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Copec busca despejar proyecto para surtir de combustible a aeropuerto de Santiago

Ago 16, 2017

Gerente de Sonacol advierte que ducto actual no es capaz de absorber la mayor demanda por la ampliación del terminal.

(Diario Financiero) Despejar la renovación del oleoducto que abastece al aeropuerto de Santiago es una de las prioridades que la Sociedad Nacional de Oleoductos (Sonacol) tiene para este año y el próximo.

La firma, que es controlada por Copec, cumplió sesenta años de operación y corre contra el tiempo para concretar este ambicioso proyecto, que representará una inversión de US$ 80 millones.

El gerente general de Sonacol, Roberto Hetz, explica que, con una estimación conservadora, la capacidad actual del ducto, que desde 1994 abastece la totalidad del consumo de combustible del principal terminal aéreo del país, se completará en los próximos dos años, ya que la tasa de crecimiento de la demanda oscila entre 8% y 10% anual, mientras que en la Región Metropolitana se mueve entre 3% y 4%.

Esto implica que esa infraestructura no estará en condiciones de absorber la mayor demanda asociada a la ampliación del terminal, cuya primera etapa está prevista para 2020.

En términos simples, comenta, en estos momentos el ducto permite llegar al aeropuerto con 110 mil metros cúbicos de kerosene de aviación y otros productos, con lo que cualquier peak de demanda por sobre este nivel implica el uso de camiones, alternativa que podrían necesitar ya hacia fines de año. Si este oleoducto no existiera, cada día deberían transitar hasta la terminal 300 camiones.

Aunque en 2013 hizo dos intentos, de los que finalmente desistieron, y tras analizar varias alternativas de trazado para conectar el nuevo ducto que viene desde la costa hacia Maipú con las instalaciones del aeropuerto, finalmente optaron por usar la franja de la Autopista del Sol en un tramo de siete kilómetros para luego cruzar por terrenos agrícolas hasta Pudahuel.

A fines del año pasado Sonacol ingresó el proyecto a trámite ambiental. La estimación, tras recibir en marzo un primer set de preguntas y observaciones, es que podrían obtener los permisos hacia julio de 2018. Para apoyar el proceso están trabajando con el Ministerio de Obras Públicas, considerando la posibilidad de utilizar terrenos fiscales para constituir las fajas de servidumbre.

Con este hito cumplido activarán las órdenes de compra de los equipos, mientras que la construcción (en tramos de 200 metros) tomaría del orden de doce meses. El ducto podría comenzar a operar hacia 2020, calzando con la expansión del aeropuerto.

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