El liderazgo de la energía eólica en la generación ERNC del país se consolida durante este año, al totalizar una capacidad instalada de 901 MW en el SIC y SING, con perspectivas de seguir aumentando su participación debido a que actualmente se registran otros 112 MW de proyectos en construcción, mientras que 5.602 MW pertenecen a iniciativas que cuentan con la RCA aprobada y que están sin construir, según indica el reporte del Cifes de octubre.
De acuerdo al organismo público, en el SING la energía eólica representa el 45% de la capacidad instalada ERNC en la zona, mientras que en el SIC alcanza el 40% de la generación renovable. Los últimos proyectos eólicos aprobados por el Sistema de Evaluación Ambiental (SEA) son el parque eólico Camarico (39 MW); Chiloé (101 MW), y Aurora (192 MW).
Patricio Goyeneche, analista del mercado eléctrico de Cifes, sostuvo a Revista ELECTRICIDAD que la mayor presencia de energía eólica «se explica porque la tecnología está muy madura, por lo que ha tenido una inserción más fácil en Chile, además de las condiciones meteorológicas que facilitan la operación de las plantas».
Según el especialista, «por los efectos de las economías de escala se pueden obtener precios que están por el orden de US$1.800 a US$2.000 por kW. El factor de planta promedio es de 25%, aunque las plantas del último período están sobre el 30%. También están llegando nuevos aerogeneradores de 3 MW cada uno».
A su juicio, la dificultad más grande que viven los parques eólicos es que «son postergados en la inyección de energía a los sistemas eléctricos en el norte del SIC. En esa zona también hay otras plantas, que son térmicas, y que tienen condiciones de operación distintas y, dada la capacidad de inyección de las líneas de transmisión en esa zona, los mínimos técnicos de las termoeléctricas impiden que salgan las termoeléctricas frente a contingencias, por lo que deben salir de la red los parques eólicos».
«La solución inmediata es la holgura en la transmisión y seguirá el problema hasta cuando entre en operación la línea Cardones-Polpaico. Por otro lado también está el tema de la fiscalización que hacen los CDECs a los parámetros de operación que entregan las plantas térmicas que en muchos casos superan los promedios internacionales», agregó Goyeneche.
Dentro de los desafíos el especialista mencionó la necesidad de «poder obtener contratos de suministro que les permitan estabilizar los ingresos por inyección de energía. De alguna forma estas barreras se han ido superando con la última licitación de suministro y los bloques horarios en los cuales se puede contratar la energía y que calzan con las operaciones de los parques eólicos».
«El otro desafío es la proyección de recursos en tiempo real de los parques debido a que los períodos de operación de las plantas son todavía cortos y se cuenta con poca data estadística para ingresar a los modelos de predicción, así que se debe ver si el método que se ocupa hoy de predicción distribuida en las plantas es el mejor mecanismo frente a un modelo centralizado que pueden hacer los mismos CDECs», añadió.