La Ley de Transmisión será un avance sustantivo para el desarrollo energético de Chile, pues permitirá anticiparse a la generación, garantizando holguras, bajos niveles de pérdidas, menores posibilidades de congestión y un impulso claro a la oferta y a la competencia.
Así lo planteó el secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Energía (CNE), Andrés Romero, en una presentación sobre el proyecto de ley, que se encuentra en su última etapa de debate en el congreso nacional, luego de que ayer la Comisión de Energía del Senado despachara la iniciativa.
Se espera, de esta manera, que el nuevo cuerpo legal sea despachado del Parlamento a mediados de junio. En un desayuno que organizó el Comité de Energía de la Cámara Chileno Australiana de Comercio (Auscham), Romero destacó los avances que apoyará el nuevo cuerpo legal.
“Este proyecto supone un rayado de cancha más claro y eficiente para la industria de la energía, permitiendo una mejor planificación de los sistemas de transmisión, con una mirada de largo plazo, normando su remuneración, fijando un coordinador independiente y permitiendo la definición de trazados a cargo del Estado”, dijo. Se espera que a partir de la planificación de 2017, la CNE pueda aplicar este nuevo modelo, mientras que los contratos vigentes pasarán por una transición que culminará el 2034. Asimismo, adelantó que el 1 de enero de 2017 estará operativo el nuevo coordinador Independiente del sistema eléctrico.
La gerente de Asuntos Corporativos de Pacific Hydro y presidenta del Comité de Energía de la Auscham, Loreto Rivera, destacó que “la Ley de Transmisión es clave para la industria eléctrica, en un escenario país en el que hay una mirada más social y ciudadana de este tema, por ello los efectos de esta iniciativa van más allá de lo técnico y buscan generar un impacto en los hogares de cada uno de los chilenos”.
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