El sector residencial consumió en 2018, un total de 50.763 GWh, lo que equivale a una demanda promedio por vivienda a 8.083 kWh al año, considerando un total de 6,28 millones de viviendas e incluyendo todos los energéticos, siendo la leña la principal fuente con mayor uso, con 39,6%, seguido por el gas (GLP), con 31,4%, electricidad (25,7%); parafina (2,8%) y pellets (0,8%).
Así lo señala el informe final de usos de la energía de los hogares en Chile 2018, realizado por el Centro de Desarrollo Tecnológico de la Cámara Chilena de la Construcción por encargo del Ministerio de Energía, la asociación de gas natural, Empresas Eléctricas A.G. y GLP Chile.
Según indica el estudio, un 53% del consumo energético se destina a calefacción y climatización (calefactores individuales, calefacción central y A/C), el 20% en agua caliente sanitaria (ducha, tina y lavado de loza), 5% en refrigeración de alimentos (refrigerador y freezer), otro 5% en cocción de alimentos (cocina, horno, hornillo eléctrico), 3% en aseo de ropa (lavado, secado y planchado), 4% en iluminación, 4% en televisión, 2% Stand by, 1% uso de hervidor eléctrico, 1% aspiradora, 2% en varios usos (otros equipos, computador, microondas, piscina, bomba de riego, cafetera y consola videojuegos).
En el documento se registra una disminución de 4,1% en el consumo energético entre 2009 y 2019, pasando de 8.428 kWh a 8.083 kWh por vivienda al año.
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Ministerio
El documento fue destacado por el subsecretario de Energía, Francisco López, quien precisó que las viviendas «son responsables del 15% del consumo de energía del país, y del 5% de las emisiones de co2».
La autoridad afirmó que en los últimos años se han implementado medidas para disminuir los impactos de este tipo de consumo sobre el medio ambiente, como «políticas de reacondicionamiento térmico, franquicia tributaria para sistemas solares térmicos, generación distribuida para instalaciones de paneles fotovoltaicos y programas de educación sobre el buen uso de la energía».
López destacó que el informe plantea la necesidad de realizar inversiones para el reemplazo de calefactores a leña por el uso de pellets, además de instalar aislación en muros y techos, junto con paneles solares para mejorar la eficiencia energética.