno aún no termina de ajustarse a los efectos de la crisis energética, y ello se sigue reflejando en las boletas de los clientes residenciales. A raíz de lo anterior, Chile figura entre los países con las cuentas de luz más altas del Cono Sur, siendo superado en la mencionada zona únicamente por Uruguay.

Un informe de la consultora argentina Montamat y Asociados muestra que en julio la tarifa residencial en Chile, considerando un tramo de consumo promedio de 150 kWh, alcanzó a los US$ 150 por megawatt/hora (MWh).

Este monto supera a aquellos vigentes en esa misma fecha en Argentina (US$ 52,5 por MWh, promedio para tres distribuidoras), Perú (US$ 110 por MWh), Ecuador (US$ 80 por MWh) y Brasil (US$ 111,5 por MWh).

A nivel de América Latina, la consultora energética también incluyó a México, donde para el mismo nivel de consumo el precio por MWh es de US$ 89,7.

El promedio de estos valores es 57,2% inferior a la tarifa local, que la consultora obtuvo tomando como referencia los precios de Chilectra, que atiende a 33 comunas de la Región Metropolitana.

Uruguay es el único país del Cono Sur cuyas tarifas superan a las chilenas, alcanzado a los US$ 221 por MWh, es decir éstas son un 47,4% superiores.

Sebastián Bernstein, ex secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Energía (CNE) y socio de Synex Consultores, explica que los países que tienen tarifas menores presentan mercados diferentes al nacional.

Por ejemplo, en Argentina -comenta-, desde 2002, la autoridad mantiene contenidas las tarifas eléctricas, mientras que en Perú el gas natural para generación tiene un precio especial subsidiado. En Ecuador, en tanto, el sistema es estatal y también considera subsidios para usuarios residenciales.

En este sentido, indica que el mercado brasileño es el más comparable con el chileno, pues si bien las tarifas eléctricas son fijadas, en alguna medida, éstas responden a un sistema de licitación.

En el caso de Chile, manifiesta, las cuentas de luz son más altas por la mayor presencia de unidades térmicas (que usan diésel y gas natural licuado, este último más caro que en otros países de la región) en la matriz de generación, a lo que se suma el menor peso de la hidroelectricidad, producto del año seco.

«El mercado eléctrico en Chile no ha normalizado sus precios, lo que afecta las tarifas, y además, en las cuentas sigue el recargo del 20% para cubrir la deuda que mantienen las generadotras por las ventas de energía a distribuidoras sin contrato», dijo Bernstein.

Agregó que Panamá, República Dominicana, El Salvador y Guatemala tienen precios superiores a los chilenos, fundamentalmente porque dependen casi exclusivamente del diésel.

Alerta

La Consultora Systep, que en su reporte a septiembre cita los datos de su par argentina, alerta que «para sustentar en el largo plazo el buen momento económico que vive el país, un factor son la disponibilidad y el costo de suministro energético, este último es hoy uno de los más elevados de América Latina».

Bernstein complementa esta visión al indicar que, a ojo de inversionistas, este nivel de tarifas le resta atractivo a Chile en desmedro de vecinos como Perú.
87,7% subió el costo de la energía para empresas en septiembre versus igual mes de 2009. El promedio fue US$ 127,1 por MWh, según Electroconsultores.
69% cayó en doce meses la generación hidroeléctrica en septiembre, al alcanzar un 46% del total de la matriz. El resto fue térmico.
6.100 es el total, de acuerdo a las tarifas vigentes, de una cuenta promedio (150 kWh) mensual en la zona de concesión de Chilectra.

¿Por qué la electricidad es más cara en la república oriental?

Especialistas explican que los elevados costos de la energía en Uruguay se deben a la mayor presencia de recursos térmicos en desmedro de fuentes más baratas como la hidroelectricidad. Esta última proviene de proyectos locales y, en conjunto, de Argentina. Además, los recursos hídricos existentes no tienen características técnicas para instalar centrales.

A nivel tarifario, los consumos industriales tienen tarifas menores en horario de menor demanda y también operan con subsidios para clientes residenciales, comerciales y pequeñas empresas.

Para bajar los precios de la electricidad, las autoridades buscan diversificar la matriz hacia fuentes de precios más estables, como unidades a carbón (entre ellas un proyecto por US$ 300 millones que presentaron los grupos Copec y Von Appen) o bien optar por el gas natural licuado, mediante una planta de regasificación en su territorio, nuevamente de la mano de Argentina.

Fuente / El Mercurio

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