(La Tercera) Las compañías chilenas son atractivas para los inversionistas extranjeros. Prueba de ello es la serie de compras anunciadas y concretadas entre 2014 y lo que va de este año. La eléctrica CGE, la farmacéutica CFR y Aguas de Antofagasta son ejemplos emblemáticos.
De hecho, en el ejercicio pasado las fusiones y adquisiciones en la plaza escalaron a US$ 30 mil millones, 240% más que en 2013. Unos US$ 21 mil millones de ese total correspondieron a operaciones en la bolsa local cuyos protagonistas fueron actores foráneos, según la consultora EY.
El interés no es un capricho. Detrás hay elementos económicos y financieros. Uno es el bajo precio actual de las sociedades listadas en la Bolsa de Santiago, que en 2014 cerraron con una capitalización bursátil de US$ 233 mil millones. El monto es el menor desde 2008 (US$ 167 mil millones) e inferior los US$ 316 mil millones de 2010. En esto incide la depreciación del peso ante el dólar, de 13,36% el año pasado y de 1,05% en lo que va de 2015.
En contraste con la baja en la capitalización bursátil en dólares, entre 2008 y 2014 las sociedades listadas en el parqué capitalino subieron en pesos, de $ 87 billones a $ 141 billones.
Empresas “botadas”
“Si me preguntan si es un buen momento para comprar o vender (firmas chilenas), diría que es un muy buen momento para comprar”, dice Manuel Agosín, decano de la Facultad de Economía y Negocios (FEN) de la Universidad de Chile. “Con la depreciación del tipo de cambio en moneda extranjera, las compañías chilenas están botadas”, añade.
Los ejemplos de adquisiciones de firmas chilenas por capitales foráneos son varios y en diversas industrias. En 2014 destacan las compras del 96,5% de la energética CGE por la española Gas Natural Fenosa, en unos US$ 7.200 millones, y del 99% de CFR Pharmaceuticals por la estadounidense Abbott, en US$ 2.900 millones. Este año dos alemanas han hecho noticia: Talanx International adquirió el 99,9% de Aseguradora Magallanes en US$ 212 millones, y Hamburg Sud pagó US$ 160 millones por la línea de contenedores de la Compañía Chilena de Navegación Interoceánica (CCNI).
Vienen más. Antofagasta plc venderá Aguas de Antofagasta al Grupo de Empresas Públicas de Medellín (EPM) por US$ 965 millones. Y para este semestre se espera el cierre del negocio entre Inversiones La Construcción (de la Cámara Chilena de la Construcción) y la estadounidense Prudential Financial Group, la que se quedará con hasta el 40,29% de AFP Habitat por unos US$ 620 millones.
El menor valor de los activos responde también a elementos macroeconómicos. Aunque el riesgo país sigue estable, el PIB potencial ha cedido. Si en los 90 se empinó incluso a 7,5%, hoy se ubica en 4,3%.
“Chile, un país de ingresos medios, no tiene el potencial de crecimiento (de antes), a no ser que gane mucho en productividad en el corto plazo, cosa que no se ve. Por lo tanto, no queda otra que corregir el valor de los activos”, afirma Jaime Retamal Smith, managing director corporate finance de Deloitte.
“La normalización del ciclo de los commodities junto con la desaceleración de la economía, explican en gran parte el menor valor de las empresas en bolsa respecto al período 2010-2013”, señala, por su lado, Jorge Pizarro Cristi, vicepresidente ejecutivo del Comité de Inversiones Extranjeras (CIE).
Más confianza
Pero hay otras variables que determinan el interés foráneo. Algunas son la liquidez existente para financiar grandes adquisiciones y la disponibilidad de activos relevantes en industrias atractivas. También inciden la coyuntura interna, la buena reputación de la economía chilena y el bajo desempeño de las plazas de donde provienen los inversionistas extranjeros, detalla Rodolfo Esquivel, socio de consultoría en transacciones de EY. Esto último, añade, las “obliga a buscar crecimiento inorgánico” en otras latitudes.
En todo caso, hay matices y distintas visiones. Christopher Lyon, socio de mergers and acquisitions de Deloitte, ve un escenario normal, que no obedece a factores especiales o de coyuntura local o internacional y que, en casos como los descritos, se trata de empresas que “siempre han sido atractivas”.
Como sea, el concepto “confianza” es mencionado por la mayoría de los expertos consultados, pues los capitales internacionales continúan valorando la estabilidad que ofrece el país. Esto, pese a la desaceleración económica, la incertidumbre generada por las reformas del gobierno de Michelle Bachelet y la desconfianza derivada de los escándalos empresariales y políticos. Esos factores impactan más a nivel interno que externo, concuerdan las fuentes.
Los inversionistas extranjeros que han estado adquiriendo firmas locales tienen una visión de largo plazo, dice sobre el punto Álvaro Clarke. El ex superintendente de Valores y Seguros (SVS) complementa: “También son capaces de analizar el proceso de reformas que se está llevando adelante dentro del marco normal de desarrollo de una nación”. Pizarro coincide y señala que estas transacciones “descartan que la imagen de Chile como receptor de inversiones se haya deteriorado por el proceso de reformas”.