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¿Cómo innovar en el sector eléctrico?

Jun 9, 2015

En Aurys Consulting plantean que en una cultura innovadora no existe “hoy innovo, mañana trabajo” o “unos innovan, otros no”. La innovación no nace y muere con iniciativas aisladas, sino que está inserta en el quehacer cotidiano.

* Análisis de Patricio Oyanader, Socio de Aurys Consulting.

La innovación está de moda. Todas las empresas quieren ser tan innovadoras como Google, Apple, o Virgin. En Aurys Consulting hemos observado que muchas empresas se equivocan en el camino para incorporar la innovación como una práctica cotidiana, implementando iniciativas aisladas para lograr resultados rápidos. Una vez pasado el empuje inicial, se les quita la prioridad en pos de otras iniciativas y la innovación muere.

Creemos que el éxito de las compañías innovadoras radica en que han asumido el compromiso de trabajar diariamente en el logro de la excelencia en la innovación. Es decir, hacer cada trabajo bien hecho y cumplir objetivos, pero a la vez desafiar los paradigmas imperantes, resolver problemas creativamente y generar nuevas propuestas en todos los ámbitos de gestión, no solo para nuevos negocios o mercados.

Ante un escenario del sector eléctrico que requerirá un mayor y mejor uso de la energía, ¿Cómo se puede incorporar la innovación en la operación diaria? En Aurys creemos que existen cuatro prácticas clave para insertar la innovación en el quehacer cotidiano:

1. Cuestionar y romper paradigmas como un hábito en el trabajo diario
Para innovar se requiere una mente abierta y valentía para asumir el riesgo de salir de la llamada “zona de comodidad”. Para innovar, las personas deben cuestionar el status quo en cada ámbito de la gestión diaria y tener apertura a nuevas perspectivas. Una práctica útil es preguntar repetidamente ¿Por qué? y, evitar tener como respuesta expresiones como: “así lo hemos hecho siempre”.

2. Fomentar la innovación a través del liderazgo
Las empresas que innovan en su día a día, se caracterizan por tener una estrategia desafiante y porque su equipo de liderazgo no solo valora y acepta la innovación, sino que busca e implementa innovaciones, constantemente. La innovación nace muerta si el equipo de líderes no está embarcado. Es crucial que los líderes inspiren y motiven a la organización con una visión ambiciosa y que empoderen a las personas.

3. Identificar y resolver problemas
Basados en nuestra experiencia sabemos que la innovación no parte por las ideas, sino que tiene su origen en problemas desafiantes y poco evidentes. Problemas no resueltos de los clientes o de los procesos cotidianos de una empresa son tierra fértil para desarrollar innovaciones.

4. Conectar y vincular con el mundo externo
Tanto las ideas innovadoras como el conocimiento para llevarlas a cabo, pueden provenir de fuera de la frontera de la empresa: proveedores, universidades, competidores y emprendedores, entre otros. Por lo tanto, es necesario desarrollar una red de valor para apalancar capacidades externas, incluyendo conocimiento, tecnología, procesos, etc.

Cuadro cómo lograr la innovación en el día a día

Caso concreto
En el sector eléctrico podemos encontrar ejemplos de aplicación de estas prácticas. En 2007 AES Energy Storage puso en marcha un proyecto que permitiría mejorar la confiabilidad y capacidad de la red de energía en el Sistema Interconectado Norte Grande. Partiendo de una idea que rompía los paradigmas y apoyándose en una estrategia que impulsaba la innovación, el equipo de trabajo logró superar los obstáculos e implementar en tan solo dos años un sistema de baterías de ion litio en la subestación Los Andes para servir de respaldo frente a fallas en el sistema de generación eléctrica. A su vez, la capacidad adicional de las baterías permitió aumentar la disponibilidad de energía para los clientes, generando ingresos extra. El éxito de este proyecto llevó a AES a implementar sistemas similares en Ohio y West Virginia, Estados Unidos y a ganar el premio Renewable Energy Awards en 2012.

Lograr la innovación va mucho más allá de declararlo o desearlo. Se debe balancear la búsqueda de resultados en el corto plazo con el compromiso de generar cambios a largo plazo. No es un aterrizaje, es despegar a un largo vuelo que requiere perseverancia, equipos de trabajo formados para aprender a resolver problemas y espacio para errar e incorporar nuevas perspectivas.

La innovación está esperando muy cerca, solo hay que encontrar y resolver los problemas desafiantes que se presentan día a día.

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